Desde estas líneas ¡yo acuso! (2)

Las vueltas que da la vida

Lya Gutiérrez Quintanilla

  · domingo 6 de diciembre de 2020

José Silverio Sáiz Zorrilla, ex alumno tamaulipeco becado en “La Tallera” en esta ciudad capital de Morelos que dirigía el gran muralista David Alfaro Siqueiros, cuando egresa sueña con seguir con el ideal de su maestro de encontrar un lugar para realizar su mural siguiendo sus indicaciones precisas.

Esto es: que fuera en un lugar público, que no se cobrara nada al pueblo y en un sitio de masas; no tuvo que pensar mucho el maestro José Silverio, se decidió por la inmensa bóveda de 10,800 mts2 del gran Mercado de Cuernavaca, el Adolfo López Mateos. Luego de eternos e infructuosos papeleos con distintas autoridades pidiendo permiso, como no le dan respuesta, decide irse por la libre acompañado por siete entusiastas jóvenes graffiteros a los que les vió talento pictórico.

Los “saca” de hacer pintas por la ciudad –hoy se debería aprovechar la 4T con su política de primero los pobres y hacer lo mismo: darles a esos jóvenes escuela y oficio con maestros adecuados--, se los lleva con él y se instalan subrepticiamente en lo alto del mercado. “La noche del 26 de junio de 1984, todos disfrazados con trajes color naranja de una empresa gasera tocan en una pequeña puerta lateral al velador, cuando este abre, le dicen que van a revisar una fuga de gas, les cree y suben cargando lo que parece una gran manguera pero era la primera red-telaraña de cordeles, hecha con apoyo de los hamaqueros del zócalo, pasan la guardería, siguen subiendo, pasan también las oficinas administrativas y al llegar a lo más alto, cuelgan a la vista de la gran nave, un enorme letrero que decía: “Gracias Sr. Gobernador, Gracias Sr. Presidente” sobre los más de 3,000 puestos de la nave mayor titulando el mural con el nombre de Nacionalismo Revolucionario, esa era la onda de entonces ¿no? -refiere José Silverio- y sigue “aprovechamos para instalar la primera red e iniciar los primeros trazos”.

Y con esos jóvenes olvidados del sistema y de la sociedad esperanzados de que alguien creyera en ellos, Sáiz Zorrilla supo ver su talento. Heredero del ideal comunista de Siqueiros, funda allí mismo en la cima del mercado, lo que denominó Escuela Muralística Mexicana. (Hoy varios de esos jóvenes que aprendieron con él diversas técnicas y materiales, luego de emigrar varios de ellos a Los Ángeles, han expuesto en galerías de esa ciudad y de Nueva York. ¿En México? ¡No! Por supuesto, aquí casi nadie les dio ese valor. Debo reconocer que además de la entrevista que le hice al maestro José Silverio a finales de los años 80 y que publiqué a nivel nacional, este documental me fue muy útil para enriquecer el conocimiento temprano que yo tenía de él porque es un testimonio único, de verdad excelente y muy completo documental llamado “Por Encima de Todo José Silverio”, realizado por el cineasta morelense Jorge Aarón Salgado Díez en 2014 cuando aún vivía el Maestro; contactado Jorge Aaron por quien esto escribe de manera muy generosa me dio autorización para reproducir en este espacio no solo algunas de las imágenes de su documental sino la liga para ver el documental completo porque no está a la venta y así enriquecer para ustedes queridos lectores el conocimiento de lo que se nos fue en Cuernavaca de las manos por ineptitud de las autoridades del mercado de ese entonces y la prepotencia e ignorancia del gobierno local. Imágenes y documental se podrán ver desde la versión en línea del Sol de Cuernavaca (www.elsoldecuernavaca.com.mx) y completar los datos que me faltaran aunados a los que me dio su viuda Tere Fernández Montiel con quien me puso en contacto el conocido fotógrafo independiente José Aguilar que además de obsequiarme el documental mencionado me abrió las puertas a más información.

La viuda de José Silverio ya radica con su familia en Querétaro no obstante desempacó un baúl para brindarme pronto apoyo. Con ayuda de todos ellos y debido al interés que han mostrado varios lectores a partir de la primera parte de esta columna por conocer más del tema, revivo hoy la memoria de este gran artista y gran ser humano. Prosigo con la narración del muralista: “Aunque en ese entonces nos ignoraron los gobernadores Armando León Bejarano y posteriormente Lauro Ortega Martínez, mucho ayuda el que no estorba y ninguno nos molestó.”

