Se vislumbra la caída de venta de trajes o vestidos para la tradicional presentación de los niños Dios, ante el repunte de la cuarta ola de la pandemia, advierte Roció Hernández Quiroz, quien espera que se conserve la tradición y las familias conserven la fe, dio al reconocer que muchos niños quedaron huérfanos y vale la pena que los adopten las nuevas generaciones.
Este es un negocio familiar con más de 30 años vistiendo niños Dios, dijo al plantear que lo empezó su mamá y es la misma gente la que recomienda el trabajo que hacen, ya que no solo es vender los trajes, muchas veces hay que vestirlos cuando los traen con tiempo, para que el dos de febrero, que lo presentan ante la iglesia, el niño luzca como quieren.
Está es una bonita tradición, llena de misticismo y fe, dice en torno a la historia que conserva cada imagen en cada familia, y la gran variedad de tamaños, y precios de ropas o trajes que hay para cada niño, dice mientras refiere la gran variedad de trajes que hay para personificar al niño Dios, dijo al ser entrevistada en el puesto que tiene junto la entrada principal al mercado provisional de Zacatepec donde exhibe varios de los ropones, vestidos y trajes para la ocasión.
Roció Hernández Quiroz reconoce que este año la nueva ola de la pandemia en la cepa de Ómicron, la gente se ha reservado tiene miedo, porque en la primera etapa del Covid-19, la gente enfrento muchos gastos para salir adelante, con las últimas olas la gente ya está muy desgastada y lo vimos a fin de año y con los gastos para los Reyes Magos, la gente se guardó su dinero para salir y los que sacaron reyes lo hicieron en las tiendas departamentales a meses sin intereses.
Pero los vestidos y trajes ara los Niños Dios, no se venden en esos establecimientos, este negocio es más familiar, así como muchos otros en la región, que también venden vestidos de niño Dios, son comerciantes locales, artesanales, que hacen los vestidos o se los compran a artesanos. Este sector espera ansiosamente estas fechas, para trabajar y tratar de recomponerse o recuperarse, porque hace un año la situación estuvo muy difícil, porque también estuvieron en crisis, o en cerrados.
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Y muy a pesar de esas circunstancias, muchos comerciantes locales están esperando esta temporada para recuperarse, de ahí que los invitamos a todas las familias mexicanas, católicas que no pierdan la tradición, que traigan a vestir a sus niños dioses a los comercios locales en Zacatepec o de Jojutla o cualquier lugar de la región donde los compañeros que viste venden estos artículos también lo hacen con fe.
Hernández Quiroz reconoce que este fenómeno del Covid-19, es muy triste muy triste, ya que ha muerto mucha gente en; Jojutla, Tlaquiltenango, Tlaltizapán, Zacatepec, Puente de Ixtla, Xoxocotla y en todo el estado, pero en esta región se resiente ya que murieron muchos mamás, papas o abuelas que tenían arraigada la tradición de vestir y presentar al niño Dios en la iglesia el Día de la Candelaria el 2 de febrero, muchos tienen la encomienda por generaciones, pero ahora esos niños quedaron huérfanos, si no los retoman las nuevas generaciones, esperamos que los adopten y perduré ese recuerdo, lo último que se pierde es la fe.
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