El martes inició la décima edición del Festival de Cine y Medio Ambiente Cinema Planeta, el cual surgió en la Ciudad de la Eterna Primavera y año con año ha trascendido fronteras, al convertirse en unos de los más importantes a nivel mundial.
Con el lema Porque podemos hacer algo, cada edición de Cinema Planeta es una oportunidad para reflexionar.
En esta década ha construido un movimiento cultural y educativo basado en el cine, el arte y la ciencia, lo cual brinda al público herramientas para estar mejor informado y tomar decisiones conscientes.
“Estamos celebrando 10 años con un banquete cinematográfico de 80 títulos divididos en secciones, las cuales son Tierra, Cuenca, Mundos, Palomitas, Ecos, Focos, Selección Oficial en Competencia Nacional, Selección Oficial en Competencia Internacional y Presentaciones especiales”, expresó Gustavo M. Ballesté, codirector del Festival.
Este año, algunas de las proyecciones que destacan son Jane, dirigida por Brett Morgen con imágenes inéditas de la vida de Jane Goodall. Además, por primera vez realizarán una Noche de Terror, el viernes 27 de abril a las 20:30 horas, en el Panteón de Ocotepec, con la proyección del documental Rats, dirigido por Morgan Spurlock.
El evento especial con la película Dusk Chorus los llevará al Amazonas a través de sus sonidos. En la sección Mundos se presentará la retrospectiva del realizador austriaco Michael Glawogger, que incluirá su trilogía documental sobre el mundo del trabajo, así como su última película, terminada después de su muerte en África luego de contraer malaria.
En la sección Focos, se hará énfasis en el consumo responsable, que es el tema de este año; se hablará sobre cómo decidimos, qué bienes y servicios consumir, al tener en cuenta las características sociales y laborales de su producción y su impacto ambiental.
El objetivo de Cinema Planeta es crear conciencia sobre las consecuencias de nuestras decisiones cotidianas, pues es importante reconocer que todos somos corresponsables del comportamiento de empresas y gobiernos que privilegian las ganancias económicas sobre las condiciones de los seres humanos, animales y plantas del planeta.