/ lunes 1 de noviembre de 2021

Consejo de Género OEM: Hay que analizar los datos con “ojos violeta”

Especialistas coincidieron en que de nada sirven las cifras frías si no se abordan con enfoque interseccional

Recolectar, analizar e interpretar datos con enfoque de género requiere de las y los periodistas trabajo multidisciplinario y capacitación continua, pero más importante aún es contar con una base teórica de género y una perspectiva interseccional. Si esto no se tiene, no podrán reflejarlo en sus investigaciones periodísticas, aunque tengan una cifra dura y contundente.

Durante la décimo tercera sesión del Consejo de Género de la OEM, presidida por su directora general editorial, Martha Ramos Sosa, se abordó el manejo de datos con perspectiva de género en investigaciones periodísticas. Las ponentes coincidieron que se debe escudriñar los fenómenos actuales “con ojos violeta”, lo que también incluye el análisis de bases de datos.

➡️ Consejo de Género OEM: La pandemia dejó más embarazos no planeados

Ivette Yáñez Soria, manager de proyectos de datos de género del laboratorio colaborativo Data-Pop Alliance, consideró que la alfabetización de datos es clave para comprenderlos, interpretarlos y utilizarlos con un objetivo social.

Si bien, se necesitan las ciencias exactas, la base para hablar de datos de género es la comprensión de las teorías de género y feminismo. “Es necesario tener esa base para poder hablar de datos de género”, aseguró.

Los datos de género pueden tener muchas formas o enfocarse en muchos temas (migración, salud, educación), pero los caracteriza la perspectiva con la que se abordan.

Para contar con una base de género, Yáñez considera que hay tres puntos fundamentales. El primero es entender que el constructo social, que tradicionalmente ha sido binario (hombre-mujer), se ha movido para hablar de identidades de género a lo largo de un espectro.

Luego está el enfoque interseccional, es decir, no sólo considerar la identidad de género de la persona, sino otras que la pueden hacer más vulnerable a determinadas problemáticas (edad, estrato socioeconómico, raza, orientación sexual, entre otras).

“Generalmente se habla de datos o estadísticas desagregadas por sexo, pero los datos de género deben ir más allá adoptando una perspectiva interseccional a lo largo de todo el proceso de recolección de los datos hasta la visualización”, añadió.

Y en tercer lugar está la adopción de las teorías del feminismo.

Concluyó su participación explicando que en la era de la desinformación, donde mucha gente desconfía del trabajo periodístico que se lleva a cabo, el periodismo de datos se convierte una posible estrategia para desarrollar narrativas más fuertes y objetivas, sin dejar de ser humanas.

Daniela Villegas, académica de la UAM y doctora por la Universidad de Sydney, coincidió en que es muy importante conocer las conceptualizaciones de género e interseccionalidad. “Es muy importante conocer la lectura de datos, pero también cómo se alimenta a partir de teorizaciones de carácter feminista”.

Añadió que se requiere que la academia, el periodismo y las personas especializadas en la lectura de datos aprendan unos de otros, “que todos trabajemos de forma interdisciplinaria y conozcamos la historización de este movimiento feminista”.

En el mismo tenor, la periodista feminista y consejera permanente de la OEM, Sara Lovera, consideró que hay que explicar las veces que sea necesario a los periodistas qué es la mirada de género.

“Si no logramos entender qué significa haber encontrado esta categoría de género feminista, como diría mi maestra Marcela Lagarde, con los ojos violeta, donde no sólo distingamos hombres y mujeres, sino pongamos en contexto la vida de las mujeres, si no logramos entenderlo entonces tampoco vamos a hacer periodismo feminista porque solamente sacamos el dato frío”.

Recordó que antes era muy complejo conseguir datos de género y que el Inegi comenzó a publicar estadísticas por sexo a partir de 1970. Instó a quienes hacen periodismo a pelear por la autonomía y supervivencia de ese organismo y también de las organizaciones civiles que reinterpretan los datos que generan las agencias gubernamentales.

EL EJEMPLO DE LA JUSTICIA

Una de estas asociaciones civiles es México Evalúa. Durante la sesión, Chrístel Rosales, investigadora senior del Programa de Justicia de la organización, habló de la importancia de entender los datos a través del lente de género y del contexto en que ocurre un fenómeno. Puso como ejemplo el caso de la procuración e impartición de justicia en México.

Explicó que la justicia para las víctimas no está siendo neutral ya que “los feminicidios, la violencia familiar, los intentos de feminicidio, las desapariciones quedan en el archivo temporal”, es decir, congelados provisionalmente.

