En los últimos años, varias empresas y asociaciones civiles han llevado a cabo campañas de reforestación en el Área Nacional Protegida (ANP) del río Cuautla, y aunque las campañas han congregado a decenas de familias y cientos de árboles han sido plantados en el río, éstos no han sido cuidados ni recibido mantenimiento posterior, por lo que se han secado. Actualmente, sus tallos, secos, evidencian esta realidad en la zona núcleo del área natural.
De acuerdo con integrantes del Colectivo Yólotl, las empresas que han encaminado estos esfuerzos deben hacerlo de manera responsable, no solo como acciones aisladas sin seguimiento posterior.
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“Ese es el reto, el de responsabilizarnos, que cada uno de nosotros podamos hacer algo. Encontrarnos, ver quiénes están haciendo algo mal. Nosotros podemos apoyar”, dijo Itzi Viridiana Gómez, integrante del colectivo.
De acuerdo con Viridiana Gómez, algunos de los árboles plantados no son endémicos de Cuautla, lo que podría representar un peligro para la biodiversidad de la zona y evidencia la falta de planeación y asesoría que han tenido. Durante un recorrido por la zona, las jóvenes destacaron la presencia de especies exóticas que se han integrado al ecosistema del río, pero insistieron en que lo mejor es apostar por especies nativas, a favor de la flora y fauna del lugar.
En agosto, la Coalición Ambiental y Cultural ya había abordado esta problemática al anunciar la integración de un comité de vigilancia y un comité técnico para dar seguimiento a las jornadas de reforestación, con apoyo del municipio, el gobierno del estado y asociaciones civiles locales.