Los prestadores de servicios de Tlayacapan, catalogado como Pueblo Mágico desde el año 2011, a traviesan por momentos difíciles desde 2017, cuando el terremoto de septiembre inhabilitó uno de los máximos atractivos turísticos de la zona: el exconvento de San Juan Bautista. Actualmente, los comerciantes, restauranteros y hoteleros se enfrentan al cierre del zócalo, debido a los trabajos de rehabilitación.
De acuerdo con Raymundo Quintanar, Coordinador de Turismo del ayuntamiento de Tlayacapan, los sectores más afectados por la disminución del turismo son el restaurantero y hotelero, por la disminución de afluencia turística; los trabajos de rehabilitación, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), durarán un año.
“Lo que más nos afectó fue la pandemia, porque, aunque el exconvento quedó cerrado desde 2017, la gente seguía llegando. Como la gente venía buscando el exconvento, sin saber que estaba cerrado, empezamos a diseñar una oferta con el resto de nuestro patrimonio histórico y cultural. Muchos negocios cerraron, pero ahorita están reabriendo”, dijo el funcionario municipal.
Actualmente, el padrón de prestadores de servicios de Tlayacapan está conformado por más de 30 hoteles, 40 restaurantes y aproximadamente 80 personas dedicadas a la alfarería, además, de los mototaxis que ofrecen traslados turísticos a los puntos más emblemáticos del pueblo, como la zona arqueológica ubicada en el cerro Tlatoani, descubierta hace poco tiempo y sobre la que aún se realizan hallazgos prehispánicos.
“El cierre del exconvento y del zócalo nos alienta a promover otras actividades del municipio que estaban desconocidas, como el senderismo en los cerros que rodean el pueblo y en al zona arqueológica”, dijo Raymundo, quien confió en que estos otros atractivos, como los talleres de cerería y barro, permitan seguir atrayendo el turismo durante los fines de semana largos que restan del año, el 21 de marzo es el más cercano.
“Nos esperan varios puentes y los periodos vacacionales, así que esperamos que la gente siga disfrutando del resto de atractivos con los que cuenta el municipio”, agregó.
A la fecha, los trabajos de rehabilitación dentro del exconvento de San Juan Bautista permanecen en pausa, ante la falta de recursos que enfrenta el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
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