Los atletas Rafael Guerrero Romano y Iliau Díaz Silva, realizaron la proeza sobre la pista de tartán de la Unidad Deportiva de Cuautla de correr 102 kilómetros durante un tiempo de 12 horas con 9 minutos, a favor de la salud de Diego.
El veterano de 62 años, no quiso faltar a su compromiso de apoyar al niño de 11 años, que por un problema de hidrocefalia, tuvo que ser operado de emergencia el pasado jueves, en el Hospital del Niño Morelense en el municipio de Emiliano Zapata.
“No pude entregar a mi hija en la iglesia, el compromiso estaba hecho y no pude dar marcha atrás, pero estoy contento por ayudar a Diego”, confesó el atleta.
Previo al intento, el cuautlense vecino de la ampliación Campo de En medio, convocó al gremio de corredores de México y de algunos países del continente que forman parte de “Te Reto a Ser Extraordinario”, para unirse a correr por la salud del niño cuautlense.
Hubo respuesta y desde sus respectivas trincheras una incalculable cifra de atletas corrió kilómetros a favor del infante cuautlense, quien se recupera satisfactoriamente de la intervención quirúrgica que recibió en los ojos, debido al problema de estrabismo que le provocó el padecimiento cerebral.
La mamá de Diego, Esther Beltrán Pliego, motivada por el gran respaldo hacia su hijo, llegó a la pista y sin nunca haber participado en una carrera, acompañó en la última hora al contingente.
De la misma forma el presidente municipal de Cuautla Rodrigo Arredondo López, trotó dos vueltas para recalcar el apoyo del municipio en lo que venga para el tratamiento de Diego. Al final, le fue entregada a la mamá una alcancía con los donativos que realizó la gente durante las 12 horas del evento.
12 HORAS DE AMOR A DIEGO
A las siete de la mañana con cuatro minutos del sábado 28 de enero, Rafael Guerrero, Iliau Díaz Silva, y el corredor de Amecameca, Rogelio Mendoza del Club Libre y Locos, dieron inicio al reto 12 horas.
Las autoridades del deporte a cargo de Francisco Rodríguez Martínez tenían todo listo, alimentos y bebidas rehidratantes, sin faltar el apoyo de paramédicos para asistir a los participantes.
En el transcurso grupos de atletas, niños, jóvenes y adultos se unieron al contingente para acompañarlos por algunos tramos.
Conforme avanzó el día y el sol empezó a subir la temperatura, la exigencia para los atletas se volvió mayor.
Al cumplir las primeras dos horas con dos minutos, de acuerdo con la aplicación que se utilizó para registrar tiempo y distancia recorrida, se habían concretado los primeros 21 kilómetros, distancia de un medio maratón, con un ritmo de carrera de seis minutos con 38 segundos por kilómetro.
A las cuatro horas, solo corría don Rafa y su pupilo Iliau. En lo mas fuerte del calor, cuando se cumplían siete horas con 57 minutos de esfuerzo físico cerca de las tres de la tarde, la distancia superaba ya los 64 kilómetros. Para ese momento las demandantes condiciones climáticas habían bajado el ritmo de carrera a 10 minutos con cuatro segundos por cada mil metros.
Con la caída del sol, el grupo se volvió a nutrir y para entonces se tenía un acumulado de 80 kilómetros.
En la última hora, ya con los últimos rayos del sol, volvió la agradable frescura del clima para ayudar de forma natural a los únicos dos guerreros de la pista a lograr el objetivo de implantar la nueva marca de 12 horas con nueve minutos.
Con el cierre triunfal, los atletas, incluida la madre del niño, recibieron la atención médica de protocolo para descartar algún problema físico debido a la agotadora exigencia a la que fueron sometidos sus cuerpos.
Personal de apoyo del Ayuntamiento, comentó que don Rafa y su acompañante solo fueron asistidos en algunos lapsos con cloruro de etilo para contrarrestar la fatiga muscular.
Los atletas solo detuvieron para hidratarse, comer algún snack, y echarse agua en la cabeza.
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