/ miércoles 7 de diciembre de 2022

Arbolado urbano: "Vivamos en ciudades más verdes, saludables y felices"

Las ciudades representan lo bueno, lo malo y lo feo de nuestro mundo, y en virtud de ello también nos muestran los grandes desafíos por delante y, a su vez, nos ofrecen, las grandes oportunidades.

Alguien alguna vez dijo: “Nosotros le damos formas a nuestras ciudades y luego ellas no dan formas a nosotros”.

Al observar los problemas que enfrenta nuestra ciudad, Cuernavaca, es frustrante constatar que el tema del arbolado urbano está ausente del debate público.

Los árboles de nuestro entorno urbano juegan un papel fundamental en la ecología de nuestras ciudades siendo elementos que contribuyen a la sostenibilidad y a la mejora de la calidad de vida de las zonas urbanas.

Por este motivo, cada vez más, en muchos estados existe una demanda mayor para impulsar la necesidad de aumentar los recursos destinados a la implantación y conservación de este tipo de arbolado. Así, surgen numerosos proyectos para la restauración de zonas urbanas a través de la elección de especies arbóreas cuyas características permiten una óptima integración en entornos urbanos, aportando dichas especies beneficios al ecosistema en el que se desarrollan.

Los árboles son sinónimos de naturaleza, han estado al lado del hombre desde el principio de los tiempos, aportándoles protección, alimentos, materiales de construcción, oxígeno, etc. Con el paso de los tiempos, y en los contextos en que vivimos, el árbol sigue teniendo notoriedad y centralidad en la sociedad, son estratégicos para el desarrollo regional sostenible por las múltiples funciones que cumple: eco-ambientales, paisajísticas, sociales, histórico-culturales, recreativas y económicas.

El arbolado urbano contribuye de manera significativa con ciudades más verdes, saludables y resilientes, en un mundo altamente urbanizado, es un derecho comunitario vital para garantizar salud y bienestar, no una opción.

Plantar árboles, de manera planificada y estructurada en una Ciudad, es invertir en la salud pública por los beneficios que aportan al bienestar comunitario y a la buena salud psicofísica de sus habitantes.

Necesitamos una nueva forma de pensar, como base para un nuevo paradigma económico para nuestro mundo urbanizado. Un paradigma donde las ciudades, nuestros ejes económicos y de innovación, toman la iniciativa en repensar nuestra economía y su relación con la naturaleza para asegurar que prospere dentro de los límites renovables de nuestro planeta.

Este nuevo paradigma debe basarse en una relación sinérgica entre naturaleza y sociedad, economía y ecología, áreas rurales y urbanas, con el fin de desarrollar una economía circular centrada en la vida y no en el consumo.

Tenemos que construir, el tejido urbano futuro, lo que nos replantea grandes desafíos y oportunidades en materia de planificación y desarrollo urbanísticos, donde es imperioso valorar el rol y las funciones del arbolado y los bosques urbanos.

Es una cuestión de pensar hoy a futuro, pensar de acuerdo al desarrollo de la ciudad y planificar la plantación de ejemplares. Porque la plantación de árboles no planificados nos lleva a encontrarnos con situaciones que hacen que se tenga que retirar el árbol pasado un tiempo. Pero las ventajas de crear, mantener y aumentar el arbolado urbano viario de las ciudades no solo generan beneficios medioambientales sino también sociales que aumentan, a su vez, la calidad de vida y la salud de las personas.

Por eso presentamos la creación y aplicación de la Ley de Arbolado Urbano para el Estado de Morelos, para asegurarnos de que el crecimiento de nuestra ciudad irá de la mano con la protección, conservación y ampliación de un buen patrimonio forestal.

La especie de árbol correcta, en el lugar correcto y en las condiciones adecuadas nos brindará un entorno digno para el desarrollo y bienestar de todos.

