El sacerdote José Alejandro Solalinde informó que junto con el arzobispo de Canadá, Leonardo Marín-Saavedra, se busca un "puente aéreo” para llevar migrantes a aquel país, como una estrategia para encontrarles una nueva forma de vida.
Dijo además que "no debemos despreciar a las instituciones y en estos momentos de solidaridad ya se hecho un buen trabajo, tanto con la Policía Federal como con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las comisiones de Derechos Humanos de los estados y otras autoridades".
Según él, hay migrantes que buscan quedarse en México y otros seguir su camino hacia el norte, pero no a Estados Unidos sino a Canadá.
Ante ello, dio a conocer que sostuvo comunicación con el arzobispo Leonardo Marín-Saavedra para analizar un “puente aéreo” para llevar migrantes que quieran ir al Canadá, incluso si es necesario desde Guatemala sin pasar por México.
Solalinde mencionó que de lograrse un acuerdo para el puente hacia Canadá autoridades de ese país y el arzobispo han comentado que se buscarían perfiles para trabajo temporal.
Ello, comentó, porque temen que vayan personas con antecedentes delictivos y no quieren tener problemas, ya que son pioneros en ese proyecto y no lo quieren echar a perder.
Entrevistado en el albergue de la Magdalena Mixihuca en la Ciudad de México, Solalinde manifestó que no hay que olvidar que se trata de una crisis humanitaria de personas que están huyendo de la violencia y buscan mejores oportunidades.
Indicó que posiblemente en breve lleguen otros dos mil migrantes salvadoreños que se encuentran en Veracruz, que podrían arribar a bordo de autobuses para que se unan a la caravana y al albergue.
Así, señaló, este miércoles estarían más de tres mil migrantes a punto de salir hacia los Estados Unidos o para quedarse en México.
Refirió que durante su seguimiento a las caravanas ha aplicado acciones como el desarme de migrantes, a quienes en un acto de buena voluntad se les pide dejar todas las armas blancas que lleven, como desarmadores, cuchillos y navajas, durante el inicio en su entrada al país en Chiapas.
Según Solalinde, cada camión grande que ha ayudado a los migrantes a transportarse ha costado casi 18 mil pesos.
Algunas familias mexicanas han apoyado con recursos para poder pasar estos camiones que transportan a los centroamericanos hacia el centro del país, y aún faltan cinco que transporten a los migrantes hacia la Ciudad de México, por lo que se requieren más recursos, agregó.
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