El municipio de Jantetelco llega a acumular toneladas de llantas de plástico, material que representa un peligro para la salud en caso de arder, como ocurrió en el incendio de Cuautla, informó Roque Barranco Flores, titular de la Dirección de Protección Civil.
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Para evitar situaciones similares, las autoridades crearon un depósito de llantas, a través del cual se envían a una empresa de cemento local para su reciclaje.
"La llanta que nos recolectan en el municipio ya es mucha, toda la concentramos en el auditorio de Amatzongo, en Amayuca, desde son llevadas a la cementera. Tratamos de no quemar llanta porque sabemos lo peligroso que es", explicó el funcionario municipal.
De acuerdo con autoridades de protección civil, quemar llantas es peligroso por varias razones, entre ellas la emisión de sustancias tóxicas al aire, como monóxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, gases que pueden causar problemas respiratorios; además de la contaminación del suelo, por las cenizas, partículas y metales pesados que caen a la superficie.
Sólo en Jantetelco, los talleres mecánicos generan hasta dos tráilers de neumáticos cada cuatro meses, lo que se traduce en unas 40 toneladas de material tóxico.
Con todo, la Dirección de Protección Civil sostiene que los riesgos están controlados no sólo por la habilitación del depósito, sino también con el apoyo de los alfareros de la zona, que sustituyen dicho material para hacer arder sus hornos por la madera:
"Nos hemos dado cuenta que la mayoría tienen ya sus montones y desperdicio de madera, y llantas ya casi no hemos visto que las tengan almacenada, por lo menos en Jantetelco", dijo Barranco Flores.
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