En conclusión, es necesaria una mayor concienciación, no sólo por parte de la sociedad sino también de las propias autoridades, ya que el arbolado urbano viario genera ciudades más habitables

“El medioambiente nos une y juntos podremos conseguir que las cosas buenas sucedan”


Las ciudades representan lo bueno, lo malo y lo feo de nuestro mundo, y en virtud de ello también nos muestran los grandes desafíos por delante y, a su vez, nos ofrecen, las grandes oportunidades.

Alguien alguna vez dijo: “Nosotros le damos formas a nuestras ciudades y luego ellas no dan formas a nosotros”.

Al observar los problemas que enfrenta nuestra ciudad, Cuernavaca, es frustrante constatar que el tema del arbolado urbano está ausente del debate público.

Los árboles de nuestro entorno urbano juegan un papel fundamental en la ecología de nuestras ciudades siendo elementos que contribuyen a la sostenibilidad y a la mejora de la calidad de vida de las zonas urbanas.

Por este motivo, cada vez más, en muchos estados existe una demanda mayor para impulsar la necesidad de aumentar los recursos destinados a la implantación y conservación de este tipo de arbolado. Así, surgen numerosos proyectos para la restauración de zonas urbanas a través de la elección de especies arbóreas cuyas características permiten una óptima integración en entornos urbanos, aportando dichas especies beneficios al ecosistema en el que se desarrollan.

Los árboles son sinónimos de naturaleza, han estado al lado del hombre desde el principio de los tiempos, aportándoles protección, alimentos, materiales de construcción, oxígeno, etc. Con el paso de los tiempos, y en los contextos en que vivimos, el árbol sigue teniendo notoriedad y centralidad en la sociedad, son estratégicos para el desarrollo regional sostenible por las múltiples funciones que cumple: eco-ambientales, paisajísticas, sociales, histórico-culturales, recreativas y económicas.

El arbolado urbano contribuye de manera significativa con ciudades más verdes, saludables y resilientes, en un mundo altamente urbanizado, es un derecho comunitario vital para garantizar salud y bienestar, no una opción.

Plantar árboles, de manera planificada y estructurada en una Ciudad, es invertir en la salud pública por los beneficios que aportan al bienestar comunitario y a la buena salud psicofísica de sus habitantes.

Necesitamos una nueva forma de pensar, como base para un nuevo paradigma económico para nuestro mundo urbanizado. Un paradigma donde las ciudades, nuestros ejes económicos y de innovación, toman la iniciativa en repensar nuestra economía y su relación con la naturaleza para asegurar que prospere dentro de los límites renovables de nuestro planeta.

Este nuevo paradigma debe basarse en una relación sinérgica entre naturaleza y sociedad, economía y ecología, áreas rurales y urbanas, con el fin de desarrollar una economía circular centrada en la vida y no en el consumo.

Tenemos que construir, el tejido urbano futuro, lo que nos replantea grandes desafíos y oportunidades en materia de planificación y desarrollo urbanísticos, donde es imperioso valorar el rol y las funciones del arbolado y los bosques urbanos.

Es una cuestión de pensar hoy a futuro, pensar de acuerdo al desarrollo de la ciudad y planificar la plantación de ejemplares. Porque la plantación de árboles no planificados nos lleva a encontrarnos con situaciones que hacen que se tenga que retirar el árbol pasado un tiempo. Pero las ventajas de crear, mantener y aumentar el arbolado urbano viario de las ciudades no solo generan beneficios medioambientales sino también sociales que aumentan, a su vez, la calidad de vida y la salud de las personas.

Por eso presentamos la creación y aplicación de la Ley de Arbolado Urbano para el Estado de Morelos, para asegurarnos de que el crecimiento de nuestra ciudad irá de la mano con la protección, conservación y ampliación de un buen patrimonio forestal.

La especie de árbol correcta, en el lugar correcto y en las condiciones adecuadas nos brindará un entorno digno para el desarrollo y bienestar de todos.

En conclusión, es necesaria una mayor concienciación, no sólo por parte de la sociedad sino también de las propias autoridades, ya que el arbolado urbano viario genera ciudades más habitables

“El medioambiente nos une y juntos podremos conseguir que las cosas buenas sucedan”