Si en algún momento has tomado la decisión de ir a un gimnasio deberás conocer la famosa frase Sin dolor no hay ganancia, y amanecer, además, con todo el cuerpo adolorido por el duro entrenamiento del día anterior.
Este es uno de los primeros retos que el gimnasio te pondrá. Sentirás dolor en las piernas, el abdomen, los brazos, es más, hacer actividades básicas como vestirte te representará dolor dolerá. Ya mejor ni hablamos de ir al baño, pues se volverá toda una misión.
Construir este hábito no es sencillo, conlleva muchos sacrificios, como levantarse lo más temprano posible para preparar las comidas del día e ir al gimnasio para iniciar las actividades programadas. Al menos así es la rutina de Abigail Chaparro, licenciada en Deporte y Cultura Física que, además, lleva entrenando siete años.
Ella misma reconoce que no siempre fue constante, sino que hasta apenas hace cuatro años tomó el toro por los cuernos y comenzó a disciplinarse.
“Se gasta mucho dinero realmente, es bonito pero es una vida cara. Al mes me he llegado a gastar hasta 7 mil pesos entre planes de dieta, suplementos alimenticios, pagos por asesorías con nutriólogo y entrenador personal, y ropa deportiva".
Por experiencia, Abigail cuenta que los primeros dos meses del año son los más incómodos para ir a entrenar, ya que todos los gimnasios se llenan de gente a cualquier hora, al adquirir el compromiso de hacer ejercicio e iniciar el año con todo; sin embargo, en marzo poco a poco vuelve a la normalidad y muchos abandonan el objetivo.
“En el mes de febrero incluso hago fila para usar los aparatos y la verdad eso quita tiempo”, narra. Dijo que este estilo y ritmo de vida no le funciona a todos. Como por ejemplo a Nadia Rodríguez, una joven de 23 años que en repetidas ocasiones lo ha intentado, aunque el gimnasio no termina por convencerla.
Contó que el último año adquirió la anualidad para ir a entrenar, pero solo fue seis meses y desistió, ya que le pareció mucho más interesante tomar clases de un deporte en específico.
Un gymbro, la motivación perfecta para entrenar
Pero una de las grandes virtudes de ir al gimnasio es que se establecen lazos de amistad fuertes que traspasan el área de pesas. Abigail dice que incluso el ambiente y los amigos que ha hecho en el gym la motivan para continuar entrenando cada día de la semana.
De acuerdo con la experta nunca es tarde para regresar y desquitar esa membresía en el club o gimnasio, es importante dejar atrás las malas experiencias, expectativas frustradas y atreverse a intentarlo una vez más, de todas formas no hay nada que perder más que esos kilos de más y tonificar el cuerpo.
Además, tener por lo menos 40 minutos de actividad física es lo ideal para mantener una salud buena y, por qué no, mejor humor, ya que al ejercitarse el cerebro libera endorfinas. Pero si lo vas a retomar debe ser de menos a más.
“Hay que realizarlo poco a poco, es fundamental realizar una rutina de readaptación para evitar posibles lesiones y dolores muy exagerados”, explicó.
Más que máquinas
Hay algunos gimnasios que incluso ofrecen actividades en grupo, como baile, spinning, box, pilates, etcétera. Por último, Abigail dice que si planeas retomar el ejercicio en el gimnasio es necesario solicitar la ayuda de un entrenador experto para evitar lesiones, sobre todo personas de la tercera edad y quienes ya hayan padecido alguna en otro momento.
No esperes a que sea lunes para retomar el propósito, mejor inicia en cuanto puedas, en Cuernavaca hay muchas opciones en el mercado, tan solo en la zona centro de la capital hay más de cinco gimnasios, tres de ellos ubicados sobre Boulevard Juárez. Tienes variedad de precios y planes para tu presupuesto, pero recuerda decidirlo con inteligencia.
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