Mario Valenzuela: Un contador de historias y relatos con mirada social

En 2011 desarrolló su primer largometraje independiente con el que, de hecho, se quedó endeudado, pero le resultó satisfactorio ver su trabajo materializado

Maritza Cuevas | El Sol de Cuernavaca

  · martes 15 de agosto de 2023

Mario Valenzuela, periodista y documentalista chileno radicado en Tepoztlán, Morelos. / Cortesía | Mario Valenzuela

Después de 15 años de desempeñarse en el periodismo crítico y de investigación en su país natal Chile, Mario Valenzuela le dio un giro a su vida para dedicarse a la creación y producción documental y a la fotografía. Un día apostó por dejarlo todo junto a su esposa e hijo, y la vida lo trajo a Tepoztlán, Morelos, donde radica desde hace más de tres años.

Su camino como periodista comenzó desde que aún estaba en la universidad, cuando entró a hacer sus prácticas adelantadas en el canal nacional de Chile.

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"Realmente me la jugué, era tanto mi entusiasmo que entré a hacer prácticas sin ganar nada, pero mi corazón me decía sigue adelante. Y después me ofrecieron un contrato, que en realidad no era mucho, pero para mí fue sacarme la lotería. Entré haciendo prensa, con notas diversas y también en la investigación".

Fue así como debutó en un programa que recién iniciaba en Chile en el que realizaban periodismo de investigación pero con el carácter de denuncia contra instituciones del estado, personajes públicos y empresas privadas.

"Siempre estábamos metidos en la pata de los caballos. Fueron ocho temporadas de series documentales históricas, y la primera que me tocó producir y correalizar fue cuando el canal cumplía cinco décadas, y eso me terminó de hacer el guiño en decir que podía explorar otra faceta mía y empecé a estudiar Cine Documental y Fotografía".

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En 2011 desarrolló su primer largometraje independiente con el que, de hecho, se quedó endeudado, pero fue muy satisfactorio ver su trabajo materializado.

"Solicité un crédito para pagar pasajes aéreos y más, porque una cosa era el periodismo pero en lo otro estaba navegando en nuevas arenas, entonces terminé financiando un largometraje que me llevó como tres años, y que se estrenó en cines y festivales, canal nacional y 14 países de América Latina. A partir de ahí, se me enterró tan profundo ese gusto por el cine documental".

Finalmente, en 2015 sintió que debía seguir por el camino del cine documental y dejó de lado el periodismo de investigación. "Económicamente, estaba muy bien, de hecho negociaba mi sueldo en la televisora cada seis meses, pero en algún momento de la vida me di cuenta de que ya nada me impactaba, había perdido la capacidad de asombro y la sensibilidad. Entonces, decidí salir del canal, me independicé y junto con mi esposa Karen Farias formamos un proyecto de vida en el que empezamos a realizar documentales de televisión, pero con una mirada absolutamente independiente, con nuestra propia línea editorial en lo cultural, humano y sobre todo en la educación que nos estaba jalando mucho por nuestro hijo, que cambió radicalmente nuestras vidas".

Fotograma del documental Soy un carnaval. Murgas y comparsas de San Antonio (2015). / Cortesía | Mario Valenzuela

Es así como surge su proyecto Relatos Documentales para compartir historias de vida y crear relatos que puedan cambiar la percepción de la mirada social.

Comenzaron a idear un proyecto muy grande sobre educación, pero desafortunadamente no encontraron el apoyo necesario para su financiamiento.

"Hay tantos papás que han hecho cambios radicales de vida donde algunos de forma caricaturezca dicen me he salido del sistema. Y que en ese proceso de criar de una forma distinta a sus hijos se han sentido solos. Era una producción para recorrer Latinoamérica y documentar experiencias de educación consciente, porque aquí está pasando todo. La mirada respecto a la educación siempre es hacia Finlandia, pero hemos conocido que en América existen experiencias bellísimas de educación".

Sin embargo, al no haber luces de financiamiento, su convicción de salir adelante y con un año de producción contactando familias de diversos países, que no conocían, ni los conocían a ellos, todo parecía una locura.

"Teníamos dos opciones: tirar todo a la borda y rendirnos, o el plan B era vender todo lo que teníamos, nuestra familia no daba crédito porque era para financiar una serie que ni siquiera sabíamos si iba a retribuir algo, pero lo hicimos y realmente fue un detonante para cambio de vida".

Así surgió la serie Aprendiendo con Amaru, que a través de 12 capítulos muestra a niños y niñas de diferentes países de Latinoamérica con diferentes habilidades cognitivas y la manera en que sus familias han abordado los procesos de aprendizajes alternativos.

"Es una invitación a que todos los papás veamos esta gran posibilidad que nos dan los hijos de renacer, de hacer cambios importantes donde justamente cabe este factor que te lleva a hacer cosas insólitas".

Después de grabar en países como Panamá, Costa Rica y Colombia, Mario y su familia llegaron a México para realizar el capítulo 10 de la serie, pero en ese momento llegó la pandemia y cambió radicalmente todo.

"Confiamos que lo que pasara, era lo que nos tocaba vivir. Nos fuimos a Tepoztlán, y todos los planes se movieron, y en 2021 se estrenó en Fox en Estados Unidos, Australia y Reino Unido y en 14 paises de Latinoamérica. Y hace unos meses lo subimos a YouTube como una retribución a todas las familias y personas que nos contaron sus historias".

Mario y su familia decidieron quedarse a vivir en Tepoztlán, y desde este pueblo mágico continúan con su labor, con proyectos muy interesantes, entre ellos documentar la bella labor del Circo Inclusivo México y la dirección del videoclip de la canción "Amar así" de la cantautora Valle.

"Nos encantó tanto Tepoztlán que nos quedamos a vivir aquí. Yo vivía con mucha tensión y preocupaciones, pero las dinámicas en México son distintas, y ya solté todo, ahora me siento muy enraizado en México y con mucha abundancia, no me refiero a lo económico, sino a abundancia de vida".

Su objetivo es realizar cortos, crónicas y microrrelatos de una manera muy humana a través de la fotografía y el video. Y uno de sus próximos proyectos es rescatar microrrelatos de México.

"Queremos hablar de estas historias que están perdidas en los rincones de México, desde la mirada de los papás, que se los cuenten a los niños, y ellos sientan algo palpable de cómo fue la experiencia de sus papás y abuelos. Uno de nuestros objetivos es recrear la cultura de usos y costumbres en México".

Es así como a través de su labor como documentalista, Mario tiene el objetivo de ser un puente para contar buenas historias y compartir mensajes y reflexiones con el espectador.

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