Mientras la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que América es la región del planeta más golpeada por la pandemia y requiere urgentemente al menos 540 millones de dosis, las cadenas de farmacias y los departamentos de salud estatales de Estados Unidos han desperdiciado al menos 15.1 millones de dosis de vacunas desde marzo.
“Necesitamos administrar 540 millones de dosis adicionales para garantizar que todos los países de las Américas puedan cubrir al menos 60 por ciento de su población”, afirmó la directora de la OPS, Carissa Etienne.
➡️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias
“Instamos a los países de todo el mundo con dosis excedentes a que las compartan rápidamente con nuestra región, donde tendrán un impacto que salvará vidas”, agregó.
Más de un tercio de los países de la región aún tienen que vacunar al 20 por ciento de su población, y en algunos lugares la cobertura es mucho menor, advirtió la OPS. Tres cuartos de la población de América Latina y el Caribe aún no han sido completamente inmunizados.
Pero mientras países de todo el mundo claman por vacunas, las farmacias y los departamentos de salud estatales de Estados Unidos han desechado al menos 15.1 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 desde el 1 de marzo, según un informe de la cadena NBC News, al destacar que la cantidad puede ser todavía mayor.
Cuatro cadenas nacionales de farmacias en EU informaron más de 1 millón de dosis desperdiciadas cada una, y Walgreens reportó el mayor desperdicio de cualquier farmacia, estado u otro proveedor de vacunas, con 2.6 millones de dosis desperdiciadas, de acuerdo con registros del los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
“Es realmente trágico que se desperdicien las vacunas mientras que muchos países africanos no han vacunado ni siquiera al 5 por ciento de su población”, dijo Sharifah Sekalala, profesora de la Universidad de Warwick.
Por otra parte, la OPS alertó que si bien en México disminuyeron 11.3 por ciento los casos de Covid-19 en dos semanas, hubo un aumento de 8.6 por ciento en el índice de mortalidad.
“Por ello es importante mantener actualizada la comunicación de riesgos hacia la población”, indicó Enrique Pérez, jefe de evaluación de riesgos de la OPS.
Pérez también avaló la apertura de escuelas pero dijo que debe ser por etapas.
.jpg "Murales en el panteón de Anenecuilco (1).jpg")