Y cuando las mujeres son imputadas por algún delito, la justicia tiende a ser más severa. Mientras sólo seis por ciento de los delitos son cometidos por mujeres, las sentencias hacia ellas superan los 21 años, cuando para la mayoría de los hombres van de uno a diez años.

El hecho de que las mujeres terminen perdiendo como víctimas y como imputadas de un delito tiene que ver con la forma en que ellas también están representadas en el sistema de justicia: hay pocas mujeres en espacios de decisión y en los niveles con mayores salarios.

“Hay que analizar cómo el brazo punitivo del Estado, la propia investigación de los delitos, puede estar replicando estereotipos o prejuicios contra las mujeres…Es analizar el fenómeno en su conjunto: hay poca representación en espacios de decisión, hay una división sexual del trabajo y una clara discriminación en términos de rangos salariales”.

Gabriela Ramírez, integrante del Centro de Información de la ONU en México, opinó que “México ha sido un país muy importante en estadísticas de género”. Recordó que existe desde hace 16 años una alianza entre ONU Mujeres, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Inegi para trabajar estadísticas de género, a la cual se sumó la Cepal en 2006.

Martha Ramos concluyó el evento recordando que los números han sido fundamentales para cualquier diagnóstico, de ahí la importancia que los periodistas los incluyan en su trabajo cotidiano.

“Creo que hoy que la mayor fuente de información tiene que ser bases de datos. Debería ser nuestro primer paso y de ahí sabremos con quién hablar, a quién buscar y qué historia construir… Y hacer de esto un sistema de trabajo cada vez más regular y contundente”.



TE RECOMENDAMOS EL PODCAST ⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Recolectar, analizar e interpretar datos con enfoque de género requiere de las y los periodistas trabajo multidisciplinario y capacitación continua, pero más importante aún es contar con una base teórica de género y una perspectiva interseccional. Si esto no se tiene, no podrán reflejarlo en sus investigaciones periodísticas, aunque tengan una cifra dura y contundente.

Durante la décimo tercera sesión del Consejo de Género de la OEM, presidida por su directora general editorial, Martha Ramos Sosa, se abordó el manejo de datos con perspectiva de género en investigaciones periodísticas. Las ponentes coincidieron que se debe escudriñar los fenómenos actuales “con ojos violeta”, lo que también incluye el análisis de bases de datos.

➡️ Consejo de Género OEM: La pandemia dejó más embarazos no planeados

Ivette Yáñez Soria, manager de proyectos de datos de género del laboratorio colaborativo Data-Pop Alliance, consideró que la alfabetización de datos es clave para comprenderlos, interpretarlos y utilizarlos con un objetivo social.

Si bien, se necesitan las ciencias exactas, la base para hablar de datos de género es la comprensión de las teorías de género y feminismo. “Es necesario tener esa base para poder hablar de datos de género”, aseguró.

Los datos de género pueden tener muchas formas o enfocarse en muchos temas (migración, salud, educación), pero los caracteriza la perspectiva con la que se abordan.

Para contar con una base de género, Yáñez considera que hay tres puntos fundamentales. El primero es entender que el constructo social, que tradicionalmente ha sido binario (hombre-mujer), se ha movido para hablar de identidades de género a lo largo de un espectro.

Luego está el enfoque interseccional, es decir, no sólo considerar la identidad de género de la persona, sino otras que la pueden hacer más vulnerable a determinadas problemáticas (edad, estrato socioeconómico, raza, orientación sexual, entre otras).

“Generalmente se habla de datos o estadísticas desagregadas por sexo, pero los datos de género deben ir más allá adoptando una perspectiva interseccional a lo largo de todo el proceso de recolección de los datos hasta la visualización”, añadió.

Y en tercer lugar está la adopción de las teorías del feminismo.

Concluyó su participación explicando que en la era de la desinformación, donde mucha gente desconfía del trabajo periodístico que se lleva a cabo, el periodismo de datos se convierte una posible estrategia para desarrollar narrativas más fuertes y objetivas, sin dejar de ser humanas.

Daniela Villegas, académica de la UAM y doctora por la Universidad de Sydney, coincidió en que es muy importante conocer las conceptualizaciones de género e interseccionalidad. “Es muy importante conocer la lectura de datos, pero también cómo se alimenta a partir de teorizaciones de carácter feminista”.

