Los habitantes del municipio indígena de Hueyapan tienen una forma bastante peculiar y gastronómica de aprovechar el granizo que cae durante esta temporada de lluvias, utilizándolo como ingrediente para preparar nieve de limón. De acuerdo con los habitantes, se trata de una práctica antigua y bastante común, que consiste en mezclar el granizo con gotas y rayadura de limón, agregando azúcar a la mezcla.
"La mayoría de los vecinos seguimos haciendo nieve de limón con granizo", explico Pablo Saavedra, un joven habitante del barrio de San Miguel.
De acuerdo con el poblador, el proceso para preparar la nieve inicia con la recolección del granizo acumulado en el suelo del monte, donde los vecinos tienen sus casas, limitándose a retirar solo la capa exterior de la nieve para evitar que su ingesta sea motivo de enfermedades gastrointestinales.
"Sólo eso se recolecta y es lo más limpio", dice Saavedra, quien destaca que, aunque esta nieve de limón tenga una receta sencilla, forma parte de la riqueza gastronómica de la comunidad, que, fértil en cultivos de temporada, está repleta de frutos y verduras, pasando por el durazno, la pera y, desde luego, el aguacate.
"Nuestra riqueza cultural es basta para sobrevivir y sobresalir. Quizá sean cosas tan simples, pero la gastronomía que tenemos es tan amplia que de hambre no morimos", suelta el habitante, quien también ha sido promotor de la preservación del náhuatl en su comunidad.
Actualmente, los habitantes del municipio indígena de Hueyapan están a la espera de su feria tradicional, la cual se llevará a cabo del 4 al 7 de agosto, y que es realizada en honor de Santo Domingo de Guzmán, cuyo exconvento, un inmueble histórico que data del siglo XVI, se encuentra actualmente en proceso de rehabilitación después del sismo del 19 de septiembre de 2017.En Hueyapan transforman el granizo en nieve de limón.
De acuerdo con los habitantes, se trata de una tradición muy antigua en la que el granizo, tezihuitl en náhuatl, es recolectado como un ingrediente al que le agregan gotas de limón y ralladura. La mezcla se edulza y degusta durante la temporada de lluvias.
Pablo Saavedra, habitante del barrio de San Miguel señala que la práctica es común entre los vecinos.
"La mayoría seguimos haciendo nieve de limón con granizo", afirmó.
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