[Guía Centennial] Trastornos alimenticios, ¿qué son y cómo tratarlos?

Este tipo de enfermedades traen consigo severos daños físicos y psicológicos para quienes las padecen

Emireth Cossio | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 16 de septiembre de 2023

Cortesía | Macrovector

Karen Mitzari García, psicóloga y especialista en terapia cognitiva conductual, explica que los trastornos alimenticios o de la alimentación se pueden originar desde la presión del entorno social, así como otro tipo de conductas o situaciones que se desencadenan por patrones aprendidos.

Tienen que ver con un patrón restrictivo o compulsivo de poder alimentarte, es decir, con una situación asociada de manera alimentaria con angustia emocional, física o social. Puede empezar generalmente en la adolescencia y tiene factores múltiples, ya sea por cuestiones psicológicas, sociales, psiquiátricas u orgánicas”.

Entre los tipos de trastornos de conducta alimentaria están la anorexia nerviosa, bulimia, síndrome por rumiación, por mencionar algunos.

Agregó que se pueden identificar cuando una persona comienza a bajar rápidamente de peso y en determinados casos podrían estar en peligro de muerte.

Por ejemplo, la anorexia nerviosa es la más común entre los pacientes y generalmente está asociada a factores psicológicos, por ejemplo, la ansiedad por engordar, de ahí que se restrinjan los alimentos para evitar cualquier subida de peso incluso cuando la persona es muy delgada.

Mitzari García reitera que cada tipo de trastorno debe ser identificado y tratado con profesionales de la salud, sobre todo especialistas en la materia, tales como nutriólogos, psicólogos y psiquiatras, aunque también es importante la prevención desde casa.

Lo mejor es empezar con una situación preventiva y acercamiento a los espacios de la promoción de la salud, sin embargo, una vez que el paciente presenta este tipo de problemáticas es importante que asista con un equipo especializado, por ejemplo un psicólogo, además de vincularse con un nutriólogo que tenga la experiencia con esta clase de trastornos de alimentación”.

Agrega que en caso de que el paciente esté en una situación súbita, “recomendamos la hospitalización o internamiento porque los pacientes que llegan con una bradicardia o que tienen un índice de masa corporal muy bajo que incluso pone en peligro su vida, requieren hospitalización y atención de manera integral”.

Señala que durante la adolescencia es cuando hay mayor vulnerabilidad entre los jóvenes, pues se relaciona con los cambios físicos, hormonales y mentales que comienzan a atravesar.

Asimismo, detalla que a las mujeres en muchas ocasiones se les compara con los cuerpos que se ven en redes sociales y en los conceptos de moda que se manejan en ciertos periodos.

¿Cómo prevenir?

La especialista considera que es necesario entender la vinculación sana con la comida, es decir, que desde casa se debe motivar a las y los jóvenes para que tengan una buena relación con los alimentos; por ejemplo, no obligar a comer más de lo que su cuerpo requiere y, en caso contrario, identificar la falta de apetito constante.

Es importante que la vinculación con la comida desde edades tempranas se pueda asociar con la salud mental; desde el ámbito familiar hay que dejar de estereotipar el cuerpo de las personas; el segundo punto es llevar buenos hábitos alimenticios, un buen vínculo con la comida implica no comer viendo televisión, no comer usando el celular, no restringir los alimentos, enseñar el plato del buen comer que tiene que ver con las cantidades, aprender a moderarlas y equilibrarlas para que sean suficientes, para que podamos estar sanos y generar muchos lazos de comunicación, especialmente con los adolescentes, expresarles cuáles pueden ser las consecuencias y no esperar a que haya un problema para acudir al psicólogo, y asociar esta práctica también con el autocuidado de la salud mental para que con ello se puedan identificar diferentes conductas que puedan ser dañinas para sí mismos y para el resto de las personas”.

Por último, mencionó que algunos casos son más complejos de tratar, sin embargo si son detectados a tiempo se pueden salvar vidas.

Ayuda profesional

A nivel nacional, el IMSS cuenta con dos mil 900 nutriólogas y nutriólogos de diferentes categorías en los tres Niveles de Atención, que en 2022 brindaron más de 2 millones 423 mil consultas



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