A un siglo de su creación, los agricultores del ejido de El Hospital, en el municipio de Cuautla, están decididos a dar un paso importante en su forma de trabajar la tierra: cambiar los agroquímicos por los biofertilizantes, una transformación que no solo responde a la necesidad de mejorar las prácticas en beneficio del medio ambiente, sino que también sería un alivio para sus bolsillos.
Así lo expuso José Luis García Serrano, presidente del comisariado ejidal de El Hospital, quien detalló que se trata de una iniciativa en respuesta a los crecientes costos de los fertilizantes químicos, con la necesidad de adoptar prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.
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"Este año nos pegó mucho el aumento al precio del abono, porque aumentó casi en un 300 por ciento", detalló el productor.
Entre los límites de Cuautla y Yautepec, el ejido de El Hospital abarca un área de unas 200 hectáreas en las que se siembra principalmente caña de azúcar. Se trató del primer ejido fundado en la región, como parte de la reforma agraria que originó la Revolución Mexicana a principios del siglo pasado. Aunque los productores locales están orgullos de haber preservado prácticamente la totalidad del ejido durante un siglo, hoy tienen el compromiso de mejorar sus prácticas agrícolas.
"Ahorita hay otras formas de fertilizar, pero apenas vamos empezando con los productos orgánicos", dijo el comisariado ejidal.
En un primer paso hacia la sostenibilidad, García Serrano detalló que los ejidatarios han llevado a cabo obras de tecnificación cuyo objetivo es ahorrar agua, una necesidad que quedó evidenciada con la sequía que caracterizó el temporal de este año, lo que llevó a varios ejidos a sufrir pérdidas de hasta el 100 por ciento en cultivos de maíz y sorgo.
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