Durante todo el tiempo que estuvieron pintando, lo visitaron grandes personajes entre ellos el ex alumno de Frida Kahlo Arturo García Bustos quien aseguró que el ejemplo maravilloso que legó José Silverio fue el sitio que escogió porque fue un regreso al arte monumental. El Presidente Carlos Salinas de Gortari se detuvo un momento en una de sus giras por Cuernavaca para conocer el mural, al muralista y a su equipo de trabajo. “Detrás de esos graffiteros que lo apoyaron había arte y vaya, ni la Capilla Sixtina es tan grande como ésta bóveda”, declaró en su momento para el documental Por Encima de Todo José Silverio, el gran pintor cuernavacense Jorge Cázares Campos. A su vez, el escultor y pintor Víctor Manuel Contreras dijo en su momento que ese espacio -el de la bóveda donde pintaba Sáiz Zorrilla-, grande, enorme, era de una gran calidad pictórica y que aunque lo tacharon de loco por pretender una obra tan ambiciosa, él la realizó. El trabajo del realizador Jorge Aarón Salgado en ese documental es tan valioso porque es el único testimonio completo que existe de esa magna obra luego del incendio que lo destruyó y a la distancia nos permite escudriñar todo este trabajo que merece no ser olvidado. Distintos locatarios le declararon a Jorge Aarón, que era un gusto ver que el mural iba creciendo. “Nos daba categoría, era nuestra carta de presentación de todos los locatarios”, coincidieron. “Mi estilo -sigue José Silverio-, era indigenista moderno basado en la fusión de los dos grandes imperios el Iberico y el Mexica lo que reflejo en el mural pues de ambas culturas somos herederos”.

A José Silverio en varios países lo calificaban como uno de los más osados artistas contemporáneos. “Esta aportación, se le tiene que reconocer”, asegura su esposa Tere Fernández Montiel . “Salía en periódicos incluso de El Cairo, donde decían que se pintaba en México el mural más grande del mundo. Es una tristeza que a pesar de que el mural salía en Inglaterra, Francia y en otros países, en México no se le valoró. Jacobo Zabludosvsky resaltó en algunos de sus noticieros que quien visitara Cuernavaca conocieran el mural. Rufino Tamayo decía que José Silverio era un ejemplo al mundo por lograr que el lenguaje de un pintor llegue a las masas y eso es lo que ha enseñado, sembrar la pasión de que el arte no debe ser mudo”. La desgracia ocurrió cuando se habían pintado las tres cuartas partes de esa enorme superficie, me refirió su viuda. “El primer incendio en la nave mayor del mercado llegó en la madrugada del 29 de noviembre de 2002, el techo entero quedó negro, cubierto de hollín. Aunque se ahumó la nave, unos ingenieros regiomontanos le dijeron a mi esposo que ellos podrían hacer desaparecer el hollín, se tomaron muestras para crear una bacteria que hiciera desaparecer lo quemado, pero en ese tiempo, uno de los candidatos del PAN a la gubernatura de Morelos, Marco Antonio Adame en aras de quedar bien con algunos locatarios mandó pintar totalmente la cúpula de blanco con pintura acrílica, sobre el hollín mismo, a petición según se dijo, “de una supuesta líder del mercado”.

Lo que constituyó un acto de barbarie, salvajismo, insensibilidad y total falta de respeto al trabajo que ese espléndido grupo qie muralistas habían realizado ¡durante tantos años!. Al mismo tiempo ¡mandó quitar las redes instaladas en el techo!. Sin embargo la Escuela Muralística continuaba. Pero en agosto del 2010 ocurrió un segundo incendio que acabo con todas las instalaciones de la escuela y con los sueños que tenían José Silverio y sus jóvenes alumnos. Mi esposo, me explicaba que la bóveda quedó como una olla de barro resquebrajada, y eso puso fin a la esperanza de continuar algún día. Les aseguro que de todos los afectados, quien más desolación sintió fue mi esposo. Imaginen la desesperación de esos artistas, cuando ya había conseguido pintar mas de ¾ cuartas partes de la bóveda sobreviviendo sin sueldo alguno todos esos años con la pura ilusión de trascender, aprender un oficio y ser parte de la culminación de una magna obra. Sociedad, locatarios y gobierno de Cuernavaca le deben al Maestro José Silverio Sáiz Zorrilla y a sus jóvenes alumnos un digno reconocimiento al legado que les fue arrebatado. Tere, su viuda me confió que su esposo le reveló apesumbrado: “lo que más me pudo fue haber perdido ese espacio de enseñanza a los jóvenes pintores”. La verdad es que ni funcionarios ni locatarios supieron defender esa obra que era ya Patrimonio y aunque desapareció su trabajo, José Silverio Sáiz Zorrilla y su movimiento forman parte ya del Patrimonio Histórico Cultural de Cuernavaca.

Les dejo aquí la liga para que puedan ver el documental completo de Jorge Aaron Salgado Diez https://www.youtube.com/watch?v=WTPI_JO2RDQ&feature=youtu.be y les confieso que acabo estas líneas con un sentimiento de profunda tristeza e indignación por ese atropello. Y hasta el próximo lunes.

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