En los tres últimos años, las lluvias han provocado tres desprendimientos de tierra en el cerro La Espada, una formación ubicada sobre la carretera que conecta Tetela del Volcán con Hueyapan, una vialidad esencial para los habitantes de la región. A pesar de que el año pasado se planteó un proyecto de obra que buscaba contener la tierra con una capa de concreto, hasta la fecha no se han iniciado los trabajos, situación que preocupa a las autoridades de protección civil del municipio indígena.
Así lo expuso Santos Arenas Rojas, titular de la dirección de Protección Civil del municipio, quien detalló que, por ahora, las acciones en torno a este problema consisten en una campaña de prevención dirigida a los automovilistas, para que conduzcan con precaución al circular por la zona. Sin embargo, el riesgo persiste:
“Año con año estamos haciendo todo lo que se puede para que todo esté en su normalidad, pero sí hemos sufrido bastante con ese tramo porque se nos viene deslavando”, dijo Arenas Rojas.
Cuando las lluvias arrecian y los deslaves se originan, entre los meses de julio y septiembre, las autoridades se ven forzadas a cerrar la circulación en el tramo para realizar los trabajos de limpieza. Eventualmente, los habitantes se han unido a las jornadas que se realizan para evitar deslaves, pero siguen a la espera de una solución permanente:
“Hay un proyecto ya en camino, que se va a arreglar, y nosotros como municipio estamos en espera de que se nos dé, se nos autorice para iniciar los trabajos. Aparte se hizo un estudio de terreno, para que ya lleguen a su fin este tipo de eventos que cada año nos vienen molestando”, dijo el responsable local de protección civil.
Durante la administración municipal pasada, personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil y la Secretaría de Obras Públicas visitaron el municipio para diseñar un proyecto que diera solución a los deslaves. De acuerdo con Santos Arenas, el proyecto consiste en la colocación de concreto para retener la tierra.
Sobre las faldas del volcán Popocatépetl, los deslaves iniciaron cuando se construyó la carretera. En palabras de Santos Arenas, las explosiones que sirvieron para abrir el camino entre el cerro también provocaron que la tierra se reblandeciera.
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