En un domicilio de la calle Matamoros en Coatetelco una familia nos permitió entrar a la intimidad de su hogar, para conocer la ofrenda de una recién nacida que este año cumplió 14 años, el próximo año le celebrarán sus XV años; la madre nos cuenta con lágrimas en los ojos esta dolorosa celebración.
En la comunidad indígena de Coatetelco, que para 2019 será ya municipio, aún se preservan la herencia prehispánica de las ofrendas colgantes que aunque cada vez son menos, se manifiestan en su defensa.
En su búsqueda llegamos hasta un domicilio donde se escucha muy fuerte la música, la familia nos permite entrar a conocer el altar de la ofrenda de una menor de edad, la ofrenda es grande y llena de colorido por las flores de cempasúchil, terciopelo, los globos, y las golosinas, refrescos, pan, mole rojo y verde, frutas, e incluso otros elementos como un bule de agua, mazorcas entre otras cosas.
Sin embargo, la ropa no era para una recién nacida, ni los juguetes; había desde modernas camisetas de adolescentes, un pantalón de mezclilla y una chamara de piel; “creo que esos serían sus gustos si viviera” dijo la madre. También nos invitó para acudir el próximo año que celebrarán los XV años como si estuviera viva, ya que tendrá padrinos e incluso música viva.