Cada 16 de diciembre comienzan las tradicionales posadas, las cuales se realizan exactamente nueve días antes de la Navidad, expresó el párroco de la iglesia de Tepetates del centro de Cuernavaca, Pedro Castillo Mejía.
En entrevista con El Sol de Cuernavaca, Castillo Mejía expresó que las posadas representan el tiempo que la Virgen María y José buscaron de puerta en puerta un lugar donde pudiera nacer el niño Jesús.
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“Hoy precisamente, día 16, empiezan las posadas, son nueve días, de aquí hasta el 24 de diciembre. Estos son días de preparación para el nacimiento de nuestro señor Jesucristo. Se dice que la tradición es por las veces que la Virgen María y San José iban tocando de puerta en puerta para encontrar un lugar donde pudiera nacer el niño”, externó.
En México, desde hace varios años cada colonia, poblado o comunidad lleva a cabo las tradicionales posadas, en las cuales se dan dulces, se toma ponche, se reza, mientras que las niñas y los niños, además de recibir el clásico aguinaldo, rompen una piñata.
Por cada lugar se realizan nueve posadas y a cada casa le toca organizar una de estas para que acudan los vecinos, no sin antes cantar la ya muy conocida canción.
“En nombre del cielo, os pido posada, pues no puede andar mi esposa amada”…
Se pierden las tradiciones
Sin embargo, el párroco refirió que de un tiempo a la fecha el sentido de lo que era la tradicional posada, con un ambiente más familiar, se ha ido perdiendo cada vez más.
“Más bien a las posadas se les ha dado pues no el verdadero sentido porque estas son para rezar, para unir a nuestras familias, para estar en contacto, convivencia o comunidad en nuestras colonias y calles”, indicó.
Indicó que ahora el fin de estas, para muchas personas, es tener una celebración que lleve de por medio la ingesta del alcohol y otros excesos, sin que se pida posada, se rece o se haga lo clásico.
“Lamentablemente se han convertido más que en posada en una fiesta pagana, o en una celebración en la cual hay borracheras, pleitos y todo lo que conlleva. Yo creo que se ha perdido, no tanto la posada, sino más bien se le ha dado un sentido diferente”, externó.
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Por ello, hizo un llamado a retomar la conciencia en estas tradiciones y hacer lo que se estableció desde un principio, pues dijo incluso estas traen consigo una nueva oportunidad de darle otro sentido a la vida.
“Yo creo que hay que retomar el verdadero sentido, porque ciertamente a veces se quiere convivir, pero no llamemos posada a algo que no lo es, porque de ahí se generan accidentes y sobre todo a veces riñas por la ingesta de alcohol. Por eso yo los invito a que retomemos, es tiempo de orar, de reflexionar, porque Cristo viene y nos da la oportunidad de darle un sentido nuevo a nuestra vida”, indicó.
