[SEGUNDA VUELTA] ¿Cómo son los “Solteros Premium”?

A diferencia de antes, las personas divorciadas ya no se ven como “fracasadas” sino como personas “fuertes  e independientes”, y las empresas lo saben

Rosaura Hernández | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 1 de agosto de 2020

Cortesía | Pexels

Los divorciados son considerados como los “Solteros Premium” y es que no sólo lograron superar una separación , sino que se han convertido en un nuevo “target” para la mercadotecnia.

En los últimos 13 años el índice de separaciones en México aumentó 74.3 por ciento, ya que mientras en 1993 ocurrían cinco divorcios por cada 100 matrimonios, para 2014, la tasa creció a 17 de cada 100, según el último censo del INEGI.

Es evidente, el sector de los divorciados va en aumento y en la actualidad es más común saber de personas que se divorcian, pero a diferencia de antes ahora este sector no es visto como “personas que fracasaron”, por el contrario son consideradas como personas “fuertes e independientes”. Esto lo sabe la mercadotecnia que, poco a poco, se involucra con el sector para cumplir parte de sus necesidades.

A decir de investigaciones, los nuevos solteros se convirtieron en un mercado que va en ascenso. Sus preferencias y prioridades cambiaron, pero sobre todo su estilo de vida. Con ello, los gastos que hacen y el tipo de productos que compran.

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De acuerdo con cifras del INEGI las personas que se divorcian tienen una edad de entre los 32 y 40 años. En esa edad, la mayoría tiene ya un trabajo estable, además sus gustos y prioridades están definidos, por lo que su poder adquisitivo es un blanco para las marcas y la comunicación.

Aunque todavía no son considerados como un “target” fijo en la mercadotecnia, los denominados “Solteros Premium” tienen preferencias específicas, y son ellos quienes hacen inversiones mucho más fuertes en productos y servicios como la adquisición de ropa, bebidas, o la inversión en suscripciones a gimnasios, citas con psicólogos, abogados, orientadores religiosos, entre otros.

También tienden a adquirir productos de decoración para el hogar, artículos para el cuidado personal y/o maquillaje, viajes, así como suscripciones a aplicaciones de ligue.

Además, en esta nueva etapa de su vida prefieren productos de mayor calidad o de marcas de renombre; así, mientras una persona casada promedio puede comprar un auto “austero” los divorciados se inclinan por vehículos más lujosos. El cuidado de la imagen, así como del espíritu se convierte para algunos, en algo básico por lo que las inversiones en estos rubros suelen ser mucho mayores.