Durante las primeras dos semanas del cambio de semáforo en Morelos, las ventas en los restaurantes agremiados a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) cayeron 20 por ciento y podrían reducirse aún más.
Griselda Hurtado Calderón, presidenta de la organización de prestadores de servicio, explicó que esta baja, aunque no es muy grande, representa una pérdida considerable para el sector, pues a diferencia de otros comercios que se recuperaron durante el color verde, este gremio no pudo hacerlo.
“El sector gastronómico no está vendiendo actualmente lo que comercializaba en 2018 o antes de la pandemia. El cambio de semáforo nos preocupa, pero confiamos en que la Secretaría de Economía y la de Turismo se pongan en los zapatos de los empresarios para apoyarnos”.
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Consideró que se necesita un equilibrio entre la salud y la economía, que permita a los restauranteros seguir trabajando, pues en estos 18 meses muchos tuvieron que cerrar temporalmente.
En la Canirac, que aglutina a más de 200 restaurantes trabajan unos seis mil empleados de los que un 70 por ciento ya fueron vacunados, es decir que restan sólo los de 18 a 30 años, de acuerdo con Griselda, quien destacó que se necesita de completar a todos los sectores a fin de reducir los contagios y así avanzar hacia el verde.
“Estamos resistiendo y esperando a seguir subsistiendo en el Estado de Morelos porque no hay una recuperación real, tangible o palpable. Pero desde que anunciaron el semáforo amarillo nos bajaron las ventas a cómo veníamos teniéndolas”.
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