/ lunes 26 de junio de 2023

Cambio climático, ¿Y ahora qué sigue?

Mitigarlo no es una obsesión de ambientalistas, el cambio climático afecta el modo de vida y el bienestar de todas las personas. El mundo que entregaremos a las nuevas generaciones no será el mismo, especialmente en países en desarrollo, pero tampoco para países ricos.

Citando a la primera ministra de Barbados en la COP: “no hay prosperidad posible si la vida de 2/3 del mundo está amenazada”.

Hace meses que leemos, y nos angustiamos, que vivimos en aceleración, estrés y con noticias que muestran la sequía y las altas temperaturas que se viven en todo el país. Y qué decir de los incendios que el mismo hombre provoca, el aire se vuelve irrespirable en lugares que no están acostumbrados a que eso suceda, y menos a que se vuelva algo normal y de todos los años.

México está enfrentando una tragedia silenciosa; la destrucción de sus ecosistemas y biodiversidad. ¿Sabías que ocupamos el lugar 17 en deforestación a nivel mundial?

La tala ilegal, que se encuentra presente en muchas partes del país, ocasiona problemas importantes de deforestación.

El cambio de uso de suelo y la deforestación generan pérdida y erosión de suelos, menor capacidad para generar, infiltrar y retener agua, pérdida de hábitats y biodiversidad, incremento en la emisión de gases de efecto invernadero y aumento en las temperaturas. Esto es muy grave, no solo por los efectos en el planeta, sino también porque los bosques son una fuente importante de alimento, medicinas y combustible para todas y todos.

La destrucción de los ecosistemas y biodiversidad no es una exageración, ya que durante los últimos años gran parte de nuestros bosques y selvas han sufrido una degradación constante. Los esfuerzos del gobierno no han sido suficientes, a pesar de que son fundamentales para nuestra calidad de vida.

Gobierno, empresas y ciudadanía, debemos tomar acción urgente para proteger nuestros ecosistemas y garantizar un futuro sostenible. ¡Juntos podemos mitigar la crisis ambiental!

Para entender mejor aún el tema, comencemos por las definiciones.

Un ecosistema es un sistema ecológico constituido por un medio y los seres vivos que habitan en él, así como por las relaciones que existen entre ellos. Por otra parte, la biodiversidad hace referencia a la variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente.

Con lo anterior podemos observar que la pérdida de un ecosistema inevitablemente trae consigo la pérdida de biodiversidad. Pero, ¿por qué es esto importante?

Los ecosistemas saludables nos brindan muchos elementos esenciales que damos por sentado.

Entre estos están la descomposición de la materia orgánica en nutrientes por parte de bacterias y organismos vivos, lo cual produce suelos más sanos donde las plantas pueden crecer.

También, los polinizadores promueven la reproducción de las plantas, lo que a su vez se traduce en disponibilidad de alimentos. Y las plantas y los océanos tienen un papel esencial en la reducción del carbono en la atmósfera.

Es decir, los ecosistemas son esenciales para que nosotros, los seres humanos, podamos vivir.

México ha firmado importantes acuerdos internacionales para combatir la deforestación. Entre estos se encuentran la Cumbre del Clima de París en 2015, donde nuestro país se comprometió a alcanzar una tasa neta de deforestación cero para 2030, además de ser parte del Desafío de Bonn, un esfuerzo global para restaurar 150 millones de hectáreas de bosques para 2020, y 350 millones para 2030.

Asimismo, en noviembre de 2021 el país se sumó a la Declaración sobre Bosques y Uso de la Tierra de la COP26, comprometiéndose a detener y revertir la degradación forestal para 2030, además de impulsar el desarrollo sostenible.

Sin embargo, aún hay mucho por hacer. Debemos promover más la educación e interés público por la conservación forestal. Además, existe una ausencia de planes de manejo y marcos institucionales que protejan a los bosques y promuevan la producción forestal sustentable. Más aún, existen políticas públicas que promueven la deforestación, como lo son los subsidios gubernamentales para el desarrollo de actividades pecuarias, frutícolas o energéticas en áreas con vocación forestal.

La protección del ambiente es un deber y un derecho para todos. Es obligación de todos como ciudadanos responsables seguir trabajando en planes de defensa en los parques y bosques para acabar con prácticas destructivas y deforestación.

Las señales del cambio climático son claras: sequías, inundaciones y pérdida de biodiversidad.

Tomemos conciencia, cuidemos nuestros recursos naturales y promovamos la acción climática. El futuro del planeta está en nuestras manos.

Nuestra vida depende en gran parte de su conservación. Cuidemos los páramos y su asombrosa biodiversidad.

Desde la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de Morelos, reafirmamos nuestro compromiso de seguir promoviendo acciones destinadas a restaurar nuestro ecosistema y nuestra biodiversidad para un futuro sostenible.

Cuidemos nuestra casa común, recordemos que nuestra salud, y la de todas las especies, depende de la salud de nuestro planeta.

