Por necesidad y en busca de una mejor calidad de vida, los hijos de María Zapata y Silvestre Pantaleón decidieron cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos. Desde entonces, han pasado 30 años, pero en una semana volverán a encontrarse para abrazarse y estar juntos nuevamente, aunque sea sólo unos días.
"Se fueron porque querían mejorar su calidad de vida, porque aquí no había oportunidades de empleo", explicó María Zapata Rodríguez, de 74 años, quien señaló que son cinco hijos los que están desde hace 30 años en Estados Unidos.
Sin embargo, sólo faltan unos días para que María Zapata y Silvestre Pantaleón vuelvan a encontrarse con sus hijos, lo que los llena de alegría; "sin duda lloraré, pero será de emoción, porque yo pensé que ya nunca más los volvería a ver", señaló con emoción María.
Esto será posible porque la asociación de migrantes en Chicago Tierra y Libertad encabezara la entrega de 87 visas a familiares de migrantes que se encuentran en la ciudad de Chicago, Estados Unidos.
Silvestre Pantaleón, de 72 años, es otro padre de familia que en próximos días se reunirá con su hijo, "ya han pasado muchos años desde que se fue, cerca de 30, y aún recuerdo la última vez que lo vi, cuando agarró camino hacía Estado Unidos en busca de nuevos sueños, de nuevas esperanzas", comentó.
El hombre expresó su alegría de saber que volverá a ver a su hijo, "y a mis nietos, que de seguro ya están muy grandes. La necesidad lo hizo irse porque aquí no hay muchas oportunidades de trabajo y de crecer", agregó.
Adán Guerrero, representante del Club de Migrantes Tierra y Libertad de Chicago, expuso que desafortunadamente hay muchos padres que no pueden visitar a sus hijos por su situación migratoria, pero que gracias al programa "Cuautla sin fronteras" podrán cumplir con este sueño.
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