“Lo mejor que tiene la historia humana es su capacidad de sorpresa, la presencia de lo inesperado. A veces ocurren cosas terribles, pero también hay latidos de esperanza, lo que yo llamo los soles que hay en la noche escondida, que no se ven, pero que, de golpe, iluminan los caminos”. Eduardo Galeano.
La incertidumbre amanece al mismo tiempo que la esperanza de un nuevo año. Hoy es uno de esos días donde las palabras están ausentes, aunque los sueños y los ánimos se sienten a flor de piel. El 2021 pinta para ser un año esperanzador y desafiante para nuestro país. La aplicación de la vacuna contra el COVID-19, los desafíos pospandémicos y el proceso electoral más grande en la historia de nuestro país, son los retos que nos toca asumir a gobernantes y gobernados con sensatez y responsabilidad, y eso sí, bajo las normas de civilidad, que cada vez se encuentran más distanciadas de nuestra realidad.
El 2021 es un año extremadamente político, uno donde nos toca a los ciudadanos -no a los candidatos ni partidos políticos- tener el papel protagónico de la elección. En Morelos, 56 cargos de elección se renovarán en este proceso electoral, 12 diputaciones de mayoría relativa, 8 diputaciones de representación proporcional y 36 presidencias municipales. En cuanto a nivel federal, por primera vez en más de un siglo, los diputados podrán reelegirse para seguir ocupando sus curules. Son al menos el 90%, es decir, 448 diputados los que han presentado su carta de intención para permanecer en el cargo otros tres años.
Espero que en este proceso electoral, las propuestas políticas de los candidatos no se aboquen a propuestas simples, ocurrentes, mediáticas, polarizadas y ajenas a la evidencia empírica, y cuyo propósito sea únicamente tener impacto en redes sociales o posicionarse en la opinión pública. Se requieren propuestas políticas rigurosas, sensatas, ambiciosas, apegadas a las necesidades y realidades de los territorios y de su gente. No vamos a seguir pagando la factura de la política del espectáculo y la simulación que ha ido disfrazando los verdaderos problemas y necesidades de este país.
Veamos el 2021 como una nueva oportunidad para actuar de manera responsable, consciente y solidaria, debemos empezar a construir desde la esfera individual y de la vida compartida. Un mejor país es nuestra prórroga perpetua. Los desafíos son muchos y nuestro actuar en 2021 es clave para determinar el futuro de nuestro país.
Y por último, recuerden que, aunque es un nuevo año, el virus sigue con nosotros. No comencemos mal este año. Seamos responsables.
Espero que los Reyes Magos nos hayan traído a todos empatía y sensatez.