Cuidemos la naturaleza, protejamos nuestro futuro colectivo.

Mitigarlo no es una obsesión de ambientalistas, el cambio climático afecta el modo de vida y el bienestar de todas las personas. El mundo que entregaremos a las nuevas generaciones no será el mismo, especialmente en países en desarrollo, pero tampoco para países ricos.

Citando a la primera ministra de Barbados en la COP: “no hay prosperidad posible si la vida de 2/3 del mundo está amenazada”.

Hace meses que leemos, y nos angustiamos, que vivimos en aceleración, estrés y con noticias que muestran la sequía y las altas temperaturas que se viven en todo el país. Y qué decir de los incendios que el mismo hombre provoca, el aire se vuelve irrespirable en lugares que no están acostumbrados a que eso suceda, y menos a que se vuelva algo normal y de todos los años.

México está enfrentando una tragedia silenciosa; la destrucción de sus ecosistemas y biodiversidad. ¿Sabías que ocupamos el lugar 17 en deforestación a nivel mundial?

La tala ilegal, que se encuentra presente en muchas partes del país, ocasiona problemas importantes de deforestación.

El cambio de uso de suelo y la deforestación generan pérdida y erosión de suelos, menor capacidad para generar, infiltrar y retener agua, pérdida de hábitats y biodiversidad, incremento en la emisión de gases de efecto invernadero y aumento en las temperaturas. Esto es muy grave, no solo por los efectos en el planeta, sino también porque los bosques son una fuente importante de alimento, medicinas y combustible para todas y todos.

La destrucción de los ecosistemas y biodiversidad no es una exageración, ya que durante los últimos años gran parte de nuestros bosques y selvas han sufrido una degradación constante. Los esfuerzos del gobierno no han sido suficientes, a pesar de que son fundamentales para nuestra calidad de vida.

Gobierno, empresas y ciudadanía, debemos tomar acción urgente para proteger nuestros ecosistemas y garantizar un futuro sostenible. ¡Juntos podemos mitigar la crisis ambiental!

Para entender mejor aún el tema, comencemos por las definiciones.

Un ecosistema es un sistema ecológico constituido por un medio y los seres vivos que habitan en él, así como por las relaciones que existen entre ellos. Por otra parte, la biodiversidad hace referencia a la variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente.

Con lo anterior podemos observar que la pérdida de un ecosistema inevitablemente trae consigo la pérdida de biodiversidad. Pero, ¿por qué es esto importante?

Los ecosistemas saludables nos brindan muchos elementos esenciales que damos por sentado.

Entre estos están la descomposición de la materia orgánica en nutrientes por parte de bacterias y organismos vivos, lo cual produce suelos más sanos donde las plantas pueden crecer.

También, los polinizadores promueven la reproducción de las plantas, lo que a su vez se traduce en disponibilidad de alimentos. Y las plantas y los océanos tienen un papel esencial en la reducción del carbono en la atmósfera.

Es decir, los ecosistemas son esenciales para que nosotros, los seres humanos, podamos vivir.

México ha firmado importantes acuerdos internacionales para combatir la deforestación. Entre estos se encuentran la Cumbre del Clima de París en 2015, donde nuestro país se comprometió a alcanzar una tasa neta de deforestación cero para 2030, además de ser parte del Desafío de Bonn, un esfuerzo global para restaurar 150 millones de hectáreas de bosques para 2020, y 350 millones para 2030.

Asimismo, en noviembre de 2021 el país se sumó a la Declaración sobre Bosques y Uso de la Tierra de la COP26, comprometiéndose a detener y revertir la degradación forestal para 2030, además de impulsar el desarrollo sostenible.

Sin embargo, aún hay mucho por hacer. Debemos promover más la educación e interés público por la conservación forestal. Además, existe una ausencia de planes de manejo y marcos institucionales que protejan a los bosques y promuevan la producción forestal sustentable. Más aún, existen políticas públicas que promueven la deforestación, como lo son los subsidios gubernamentales para el desarrollo de actividades pecuarias, frutícolas o energéticas en áreas con vocación forestal.

La protección del ambiente es un deber y un derecho para todos. Es obligación de todos como ciudadanos responsables seguir trabajando en planes de defensa en los parques y bosques para acabar con prácticas destructivas y deforestación.

Las señales del cambio climático son claras: sequías, inundaciones y pérdida de biodiversidad.

Tomemos conciencia, cuidemos nuestros recursos naturales y promovamos la acción climática. El futuro del planeta está en nuestras manos.

Nuestra vida depende en gran parte de su conservación. Cuidemos los páramos y su asombrosa biodiversidad.

Desde la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de Morelos, reafirmamos nuestro compromiso de seguir promoviendo acciones destinadas a restaurar nuestro ecosistema y nuestra biodiversidad para un futuro sostenible.

Cuidemos nuestra casa común, recordemos que nuestra salud, y la de todas las especies, depende de la salud de nuestro planeta.

Cuidemos la naturaleza, protejamos nuestro futuro colectivo.