Como no resaltar la belleza de litorales, playas, selvas la fauna, del territorio mexicano, siempre escuchamos para la promoción turística la belleza de los pueblos mágicos la gastronomía y todo lo que podemos ofrecerle al visitante extranjero. Pero no se hace mención de las artesanías, de cada estado de la República Mexicana, que son verdaderamente unas bellezas de manos de artesanos mexicanos.
La oficina que representa a los pueblos indígenas, creo que no les ha dado información precisa a los artesanos de cómo proteger su obra, su creatividad, sus diseños que son artículos maravillosos, “ Arte sano” si que viene de su propia creatividad de manos creadoras.
Con tristeza se ha visto como últimamente, se ha robado por parte de diseñadores de alto prestigio si así se les puede considerar, diseños textiles hechos por artesanos mexicanos. Pero ¿quién ha apoyado a estos artesanos; cómo orientarlos para proteger su obra? Como muchos escritores, pintores, inventores acuden a las oficinas de Propiedad Intelectual, porque les interesa proteger su intelecto.
El orientar a las comunidades de que existe una dependencia que puede proteger sus diseños les daría un enfoque distinto, esto provocaría un plus en sus creaciones, ya sean textiles o de cerámica, dándoles un giro a su creación.
Los diseños de nuestros artesanos no han sido protegidos por la Propiedad Intelectual, y deberían de orientar las distintas dependencias involucradas a las comunidades a tener un registro para proteger su trabajo, no ser copia burda de su creatividad. De no hacerlo estaríamos empobreciendo a estas comunidades, como hasta ahora.
La propiedad intelectual, debe de darse a conocer: para proteger, a los creativos, artistas, a nuestros artesanos, les daría un significado más valioso a sus obras. Estoy segura que muchos desconocen que pueden registrar y proteger sus diseños.
No permitir a los “piratas” hacer uso de las obras artesanales de nuestros mexicanos.
En cada estado siempre encuentras artesanías, hermosas a la mejor de tanto verlas no valoramos su trabajo, sus colores, sus hilos plasmados en un vestido, un sombrero hecho de palma porque no un tapete. Hay que proteger más a los artesanos mexicanos.
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