Durante la representación 36 de la obra “El mártir del Gólgota”, que se realizó este viernes en la comunidad Abelardo L. Rodríguez, en el municipio de Ayala, no todo salió según lo planeado: el calor extremo, así como los varazos que recibieron los actores que interpretaron a Jesús, Dimas y Gestas, obligó a todos los participantes a acortar el recorrido y apresurar la crucifixión. En el momento más peligroso, Ezequiel López, quién interpretó el papel principal, estuvo a punto de convulsionar.
“Tuvimos que cambiar unas escenas y apretar el paso, porque tanto yo como mis compañeros, los ladrones, ya veníamos mal. Sentimos los varazos muy dolorosos”, dijo Ezequiel, de 30 años, quien también es director de la obra de teatro.
Los participantes del viacrucis reconocieron que, a diferencia de otros años, esta vez la pandemia impidió prepararse adecuadamente, tanto a nivel físico, mental como espiritual.
“Este año no nos preparamos por lo mismo de la pandemia, por lo mismo de que soy director, viendo todos los escenarios, todo lo que se va a hacer, y también mi trabajo”, reconoció Ezequiel, al término de la representación.
Hacia las 14:06 horas, el cuerpo de Ezequiel era bajado de la cruz. No se movía y, más bien, se quejaba. Con dificultad, sus compañeros lograron sostenerlo en hombros y trasladar su cuerpo de la altura de la cruz a la tierra. Alrededor, nada de verdor, ni aire que refrescara el ambiente.
Al término de la representación, los participantes se reunieron en la iglesia de la comunidad y, posteriormente, en la cancha, espacio donde convivieron en agradecimiento por la oportunidad de haber participado en la representación.
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