Aunque la digitalización de obras bibliográficas puede representar un gran paso hacia el futuro y es una medida efectiva pare reducir el consumo de papel, no todos los libros pueden pasar este proceso. Para toparse con esta gran verdad únicamente hay que pensar en aquellos libros que son diseñados para las personas ciegas o con discapacidad visual, un tema que también genera preocupación para las autoridades educativas.
A principios de este año, el Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) inició la distribución de paquetes de libros de texto gratuito en formato Braille y Macrotipo (para personas con debilidad visual) para 102 primarias y 19 secundarias del estado, un paso que ya desde entonces supuso un avance rumbo a las dificultades que el sector tendría que enfrentar cuando la pandemia del Covid-19 se hizo una realidad en esta región del país: al trasladar las clases al mundo virtual, la atención a los alumnos con discapacidad visual representaba un nuevo reto.
Para Katherine Rodríguez Abarca, licenciada en Intervención Psicopedagógica y que tiene experiencia con alumnos ciegos, las propuestas auditivas pueden constituir una alternativa efectiva paralela al proceso de digitalización que se vive no sólo en el ramo educativo, sino el bibliográfico en general:
“Si va a haber una metodología especial para ellos, que no sea por el tema de la digitalización, sino por un proceso de audios, que es más popular y permite la accesibilidad a información a personas con discapacidad, tanto para su aprendizaje como para su vida social. De esa forma estaríamos hablando de inclusión”, opina Katherine.
Considera que un aspecto fundamental para lograr la inclusión de personas con discapacidad visual es que el resto de la sociedad se involucren en la enseñanza y aprendizaje del sistema Braille, tal como actualmente existen proyectos para enseñar otras lenguas en las escuelas de nivel básico.
Con pocos libros en Braille
Gracias a la tecnología, actualmente existen dispositivos que permiten convertir cualquier material bibliográfico en un libro con páginas en Braille. Sin embargo, Morelos todavía está lejos de acceder a este tipo de herramientas, según reconoce Jesús Reyes Posadas, Coordinador Estatal de Bibliotecas Públicas.