Investigadores agrupados en el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Morelos (OCCA), sostienen que una mala calidad en el aire que respiramos cada día, tiene una relación directa con la dispersión de virus como Covid-19, además de contribuir en otras enfermedades crónico-degenerativas como el Alzheimer, Parkinson y demencia; ahora que los contagios se han elevado considerablemente, los expertos recomienda a las autoridades gubernamentales mayor atención a un sistema de monitoreo del aire del cual hasta la fecha han sido omisos.
El investigador del Instituto de Matemáticas de la UNAM, Antonio Sarmiento Galán señaló que de acuerdo con estudios internacionales, queda demostrado que existe una correlación entre la contaminación del aire con el incremento de enfermedades.
“Estamos prácticamente respirando esas enfermedades, ya no son contagios que sean por el contacto, o por estornudos como es la Covid-19 o muchas otras cosas, sino también ese tipo de patógenos que están flotando en el aire y los estamos respirando. Aun y cuando el contagio sea por otra forma, todas están relacionadas con la contaminación del aire; no es fácil detectarlos”.
Padecimientos como el Alzheimer, Parkinson, y la demencia, han mostrado un incremento y descenso relacionado con la calidad del aire, sobre todo las partículas suspendidas con un diámetro igual o menor a 2.5 micras, por eso se les llama PM2.5.; respecto a la Covid-19, investigadores han observado que en la medida que aumenta la movilidad, con ello la contaminación, por lo que también se da un incremento en el número de casos.
No hay un mecanismo claro de cómo influye, pero se tienen medidas concretas de que esto ocurre; “no hay duda”, añade, no sólo en países muy industrializados sino también en los que no lo están tanto; en el mundo existe una hipótesis que señala que en las zonas industriales con una gran contaminación ambiental es donde mayor número de casos hubo.
En países como Italia, “por una parte sí tiene que ver que en las industrias a los obreros se les obliga a asistir a trabajar, y que ahí se enfermaban, pero también porque eran las regiones más contaminadas, o sea, en donde más emisiones había de contaminantes y particularmente estas de 2.5 micras”, agregó Héctor Zetina, integrante del Observatorio.
Los expertos señalan que esto no solo es un problema del que el gobierno debe ocuparse, sino todos los ciudadanos realizando o dejando de realizar actividades que contaminan el aire, como la quema de combustibles fósiles aun cuando es el principal contaminante, existen otros, explican.
“El rodamiento de llantas de los vehículos, los grandes camiones, autobuses, camiones menores, camionetas, taxis, cada que gira la llanta desprende material con el que están fabricadas que ya no son caucho, sino químicos, polímeros fabricados en un principio con lo que queda del petróleo al refinarse, pero ahora son con una parte menor del petróleo que se extrae”.
Señalan que de acuerdo con estudios internacionales, queda demostrado que existe una correlación entre la contaminación del aire con el incremento de enfermedades.