La muerte de un joven al caer en una cascada en el Valle de Atongo, en Tepoztlán, abrió la pregunta de si las autoridades locales hacen todo lo posible por evitar que ocurran estas tragedias. Al interior de la comunidad de deportistas extremos, la opinión es que no, acentuando la necesidad de establecer los lineamientos necesarios en conjunto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Así lo expuso Adrián Cortés, del proyecto Tepoztlán Adventures, quien calificó como nulas las acciones del ayuntamiento para garantizar la práctica de deportes extremos en los cerros de Tepoztlán de manera segura:
"Es importante que la Conanp tenga lineamientos en coordinación con el ayuntamiento, porque el ayuntamiento lo único que dice es que está frenando todo, pero esa es la solución, tiene que haber un proceso de un estudio", dijo el deportista.
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Alejandro Cedillo tenía 39 años al perder la vida este 11 de octubre al caer desde una de las cascadas del Valle de Atongo. De acuerdo con Cortés, un amigo cercano suyo, se trató de un "accidente deportivo", que no se debió a una posible falta de experiencia, ya que era un deportista, experimentado, sino al exceso de confianza:
"Él bajó y en vez de llevar la cuerda de 200 metros llevó la de 100. Se fue para abajo, por la confianza. Fue un accidente deportivo", dijo.
El deportista y promotor cultural consideró que las autoridades deben establecer un reglamento a partir del cual se permita la práctica de deportes de alto riesgo en la zona de Tepoztlán, ya que estas actividades son uno de los fuertes en torno a los cuales gira el turismo del pueblo mágico.
"Es la estructuración de un reglamento para que la gente pueda subir. El ayuntamiento tiene que sentarse con la Conanp para echar a andar eso".
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