En la última década se ha demostrado que el problema de México no es el crecimiento económico sino la mala redistribución de la riqueza que mantiene a más de 50 millones de mexicanos en pobreza. Ante esta problemática, especialistas sugieren que si se redistribuye cinco por ciento de los ingresos de los que más tienen en favor de los que menos tienen, prácticamente desaparecería la pobreza extrema.
El estudio de Hufman Curtis y Delfino Vargas analiza el comportamiento de la pobreza y pobreza extrema ante varias tasas de redistribución de la riqueza que varían de 0.5 a 10 por ciento. Observando que con una tasa de redistribución de cinco por ciento la pobreza multidimensional, que incluye el rezago educativo, el acceso a salud, a la seguridad social, a la alimentación y a la vivienda, se reduce de 46 a 40 por ciento; mientras que la pobreza extrema disminuye de 9.5 a uno por ciento.
Esto sería posible si se gravaran los ingresos de los sectores sociales más adinerados para transferirlos a los sectores en condición de pobreza, ya sea mediante nuevos impuestos o aumentando la tasa que actualmente se les cobra. La mayoría de países contempla este concepto de progresividad, en aras de la justicia social.
De tal modo que 20 por ciento de los hogares más ricos beneficiarían a 50 por ciento de los hogares más pobres, según indica el artículo Redistribución, desigualdad y pobreza "¿Qué podemos esperar de una nueva política de redistribución del ingreso?"
Otros caminos para suprimir la pobreza
Una vía más para disminuir la pobreza podría ser proporcionar una renta igual al monto que necesita cada persona para escapar de ella. De acuerdo con el autor del análisis "¿Será posible abatir la pobreza en México?", publicado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Fernando Cortés Cáceres, revela que “mayores ingresos en manos de los sectores sociales con menos recursos económicos abatirían la carencia en el acceso a la alimentación, debido a que estos grupos sociales dedican a ese fin una buena parte de su ingreso.
El análisis del doctor Cortés muestra que de cada 100 personas en situación de pobreza alrededor de 16 han sido indígenas entre los años 2010 y 2016, por lo que “las políticas de combate a la pobreza podrían alcanzar el éxito si se propusiesen atenuarla o erradicarla en la población originaria”.