Un restaurante o una taquería puede llegar a pagar hasta 30 mil pesos mensuales de limón y al menos 18 mil por aguacate, pues algunos negocios ocupan un costal diario de ambos frutos, así lo aseguró la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Morelos.
Griselda Hurtado Calderón, afirmó que estos incrementos junto con la inflación de más del 7 por ciento que se registró en 2021, tienen al sector restaurantero en una posición muy difícil, sin embargo, aseveró que muchos de sus agremiados siguen trabajando para salir adelante y en vez de subir los precios del menú, están absorbiendo esas pérdidas económicas.
“Regularmente un restaurante grande o una taquería también grande, ocupa un costal de limón que viene valiendo como mil pesos y al mes son casi 30 mil pesos, entonces esto es casi como pagar una renta entonces si es muy significativo el golpe monetario para el sector restaurantero”, aseveró Griselda.
En Morelos existe producción de limón, pero los trabajadores del campo no tienen el suficiente apoyo por lo que solicitó a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) destinar mayores programas de apoyo al campo morelense para que El sector gastronómico pueda consumir lo local, pues actualmente Canirac compra limón del Estado de Michoacán.
“El precio del aguacate ahorita ya bajó un poco y lo compramos en 50 pesos el kilo, pero aún así es un precio que nosotros nos afecta por eso estamos buscando la manera de poder de equilibrar con productores locales de Morelos”, señaló.
El limón y el aguacate son productos ampliamente utilizados en la gastronomía de nuestro estado y por ello, a los restauranteros no les ha quedado de otra que comprar ambos productos al precio que se encuentren pues no pueden cambiar el menú o explorar otros platillos.
“No se puede cambiar el platillo, si el pozole lleva aguacate, pues se le tiene que poner aguacate, entonces no hay manera de quitar algún producto. Ahorita los precios se mantienen igual y estamos absorbiendo esos incrementos, porque al cierre del año pasado lo subimos por la inflación”, destacó.
La esperanza que tienen los agremiados a Canirac es que el precio de la canasta básica se estabilice y pueda bajar algunos insumos que no han dejado de crecer durante toda la pandemia.
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