/ lunes 25 de septiembre de 2023

La mujer que sentó las bases para el Wi-Fi y el Bluetooth

Fue hija única. Su madre nació en Budapest y fue pianista; su padre, director de un banco; pertenecían a las familias judías de clase alta de Viena.

Desde muy pequeña empezó a tomar clases particulares. A los 11 años tocaba perfectamente el piano y dominaba la danza, hablaba cuatro idiomas y a los 16 empezó a estudiar artes escénicas. Abandono los estudios de ingeniería para dedicarse a la actuación.

La película que la llevó a la fama en 1932 fue Éxtasis, un filme donde el papel era completamente desnuda, lo cual fue un escándalo social y se prohibió su proyección en las salas de cine.

Pero el magnate Fritz Mandal, dueño de una gran empresa armamentista, vio el filme y se quedó prendado de la belleza de Hedy Kiesler, la buscó y convenció a sus padres para que le permitieran casarse con su hija. Ellos estuvieron totalmente de acuerdo, sobre todo por la situación en la que se encontraban como judíos.

Ya casados su marido la obligaba a acompañarlo a todas las fiestas y cenas de negocios. Esto le permitió a Hedy darse cuenta de que, durante la invasión de Hitler a Polonia, su marido traficaba armas con Hitler y Mussolini, así como también escuchar los planes secretos de Tercer Reich.

Aunque vivía rodeada de lujos en el Castillo de Salzburgo, para ella era como un infierno, ya que era extremadamente celoso, era como una esclava; no podía hacer nada sin su autorización.

Horrorizada por la vigilancia tan fuerte de su marido decide huir.

Finalmente logró llegar a Londres y embarcarse en el trasatlántico Normandía con destino a Estados Unidos. Tuvo la suerte de coincidir con el productor de películas Luis B. Mayer, de “Metro-Goldwyn-Mayer”, que al verla quedó embelesado de su belleza y le ofreció un trabajo antes de llegar. Mayer y su esposa le sugirieron que se cambiara su nombre por el de Hedy Lamarr.

Al llegar a Estados Unidos, el productor Mayer se dedicó a presentarla como la mujer más bella del mundo, convirtiéndola en un icono del cine estadunidense.

Nadie se imaginaba que poseía información confidencial sobre los nazis y que guardaba un gran secreto.

Lamarr era una científica capaz de desarrollar la tecnología necesaria para crear un sistema de torpedos

Así que ella decide dedicarse por las noches a desarrollar algo muy importante y junto con su amigo George Anthiel inventan un sistema de comunicaciones de salto de frecuencia para los aliados que sentó las bases de la tecnología del GPS, Bluetooth y Wi-Fi que se utilizan en la actualidad.

Hedy y George patentaron el sistema de torpedos y consiguieron una cita con el secretario de Guerra de Estados Unidos, el cual después de haberlos escuchado por segunda ocasión rechazó la oferta argumentando que su invención era original y muy impresionante, pero que no era posible la adopción de su sistema.

Argumentó, entre varias otras cosas, que sería muy difícil para ellos hacer que los soldados y marinos aceptaran un sistema de armas creado por una mujer.

Hedy se convirtió en ciudadana estadunidense en 1953 y fue honrada con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1960.

Hedy Lamarr fallece de una enfermedad cardiaca el 19 de enero del 2000, a la edad de 86 años, en Florida.

En 2014 fue incluida en el Salón de la Fama de Inventores Nacionales por el desarrollo de su tecnología de salto de frecuencia.

Hady fue conocida como la madre del Wi-Fi y otras comunicaciones inalámbricas, como el GPS y Bluetooth

Galeriamayra2@gmail.com

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Fue hija única. Su madre nació en Budapest y fue pianista; su padre, director de un banco; pertenecían a las familias judías de clase alta de Viena.

Desde muy pequeña empezó a tomar clases particulares. A los 11 años tocaba perfectamente el piano y dominaba la danza, hablaba cuatro idiomas y a los 16 empezó a estudiar artes escénicas. Abandono los estudios de ingeniería para dedicarse a la actuación.

La película que la llevó a la fama en 1932 fue Éxtasis, un filme donde el papel era completamente desnuda, lo cual fue un escándalo social y se prohibió su proyección en las salas de cine.

Pero el magnate Fritz Mandal, dueño de una gran empresa armamentista, vio el filme y se quedó prendado de la belleza de Hedy Kiesler, la buscó y convenció a sus padres para que le permitieran casarse con su hija. Ellos estuvieron totalmente de acuerdo, sobre todo por la situación en la que se encontraban como judíos.

Ya casados su marido la obligaba a acompañarlo a todas las fiestas y cenas de negocios. Esto le permitió a Hedy darse cuenta de que, durante la invasión de Hitler a Polonia, su marido traficaba armas con Hitler y Mussolini, así como también escuchar los planes secretos de Tercer Reich.

Aunque vivía rodeada de lujos en el Castillo de Salzburgo, para ella era como un infierno, ya que era extremadamente celoso, era como una esclava; no podía hacer nada sin su autorización.

Horrorizada por la vigilancia tan fuerte de su marido decide huir.

Finalmente logró llegar a Londres y embarcarse en el trasatlántico Normandía con destino a Estados Unidos. Tuvo la suerte de coincidir con el productor de películas Luis B. Mayer, de “Metro-Goldwyn-Mayer”, que al verla quedó embelesado de su belleza y le ofreció un trabajo antes de llegar. Mayer y su esposa le sugirieron que se cambiara su nombre por el de Hedy Lamarr.

Al llegar a Estados Unidos, el productor Mayer se dedicó a presentarla como la mujer más bella del mundo, convirtiéndola en un icono del cine estadunidense.

Nadie se imaginaba que poseía información confidencial sobre los nazis y que guardaba un gran secreto.

Lamarr era una científica capaz de desarrollar la tecnología necesaria para crear un sistema de torpedos

Así que ella decide dedicarse por las noches a desarrollar algo muy importante y junto con su amigo George Anthiel inventan un sistema de comunicaciones de salto de frecuencia para los aliados que sentó las bases de la tecnología del GPS, Bluetooth y Wi-Fi que se utilizan en la actualidad.

Hedy y George patentaron el sistema de torpedos y consiguieron una cita con el secretario de Guerra de Estados Unidos, el cual después de haberlos escuchado por segunda ocasión rechazó la oferta argumentando que su invención era original y muy impresionante, pero que no era posible la adopción de su sistema.

Argumentó, entre varias otras cosas, que sería muy difícil para ellos hacer que los soldados y marinos aceptaran un sistema de armas creado por una mujer.

Hedy se convirtió en ciudadana estadunidense en 1953 y fue honrada con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1960.

Hedy Lamarr fallece de una enfermedad cardiaca el 19 de enero del 2000, a la edad de 86 años, en Florida.

En 2014 fue incluida en el Salón de la Fama de Inventores Nacionales por el desarrollo de su tecnología de salto de frecuencia.

Hady fue conocida como la madre del Wi-Fi y otras comunicaciones inalámbricas, como el GPS y Bluetooth

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