Durante las primeras semanas de este año y derivado de las acciones del gobierno federal frente al robo de combustibles sufrimos un evidente desabasto de gasolina en todo el territorio nacional, siendo particularmente grave en el centro. El día de hoy y con base en los datos recientemente liberados por la Secretaría de Energía en su portal del Sistema de Información Energética conoceremos las consecuencias de dicha medida para el mes de enero de 2019.
Comencemos por recordar que el precio de los combustibles como gasolina y diesel se com-pone de diferentes elementos: el precio de referencia internacional del combustible, el margen comercial al menudeo, el costo de transporte, flete y distribución y los impuestos que son dos, el IVA y el IEPS. Cada una de estas fracciones es independiente y puede variar en el tiempo, inclusive en el transcurso del mismo día, tanto hacia la alza como hacia la baja.
Algunos de esos elementos son externos y no pueden ser alterados por el gobierno como el precio de referencia internacional, sin embargo el gobierno puede afectar otros como por ejemplo el costo del transporte o los impuestos. El impacto de dichos factores en la economía está ligado al volumen de venta.
Durante 2018 se comercializaron a la semana un promedio de 646 mil litros de gasolina mag-na, 117 mil litros de gasolina premium y 292 mil litros de diesel generando ventas anuales por 719 mil 854 millones de pesos. De esta cantidad, el gobierno recibió, en teoría, 253.7 mil millo-nes de pesos derivado del impuesto a la producción y servicios IEPS. Y digo en teoría porque el gobierno federal tiene la facultad de subsidiarle a la población este impuesto, ya sea de for-ma parcial o total con la facilidad de atenuar cambios súbitos al precio al consumidor. El valor de esta subsidio es publicado cada siete días en el Diario Oficial de la Federación.
Con los datos publicados para el pasado mes de enero sabemos ahora que no se redujo la venta de gasolina magna ni de diesel a nivel país y que solamente se redujo en 7% la venta de gasolina premium. Sin embargo, lo que también sabemos ahora es que, a pesar de que el gobierno había anunciado la desaparición total de los subsidios a los combustibles haciendo efectiva la medida a partir de 22 de diciembre pasado, estos se reactivaron a partir de la última semana de enero para el diesel y a partir de esta semana también para la gasolina magna.
La aplicación de subsidios significa que el gobierno regresa a los consumidores parte de los impuestos recaudados. Los subsidios a los combustibles han sido discutidos muy ampliamen-te e inclusive la Fundación Mario Molina se ha expresado en contra por considerarla una prác-tica dañina al medio ambiente la cual, además, beneficia principalmente a los consumidores con los niveles más altos de ingresos. En lugar de subsidios, la Fundación recomienda dirigir los recursos obtenidos del impuesto para inversión social que reduzca las emisiones de gases efecto invernadero, siendo prioritaria la expansión del modelo de transporte público eléctrico masivo o, al menos, híbrido.
Todo esto ocurre en un escenario de aumento al IEPS para 2019, el cual pasa para la gasolina magna de 4.59 a 4.80 pesos por litro, para la premium de 3.80 a 4.060 pesos por litro y para el diésel de 5.040 a 5.28 pesos por litro. El incremento al impuesto responde a la necesidad de generar recursos para los nuevos programas sociales del gobierno federal, lo que no me en-tendemos todavía por falta de información es porqué reactiva los subsidios ocasionándose pérdidas por más de mil 500 millones de pesos nada mas en los primeros dos meses del año.
Aún con toda esta información, el análisis del escenario es incompleto puesto que carecemos a la fecha de una valoración oficial del costo del cambio de modelo de transporte de combustible de ductos a pipas, el cual sabemos es 14 veces más caro. Seguramente con el tiempo ser irán liberando más datos los cuales incorporaremos a esta columna.
