/ jueves 30 de noviembre de 2023

13: El álbum recopilatorio de The Doors

Uno de los grupos de música que cambiaron la forma de concebir el rock son The Doors, banda originario de Los Ángeles, California, que plasmaron un estilo psicodélico, oscuro, misterioso y poético a la música a finales de los años sesenta y principios de los setenta, configurándose como la banda de rock más importante de la Unión Americana en esa época donde claramente predominaban las bandas de rock británicas.

Los años sesenta marcaron una época al generarse varios sucesos que cambiaron la visión del mundo. Recordemos que estaba el contexto de la Guerra Fría entre el bloque capitalista y el socialista, de tal manera que había conflictos bélicos, políticos, sociales, y ante un ambiente hostil en muchos aspectos surgen manifestaciones de inconformidad a través de expresiones culturales y artísticas siendo la música y específicamente el rock un ejemplo de ello. En este sentido el movimiento hippy bajo el lema de “amor y paz” permeo en los contenidos musicales de bandas como The Turtles, The Beach Boys, The Mamas And The Papas, The Byrds, The Lovin´Spoonful y por supuesto The Beatles con su tema “All you need is love”, por mencionar algunos; sin embargo, The Doors irrumpe en la escena musical con canciones con otro tipo de temáticas que expresaban un lado más oscuro que también forma parte del lado humano y su sociedad.

En este sentido, The Doors muestra una versatilidad más allá que otros grupos de la época, su música explora distintas aristas que no se encasillan en algún aspecto determinado dentro de su contexto, es decir, manejan temas atemporales como viajes, caos, desorden, muerte, amor, libertad, bajo la lógica de que sus canciones puedan escucharse en cualquier tiempo. Hay que tomar en consideración que el sonido de la música de The Doors radica en diferentes vertientes, un sonido cuya base cae en los teclados de Ray Manzarek quien también creaba el sonido del bajo en los conciertos a través de su Fender Rhodes Piano Bass, y de igual manera Robby Krieger con un estilo propio de tocar la guitarra sin plumilla generó y contribuyó con un sonido singular de guitarra que es identificable en la música de The Doors (no se trata de simples guitarrazos), mientras que Jim Morrison a través de su poesía lírica y el acompañamiento que acentuaba la batería de John Densmore generaban una amalgama musical diferente a lo escuchado bajo la lógica musical de flores, cielos de mermelada, incienso y pimienta, arcoíris, y veranos en la ciudad.

The Doors al publicar su primer álbum en enero de 1967 muestra que no es un grupo más del montón, tan es así que su música se escucha tan fresca a pesar de tener más de 50 años, tan solo escuchen el álbum Strange Days que es un referente de la experimentación musical y de la psicodelia. The Doors llega a la cima en 1968 con su álbum Waiting For The Sun lo que les hace ser la banda de rock más importante de Estados Unidos, sin embargo, la actitud caótica de Jim Morrison les genere una persecución por la sociedad conservadora de la Unión Americana, y para 1969 y parte de 1970 se les veta de las estaciones de radio como de presentaciones en vivo, y a pesar de haber publicado la joya musical de The Soft Parade (julio de 1969) y el gran álbum de Morrison Hotel (febrero de 1970), The Doors no tenía muchas presentaciones por lo que publican un álbum en concierto: Absolutely Live, una excelente obra conformada por conciertos en distintas ciudades del país vecino del norte entre agosto de 1969 y junio de 1970; dichas grabaciones de los conciertos de The Doors estaban archivadas bajo el proyecto denominado Noches Americanas, que posteriormente servirían para sacar más álbumes en vivo. Es importante agregar que Absolutely Live es una excelsa obra musical que permite captar bajo la gran genialidad de producción de Paul A. Rothchild la esencia de Los Doors en concierto donde tenemos la gran pieza músico teatral de Celebration Of The Lizard, de tal manera que dicho trabajo discográfico implicaría hablar de ello en un artículo aparte.

Ahora bien, bajo este contexto, para finales de 1970, específicamente el 30 de noviembre Elektra Record publica el primer disco recopilatorio de The Doors titulado simplemente “13”. Dicho título deriva en virtud de que el disco contiene 13 temas, y eso lo hacía diferente a los demás álbumes recopilatorios de las bandas de rock de esa época, que generalmente oscilaban entre los 10 y 12 temas musicales teniendo como ejemplos el Big Hits (High Tide And Green Grass) de The Rolling Stones o el Hey Jude de The Beatles. Y en este sentido The Doors otorgaba un tema más a sus seguidores, por lo que nuevamente ofrecían algo más que el resto de los demás grupos. Entonces tenemos dos aspectos a considerar, la forma y el fondo, y con 13 tenemos que en cuanto a la forma son trece canciones, una más que los demás discos recopilatorios de las bandas de esa época, y en cuanto al fondo es esa versatilidad musical que al menos no podemos apreciar en grupos como Los Rolling Stones que aunque para muchos son una de las más grandes bandas de rock (muchos dirán que la número uno) lo cierto es que su música es lineal, no así la de The Doors y que podemos apreciar en este disco en comento. Lo anterior lo sostenemos con el siguiente análisis.

