Burocracia frena la vocación de los profesores

El secretario general de la Sección 19 del SNTE aseguró ser testigo de los cambios que ha tenido la docencia con el paso de los años

Valeria Díaz | El Sol de Cuernavaca

  · lunes 15 de mayo de 2023

En Morelos, de acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, hay 34 mil 922 maestros, y tres mil 663 escuelas. / Archivo | El Sol de Cuernavaca

El secretario general de la Sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Morelos, Joel Sánchez Vélez, aseguró ser testigo de los cambios que ha tenido la docencia con el paso de los años debido a la burocracia que se requiere para ser maestro actualmente.

Sánchez Vélez sostiene que la labor que los docentes desempeñan dentro de las aulas no termina en cuanto suena la campana que anuncia el fin de la jornada laboral, ya que los maestros también se llevan tarea a sus casas.

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“Hay situaciones que han venido a lastimar la vocación, el asunto de las tareas administrativas que hoy realizan los compañeros, que son muchísimas, y les quita tiempo para dedicarse de lleno a la docencia”.

Dijo que el tiempo que los maestros le dedican a las planeaciones de sus clases, por ejemplo, es una inversión que no se les remunera y a pesar de eso las personas no dejan su vocación; reconoció que podrían hacer aún un mejor trabajo si el tiempo que le dedican a la evaluación y planeación de clases que hacen en horario no laboral.

Como ejemplo citó las reuniones del Consejo Técnico Escolar (CTE) que organiza la Secretaría de Educación Pública (SEP), las cuales son obligatorias, pero asegura que ha ido mejorando conforme pasa el tiempo.

En eso coincide Mirta Alejandra Salazar Castro, maestra de educación especial desde hace 7 años.

Reconoció que al principio ir al CTE no tenía mucho sentido para ella, pero actualmente es un tiempo de retroalimentación que aprovecha para afianzar su labor y tiempo frente al grupo.

Mirta Alejandra dice disfrutar y amar su labor, porque ella le enseña y ayuda a sus alumnos a valerse por sí mismos, pues trabaja con niños con diferentes discapacidades.

"Creo que es de gran ayuda el hecho de que tengamos un momento para hablar de temas de la escuela y las necesidades que hay".

Comentó que en un mundo ideal, el tiempo extra que se toma, al igual que los recursos que destina para la creación de su propio material o el que invierte en cursos para nutrir sus conocimientos, debería ser remunerado, pero confían en que en algún momento la burocracia también se refleje en su nómina.

Además de los cursos obligatorios y voluntarios que ofrece la SEP, Mirta Salazar cuenta que se ha visto en la necesidad de pagar talleres y actualizaciones por su cuenta, porque muchos de esos cursos cada ciclo escolar se repiten, pero no todos los maestros tienen la oportunidad de destinar una parte de su sueldo en capacitación

Pese a todo asegura que no cambiaría su profesión por ninguna otra, ya que considera que son los maestros la guía que les muestra el mundo después de los padres. "Al final vale mucho la pena el esfuerzo y horas de trabajo que uno les dedica a los pequeños, ellos al final nos enseñan más que nosotros a ellos", aseguró.

En el sector privado la situación es similar pero con menos privilegios, ya que los profesores de educación privada no tienen seguridad social, vacaciones, aguinaldo ni utilidades, de hecho durante las vacaciones se quedan sin trabajo y son las otras actividades con las que complementan la decencia lo que los mantiene durante esos días.

Rodríguez Gutiérrez es docente desde hace 6 años de escuelas privadas porque hasta la fecha no ha obtenido una plaza en el sistema de educación pública. Le ha dado clases a jóvenes de preparatoria y universidad, principalmente.

Mencionó que en ninguna de las instituciones para las que ha trabajado le dan beneficios que no sean su sueldo, lo único adicional que le brindan son descuentos para poder estudiar alguna maestría o carrera, pero es lo único, reveló.

Al igual que los maestros de educación pública, Rodrigo debe cumplir con procesos burocráticos como los criterios de evaluación, la planeación de cátedra y su asistencia al CTE, este último no muy útil, comentó.

En Morelos, de acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 34 mil 922 maestros, y 3 mil 663 escuelas, estos datos apuntan a que son cada vez más las personas que toman la decisión de formarse profesionalmente para ser docentes en los diferentes niveles que hay, desde la educación inicial hasta la superior, ya que hace 23 años en total, había 20 mil 474 docentes, lo que quiere decir que, en la actualidad hay cerca de 15 mil maestros nuevos.


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