"Si me muero y vuelvo a nacer, panadero quiero ser" así es como con amor, entrega y entusiasmo en la panadería "La Chiquita" elaboran pan de muerto, empanadas de camote, borregos, coronados y teleras blancas para además de deleitar el paladar engalanar las ofrendas este próximo 1 y 2 de noviembre.
Historia con dulce sabor
"La Chiquita" tiene más de 23 años de existencia, se ubica en la calle Tetecala número 51 de la colonia Morelos y se ha convertido en un negocio familiar el cual hasta la fecha ha pasado por dos generaciones. Ahí se trabaja de 6:00 a 22:00 horas los 365 días del año.
Carolina Villanueva Pineda, trabajadora explicó que lo que los diferencia de otras panaderías es el sabor y la calidad de sus productos, pues no importa la fecha ellos siempre se han preocupado porque todas las piezas de pan tengan un sabor y consistencia característica. Lo anterior se logra a través de usar siempre productos de buena calidad y mermeladas artesanales, principalmente. Lamenta que las ventas han disminuido hasta en 50 por ciento en los últimos años, pues por el tipo de productos que utilizan ellos tiene que dar su producto un poco más caro.
Día de muertos con sabor
Desde el 27 de octubre en "La Chiquita" sólo se enfocan en preparar pan de día de muertos así como empanadas de camote, borregos, coronados y teleras blancas o teleras muertas, panes tradicionales en las ofrendas.
Los panaderos se tardan aproximadamente 5 minutos en hacer una charola de 12 panes de muerto medianos, esto con la masa previamente preparada. Además el tiempo de horneado depende de la cantidad de panes y para lograr un esponjado pan de muerto la temperatura del horno debe de estar en 180 grados centígrados.
Invierten por pieza de tamaño promedio de tres hasta siete pesos.
Anécdotas contadas con harina y mantequilla
Francisco Rosas Flores de 22 años de edad explicó que lleva tres años elaborando pan de muerto ahí. A él le toca hacer las mezclas para el pan. Harina, huevo, manteca, leche es sólo parte de los materiales con los que él trabaja diariamente. En este sentido se dijo orgulloso de saber que su pan está en su propia mesa y en la mesa de cientos de familias que lo consumen.
En estas fechas nos dan pan para nosotros y es el que en nuestras casas comemos, es un orgullo poder llevar trabajo a mi familia.
Por su parte Juan Alberto Gómez ramos de 34 años de edad, se dedica a la panadería desde que tenía 14 años, actualmente él ya sabe preparar todo tipo de pan. Afirmó que el pan de esta panadería es mejor comparado con otras, por la calidad de los productos que ocupan, él se encarga de bolear " los huesitos y la cabeza" del pan de muerto.
En este sentido dijo "Si me muero y vuelvo a nacer, panadero quiero ser ", esto al referirse a la nobleza de su trabajo.
René Rosas Flores de 21 años de edad lleva cuatro años trabajando en "La Chiquita" argumentó que ahora ya no les cuesta tanto trabajo elaborar pan, pues en un principio, su preparación era muy lenta por no tener la practica necesaria.
Noel Billar Ortega de 20 años de edad, se encarga de hornear todo el pan, así como de que el pan tenga el brillo y color necesario. Afirma que esta arte es un tanto peligrosa pues ha tenido algunas quemaduras, pero dijo sentirse orgulloso.