Con una población estudiantil de casi el 100 por ciento en este 2022 comparado con el 2021 en las escuelas jornaleras en el municipio de Cuautla, la directora de las escuelas jornaleras, Yajaira Anzures Anaya, afirmó que existe una mayor apertura de los padres de familia para que los menores estudien, menciona que poco a poco se van rompiendo tabús entre este grupo de la población.
La Unión Local de productores de caña de azúcar encabezada por Miguel Barranco García, cuenta con varias escuelas jornaleras dentro de los albergues cañeros, en los albergues de Puxtla, Casasano, Calderón y Cocoyoc es donde de manera gratuita se les brindan clases educativas a los hijos de los cortadores de caña, que llegan a Morelos en el período de zafra.
El preescolar Tlamaticampa, primaria Bicentenario de México y telesecundaria Tlahuicalli, son las escuelas avaladas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) que trabajan dentro de los albergues cañeros.
La entrevistada dio a conocer que en este período de zafra 2022- 2023 tienen una matrícula de 60 menores estudiando, los cuales están divididos en los tres niveles escolares en todos los albergues antes dichos, comparado con el periodo de zafra anterior 2021- 2022 donde registraron una matrícula de 35 menores de edad.
Este año el albergue de Calderón es el que más niños tiene con 27 alumnos y dos maestras encargadas, mientras que el albergue de Puxtla, es el más pequeño con un total de cinco niños estudiando. En el albergue de Casasano sólo se tiene los niveles de preescolar y primaria en este año, ya que no llegaron jóvenes en edad de secundaria.
Anzures Anaya señaló que existe un mayor interés por parte de las familias jornaleras para que los menores estudien, tema que considera un logró pues poco a poco se ve el interés de los niños en tener una profesión y esto los motiva a seguir estudiando.
“Hemos visto un avance muy significativo en las familias jornaleras que vienen en cada período de zafra a Morelos, tanto los padres de familia se interesan porque los niños estudien y son los mismos niños quienes nos dicen que ya no quieren ser jornaleros, que ellos quieren ser doctores, policías, bomberos o maestros, eso es un logro tanto para la Unión cañera, nosotras y sobre todo las familias que pueden brindar otro estilo de vida a los menores”, precisó la directora.
Reconoció que en zafras anteriores era complicado, porque los niños no querían estudiar y los padres de familia no apoyaban a que estos cumplieran con sus actividades académicas, sin embargo, en esta última zafra se ha visto mucho más trabajo en conjunto por parte de la Unión y los padres de familia.
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