El primer track que contiene es “Light My Fire” en su versión completa y no la corta como en el single lanzado 3 años antes, donde podemos apreciar la majestuosidad musical de dicho tema al deleitarnos con su soberbia e inigualable introducción de teclado obra del genio Ray Manzarek, así como la parte instrumental donde no solo destaca el sonido excitante del teclado sino también el de la guitarra de Robby Krieger que ha manifestado que tiene una influencia en el tema de The Beatles titulado “Eleanor Rigby”, y no podemos dejar de mencionar la voz sensual de Jim Morrison con su “yeah!”. Todo ello configura una canción que es un referente de los años sesenta, de tal forma que en este primer track se experimenta euforia psicodélica netamente con los solos de guitarra y teclado así como el acompañamiento estilo latino de la batería de John Densmore.

Como segundo track está también la exitosa “People Are Strange”, con un estilo vals europeo cuya temática aborda la indiferencia de la sociedad hacia lo desconocido. Se trata del primer single lanzado del álbum Strange Days y que junto con Light My Fire fueron éxitos en la radio estadounidense y que se tocaron en vivo en el programa de televisión de Ed Sullivan, programa que catapultó a The Beatles y The Rolling Stones en la Unión Americana. Hay que mencionar que The Doors fueron vetados de ese programa al no acatar Jim Morrison el cambiar la letra de “Enciende Mi Fuego” respecto a la línea “girl we couldn´t get much higher”, sin embargo, dicho veto no determinó la trayectoria de The Doors, que buscaban trascender en la música y no en lo comercial.

El tercer tema es “Back Door Man”, también del primer álbum de 1967 (The Doors) donde se muestra una canción que si bien es cierto es de la autoría de Willie Dixon/Chester Burnett, Los Doors la estructuran en forma de blues psicodélico pero con un toque de misterio y salvajismo musical a través de esa introducción y solo de guitarra por parte de Krieger así como esa fuerza vocal de Jim Morrison.

Tenemos así en cuarto lugar a la mítica “Moonlight Drive”, un tema con base en el blues que es la raíz del rock pero con arreglos en forma de balada donde sobresale el slide de guitarra de Robby Krieger y que sería característico en muchos temas de The Doors. Hay que resaltar la introducción del teclado y el bajo que personalizan dicho tema así como el acompañamiento de la batería de John Densmore, y que en pocas palabras es un deleite escuchar dicha canción, sin dejar de pasar por alto la letra autoría del joven Jim Morrison, un tema extraordinariamente poético que al leerle la letra a Ray Manzarek, éste queda fascinado y decide junto con Morrison conformar una banda de rock bajo la lógica de que a través de su música se vería lo desconocido aludiendo a la frase de William Blake: “If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is: infinite”.

En quinto lugar está “The Crystal Ship”, otro gran tema del álbum The Doors (enero de 1967), donde se muestra esa versatilidad de The Doors no solo para componer música psicodélica sino también tranquila y romántica, donde destaca la ejecución vocal de Jim así como el solo de teclado a mitad del tema, que fue el lado B del single “Light My Fire”.

Y para cerrar el lado A del Lp 13 tenemos “Roadhouse Blues”, el gran tema del disco Morrison Hotel de 1970, álbum con el que The Doors regresa al éxito comercial y que fue alabado por la crítica como el mejor disco de su género (obviamente el blues). Este tema es ya todo un referente del rock mundial, tanto por su estructura musical que es fluida y con un gran riff de guitarra y por supuesto su respectivo solo, aunado al acompañamiento de teclado y armónica (ejecutada por John Sebastian vocalista de The Lovin´Spoonful bajo el seudónimo de G. Puglese), como por la interpretación de Jim Morrison cantando las líneas “When I woke up this mornin´I got myself a beer…Let it roll, baby, roll, Let it roll, baby, roll, Let it roll, baby, roll, Let it roll, All night long”.

