Alex Sol La Gorda, considerado como uno de los iconos del teatro cabaret en Morelos, presentó con éxito diversas funciones del espectáculo "La Posada de Doña Cata" donde combinó el humor con la tradicional celebración mexicana.
Esta breve temporada de la obra, presentó dos funciones en el Centro Cultural Teopanzolco, una en la Plaza de Armas y una más en el Teatro Ocampo, estas últimas como parte del maratón teatral del Festival Luces de Esperanza.
Doña Cata, es una simpática mujer que se dedica a vender chicharrones, y quien cada año es la encargada de realizar la posada decembrina con sus comadres y compadres para no perder las tradiciones y costumbres, sin embargo, también incluye una serie de ocurrencias y chistes que divierten al público.
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A través de una mezcla del teatro, la tradición mexicana y el cabaret, Doña Cata realiza todos los preparativos de la posada y el bonito convivió para festejar la "Navidat", como ella misma lo dice.
Cata se caracteriza por ser esa vecina que siempre está preocupada por conservar las tradiciones, y por eso es la principal impulsora de esta tradicional posada donde los invitados principales son los asistentes a la función, y quienes le ayudarán a tener todo listo para festejar.
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Ella recibe a los invitados mientras canta un popular villancico. Y prepara todo para la posada, arregla el tradicional árbol de Navidad y comienza a hablar sobre todo aquello que forma parte de las fiestas decembrinas como, distintos temas que van con la época como Santa Claus, Los Reyes Magos, las compras de última hora, los regalos, la cena y la familia, todo con un toque de ironía pero que a su vez dice muchas verdades, pues en estas celebraciones aunque son todo amor y paz, en muchas ocasiones salen los trapitos al sol de cada familia y las cosas no terminan tan bien.
En la posada, no pueden faltar María y José, a quienes Cata acompaña en su camino para el nacimiento del Niño Dios, como los pastores.
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Es así como Doña Cata, tienen su tradicional posada, con la piñata, el nacimiento, el ponche y los villancicos, a su manera, siempre divertida y con una gran dosis de humor que hace carcajear y sonrojar a más de uno.
Las peculiares de este espectáculo, es que algunos de los asistentes, entre el público, tienen la oportunidad de interactuar con Doña Cata, siendo parte de la historia y disfrutar la obra desde el escenario.