A casi cinco años del sismo del 19 de septiembre de 2017, los habitantes del municipio indígena de Hueyapan, ubicado sobre las faldas del volcán Popocatépetl, están en espera de la continuación de los trabajos de restauración del exconvento de Santo Domingo de Guzmán, un convento dominico fundado en el año de 1539 como parte de la jornada de evangelización emprendida por los españoles en la Nueva España. De acuerdo con el Concejo Municipal Indígena, en las últimas reuniones el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) expuso que los trabajos se ven interrumpido debido a la falta de recursos para continuar con las obras.
Hoy en día, los pobladores tiene la preocupación de que el conjunto conventual registre más afectaciones que las que se presentaron durante el sismo, debido a la temporada de lluvias.
"Como no tiene la parte de arriba, ahorita que está lloviendo entra toda el agua y eso puede perjudicar el interior del edificio", dijo uno de los pobladores.
Por su parte, la vocera del Concejo, Guillermina Maya Rendón, expuso que buscará seguir gestionando la restauración del monumento histórico a través de instancias federales. De momento, las actividades religiosas son realizadas en una capilla construida en el atrio del templo, donde los pobladores han tenido que seguir practicando su fe desde el terremoto.
El exconvento de Santo Domingo de Guzmán fue construido por la orden de frailes dominicos a partir de la década de 1560. Mucho más modesto que los otros 13 conjuntos que integran la Ruta de los Conventos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994, el edificio está inacabado y, ya desde la distancia, se aprecio mucho más pequeño que los demás, especialmente si se le compara con la arquitectura monumental del exconvento de La Natividad, en Tepoztlán, también de la orden dominica; o el de San Juan Bautista, en Tlayacapan, de la orden agustina.
Con todo y su modestia, dentro del conjunto destaca un nicho tallado en una sola pieza, conocido como “El Nicho de Hueyapan”, ubicado entre el claustro y la sacristía, en lo que debió haber sido una capilla, tallado en madera.
Para los visitantes, el exconvento puede ser apreciado y fotografiado desde afuera, en tanto concluye su restauración. A principios de año, la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del gobierno del estado, encabezada por Arturo Balandrano Campos, anunció que el proceso de restauración del exconvento concluiría este año.
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