Durante más de medio siglo, los Discos Aguirre le dieron ritmo a Cuautla con la música de los más grandes cantantes y grupos de los diferentes géneros musicales.
La tradicional tienda de discos y también de fotografía tuvo dos direcciones en la Heroica: la primera de ellas en calle de Galeana número 26, y la segunda, cuadras abajo, en Vicente Guerrero número 84.
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El motivo del cambio, nos confirma el señor Jorge Aguirre Salgado, fue que el dueño del primer local, don Manuel Llera, al morir tomó posesión su hijo, don Raymundo Llera Peña, ex presidente municipal de Cuautla, quien les pidió el lugar y tuvieron que mudarse unas cuadras abajo del Zócalo de Cuautla; ambas direcciones en el centro histórico.
Este local de venta de discos de acetato fue de los lugares más añejos y tradicionales del giro, en una época en donde en todo Cuautla solo había dos locales dedicados a la venta de música grabada en el tipo de material análogo.
Jorge Aguirre y su hermana heredaron el negocio de sus padres, don Salvador Aguirre Morales y de su madre, Margarita Salgado Carrasco, quienes tuvieron por casi 50 años la venta en discos de acetato en la dirección de Galeana.
“Mi hermana y yo nos hicimos cargo del negocio desde 1976, mis padres ya lo habían tenido antes, y seguimos en el mismo domicilio, hasta que nos mudamos en el año 2000 a Vicente Guerrero”.
“Fotografía y discoteca Aguirre”, ya que también trabajaban la fotografía con revelado e impresión, fue un lugar muy socorrido por la sociedad cuautlense que buscaba su música preferida en todo tipo de género.
En esta tienda que abría todos los días de la semana en horario corrido de 9 a 9, se expendieron discos de los cantantes de diferentes épocas, desde Jorge Negrete y Pedro Infante, de la época de oro del cine nacional, hasta los años más recientes con la música pop y banda.
“En esos años cuando mis padres lo administraban, el disco de acetato era lo único, se comercializaban discos de 78 revoluciones por minuto, de 45 y de 33 revoluciones, que eran los discos LP (Long Play). Luego nos tocó a nosotros la llegada del casete en los 80 y más adelante el Disco Compacto (CD), material que también seguimos vendiendo hasta que cerramos en 2020, prácticamente al inicio de la pandemia”.
Pero la llegada de estos dos novedosos productos para la reproducción de los hits musicales, también significaría el inicio del fin de la tradicional Disco Aguirre.
“Nos acabó el pirataje de la música, la venta de los discos de acetato empezó a mermar con la salida primero del casete y luego el disco compacto, ahí fue cuando inició el pirataje y eso nos bajó mucho nuestras ventas. Justo ahí fue cuando mi papá empezó a enfermar ya con 92 años y murió, luego mi mamá sufrió una caída y ya no le podíamos dedicar el tiempo al negocio, por lo que hubo necesidad de cerrar el local llegando a su final la tradición del negocio familiar”, comenta.
Los más vendidos
Además de la venta de material discográfico, en Discos Aguirre también se vendían las agujas que usaban las consolas y las sinfonolas o rockolas de la época, además de las pastillas de repuesto donde se colocaban las agujas que iban en los brazos con los que se tocaban los discos.
Don Jorge Aguirre recuerda a los artistas de todas las épocas que más ventas de discos generaban, desde los más afamados cantantes de la música mexicana como Lola Beltrán, Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís, y después Vicente Fernández.
“Si Javier Solís no hubiera muerto, Vicente Fernández no se hubiera conocido; a raíz de la muerte de Solís surgió Vicente Fernández ante la necesidad de buscar otro ídolo por la casa disquera. Vicente, con el paso del tiempo, se convirtió en el nuevo ídolo, con muy buenos éxitos que nos dio a ganar buenas ventas”.
Otros de aquellos grandes ídolos que comercializaron sus canciones en los discos de acetato y que dieron grandes ventas a Discos Aguirre fueron Roberto Carlos, José José, la Sonora Santanera, Los Bukis, Marco Antonio Solís, Los Caminantes, Yonic´s, Rigo Tovar, el Acapulco Tropical.
“También el género norteño tuvo su época dorada con Lorenzo de Monteclaro, Los Bravos del Norte, Cornelio Reyna, José Alfredo Jiménez, y el rey del acordeón, Ramón Ayala, entre muchos otros, sin dejar de lado la música disco, en inglés con los Bee Gees, Dona Summer, Michael Jackson, y más para acá el rock en español y a música pop, con los inicios de Yuri, Pandora, Daniela Romo, en fin, muchos cantantes que nos dieron buenas ganancias en esa época de oro del acetato”.
Anécdota de compradores
“Era un domingo en el que finalmente junté el dinero para comprar mi primer disco, uno de 45 revoluciones por minuto. Gustoso me dirigí a la tienda de discos Aguirre para así entre posters, casetes y aquel peculiar sonido del disco de vinil, por fin lo escogí”, nos narra en su experiencia como cliente el vecino Rubén Ocampo Alamán.
En su anécdota, prosigue: “Los chavos ahí congregados pedían que les probaran sus discos, el vendedor (el joven Aguirre) puso uno del que pude ver que varios se interesaron por lo pegajoso de la melodía, así entre el ponme este otro y el cotorreo de los jóvenes, me adelanté y lo compré justo cuando alguien más lo solicitaba”.
Dijo que se trató del tema El Bimbo de Georgie Dann, el cual era el único en ese momento y hasta dentro de 15 días llegaría de nuevo. “Un joven regordete y chapeado me miró incrédulo con mi disco en la mano, lo exigió, pero el disco ya era mío; me rogó que se lo vendiera, me dijo que me devolvía mi dinero y además unos dulces que sacó del bolsillo de su pantalón, pero no me convenció. ¿Cómo le iba a dar aquel portento de disco? Era el primero distinto a los de Pedro Infante y Lola Beltrán que había en mi casa”.
“Salí entonces presuroso, casi huyendo y aun así me alcanzó (una cuadra adelante) cerca de la Alameda para darme su nombre y decirme que, si me aburría del disco, lo fuera a buscar a la taquilla de autobuses de la Estrella Roja para vendérselo. Tras escucharlo ochocientas veces, en verdad me aburrió y decidí llevárselo a donde él me indicó”, comentó Rubén al indicar que nació una buena amistad gracias a un disco de los Aguirre.
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