Una fogata que un grupo de senderistas olvidó apagar movilizó no sólo a los cuerpos de emergencias de Jantetelco, sino al propio Ejército mexicano, una acción con la que fue posible evitar que las llamas se expandieran por todo el Cerro del Chumil (un espacio turístico que suele ser frecuentado por amantes de la aventura de Morelos y otras partes del país).
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Posteriormente, las autoridades locales exhortaron a la población a adoptar una cultura preventiva, toda vez que la temporada de incendios aún no concluye:
"Exhortamos a los habitantes que extremen todas las medidas cuando realicen este tipo de acciones. Gracias a Dios la lluvia y la presencia del ejército, así como el apoyo de nuestros compañeros, lograron sofocar las llamas", dijo Ángel Domínguez Sánchez, alcalde del municipio.
Si algo caracteriza a Jantetelco desde la distancia es la presencia de tres imponentes cerros, todos ellos hoy convertidos en sitios de atracción turística, se trata del Cerro del Chumil o Cabeza de Mono, donde ocurrieron los hechos; así como, los cerros Delgado y Gordo de Chalcatzingo, que se alzan sobre un antiguo asentamiento olmeca con más de tres mil años de historia, que conserva dos pirámides y más de 40 petrograbados en buen estado.
"Como autoridades, tenemos la responsabilidad de actuar en estos casos, pero como ciudadanía también tenemos el deber de cuidar nuestros espacios", agregó.
De acuerdo con la Dirección de Protección Civil del municipio a cargo de Ronque Barranco Flores, durante esta temporada de incendios se presentaron hasta 17 incendios de pastizales a la semana, la mayoría de ellos provocados por ciudadanos.
La situación se complicaba en un municipio cuyo cuerpo de bomberos cuenta sólo con tres elementos, por lo que, las autoridades exhortaron siempre a la comunidad a sumarse a la prevención.
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