Añadió que se requiere que la academia, el periodismo y las personas especializadas en la lectura de datos aprendan unos de otros, “que todos trabajemos de forma interdisciplinaria y conozcamos la historización de este movimiento feminista”.

En el mismo tenor, la periodista feminista y consejera permanente de la OEM, Sara Lovera, consideró que hay que explicar las veces que sea necesario a los periodistas qué es la mirada de género.

“Si no logramos entender qué significa haber encontrado esta categoría de género feminista, como diría mi maestra Marcela Lagarde, con los ojos violeta, donde no sólo distingamos hombres y mujeres, sino pongamos en contexto la vida de las mujeres, si no logramos entenderlo entonces tampoco vamos a hacer periodismo feminista porque solamente sacamos el dato frío”.

Recordó que antes era muy complejo conseguir datos de género y que el Inegi comenzó a publicar estadísticas por sexo a partir de 1970. Instó a quienes hacen periodismo a pelear por la autonomía y supervivencia de ese organismo y también de las organizaciones civiles que reinterpretan los datos que generan las agencias gubernamentales.

EL EJEMPLO DE LA JUSTICIA

Una de estas asociaciones civiles es México Evalúa. Durante la sesión, Chrístel Rosales, investigadora senior del Programa de Justicia de la organización, habló de la importancia de entender los datos a través del lente de género y del contexto en que ocurre un fenómeno. Puso como ejemplo el caso de la procuración e impartición de justicia en México.

Explicó que la justicia para las víctimas no está siendo neutral ya que “los feminicidios, la violencia familiar, los intentos de feminicidio, las desapariciones quedan en el archivo temporal”, es decir, congelados provisionalmente.

Y cuando las mujeres son imputadas por algún delito, la justicia tiende a ser más severa. Mientras sólo seis por ciento de los delitos son cometidos por mujeres, las sentencias hacia ellas superan los 21 años, cuando para la mayoría de los hombres van de uno a diez años.

El hecho de que las mujeres terminen perdiendo como víctimas y como imputadas de un delito tiene que ver con la forma en que ellas también están representadas en el sistema de justicia: hay pocas mujeres en espacios de decisión y en los niveles con mayores salarios.

“Hay que analizar cómo el brazo punitivo del Estado, la propia investigación de los delitos, puede estar replicando estereotipos o prejuicios contra las mujeres…Es analizar el fenómeno en su conjunto: hay poca representación en espacios de decisión, hay una división sexual del trabajo y una clara discriminación en términos de rangos salariales”.

Gabriela Ramírez, integrante del Centro de Información de la ONU en México, opinó que “México ha sido un país muy importante en estadísticas de género”. Recordó que existe desde hace 16 años una alianza entre ONU Mujeres, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el Inegi para trabajar estadísticas de género, a la cual se sumó la Cepal en 2006.

Martha Ramos concluyó el evento recordando que los números han sido fundamentales para cualquier diagnóstico, de ahí la importancia que los periodistas los incluyan en su trabajo cotidiano.

“Creo que hoy que la mayor fuente de información tiene que ser bases de datos. Debería ser nuestro primer paso y de ahí sabremos con quién hablar, a quién buscar y qué historia construir… Y hacer de esto un sistema de trabajo cada vez más regular y contundente”.



TE RECOMENDAMOS EL PODCAST ⬇️

Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Local

Recorre en bici los manantiales que alimentan el Río Cuautla

Colectivo Yólotl reúne a cuautlenses para visitar el lugar donde nace el agua del río; desechos sólidos empañan la riqueza hídrica del municipio

Deportes

Mr. México Juvenil y Veterano 2024: Ya se acerca la competencia

La competencia se realizará del 10 al 12 de mayo en la ciudad de México; participantes de Morelos harán presencia

Seguridad

Sedena despliega elementos en Morelos para enfrentar la inseguridad

Sedena despliega más de 900 efectivos en Cuernavaca para combatir la violencia tras un aumento de homicidios en Morelos

Local

La Poza Azul, un manantial que refresca a la gente de Cuautlixco

¿Conoces la Poza Azul de Cuautlixco? Es un buen lugar para refrescarse en Cuautla

Elecciones 2024

Margarita González exige acciones contra la violencia hacia las mujeres

González Saravia se deslinda de administraciones de Cuauhtémoc Blanco o Graco Ramírez

Deportes

Juegos Conade 2024: Disciplinas participantes, fechas y sedes

La Conade dio detalles de la quinta edición de los juegos deportivos que se realizarán del 6 de mayo al 11 de julio en cuatro estados del país, cuya sede principal es Jalisco