El lado B del vinil se abre con otro gran éxito de The Doors: “Touch Me”, cuya letra es de Robby Krieger, donde la introducción de teclado es una genialidad así como el “C´mon, c´mon, c´mon, c´mon, now Touch me, babe” de Jim Morrison. Touch Me tiene una letra romántica pero sensual, muy metafórica, que atrapó los oídos de los fans, siendo el gran éxito de la radio a finales de 1968 y principios de 1969. Es un tema que tiene arreglos musicales con cuerdas y metales así como un solo de saxofón al final del tema que lo configura como una de las mejores canciones del álbum The Soft Parade (julio de 1969).

Continúa el disco con dos grandes temas del álbum Strange Days, “Love Me Two Times” y “You´re Lost Little Girl”, ambos escritos por el guitarrista Robby Krieger. Respecto al primer tema, también fue lanzado como single posicionándose en el gusto musical de la radio norteamericana, y que en palabras de su autor la letra se inspira en la historia de un joven que se despide de su novia porque se irá a la guerra (Vietnam); dicho tema es de los favoritos tanto del propio Jim Morrison como de los seguidores y no seguidores de The Doors ya que es una canción con una estructura musical que se escucha muy moderna para sus tiempos y por ende con un sonido tan fresco que hoy si se escucha no se pensaría que tiene 56 años de distancia. Tratándose de “You´re Lost Little Girl” es un tema que encierra un misterio tanto en la letra como en la música, tan solo basta escuchar su introducción, aunado al gran solo de guitarra en la parte media de la canción, todo ello muestra que tanto este tema como los demás de dicho álbum tienen un sonido muy cohesionado que los singulariza de los demás álbumes, quizás Strange Days podría haber sido el mejor álbum de The Doors por el sonido tan sofisticado que le imprimieron.

Ahora sigue otro #1 de The Doors: “Hello, I Love You”, canción que se convirtió en todo un éxito en Reino Unido, y que viene en el tercer Lp de la banda: Waiting For The Sun (julio de 1968). Nuevamente en este tema Robby Krieger le imprime ese peculiar slide de guitarra que tanto encantaba a Jim Morrison, así como un acompañamiento de batería que junto con el teclado generan un sonido muy acorde a los paradigmas de la radio comercial como para convertirse en un éxito.

“Land Ho!” es otro tema del quinto álbum de The Doors (Morrison Hotel), que narra la historia de un marinero que no podía vivir en tierra, por lo que percibimos la gran capacidad narrativa en las letras compuestas por Jim Morrison, que buscaba un reconocimiento como escritor y poeta más que como cantante, sin embargo, a través de la música que imprimían sus compañeros de grupo sus poemas se musicalizaban y podían ser escuchados por miles de personas. En este tema podemos sentir esa versatilidad y capacidad de The Doors de escuchar no solo canciones oscuras sino también de poder imaginar temas con otra narrativa como en este caso la aventura, el amor y los viajes.

Es preciso mencionar que The Doors tenía una flexibilidad musical que podía crear canciones de amor pero también muy ásperas como “Wild Child”, que fue el lado B del single Touch Me, de tal manera que en este sencillo vemos esa diferencia entre un tema compuesto por Krieger y uno compuesto por Morrison, ambos geniales, pero en el estilo propio de Morrison se expresa esa fuerza que debe caracterizar al rock, siendo Wild Child un ejemplo de ello, tan solo escuchen la muy característica introducción de guitarra de dicho tema así como las rasposa voz que le imprime El Rey Lagarto.

Y tenemos por treceavo tema a “The Unknown Soldier”, canción que tiene un corte teatral y que es plasmado en un videoclip (de los primeros en la historia) donde se muestra a un Jim Morrison siendo fusilado, escena que llevarían también a los conciertos cuando tocaban dicha obra. Con esta canción se cierra este álbum recopilatorio pero nos muestra las distintas facetas y temáticas de The Doors, desde la psicodelia, el blues, el rock, la experimentación musical, las baladas, música con cuerdas y metales, el jazz, el pop, hasta la teatralidad, hacen todo ello que The Doors lleve al escucha a lugares desconocidos, que sean la puerta que está entre lo conocido y lo desconocido.

Facebook: Carlos Morrison

Correo electrónico: jcjaimes_unam@hotmail.com

Uno de los grupos de música que cambiaron la forma de concebir el rock son The Doors, banda originario de Los Ángeles, California, que plasmaron un estilo psicodélico, oscuro, misterioso y poético a la música a finales de los años sesenta y principios de los setenta, configurándose como la banda de rock más importante de la Unión Americana en esa época donde claramente predominaban las bandas de rock británicas.

Los años sesenta marcaron una época al generarse varios sucesos que cambiaron la visión del mundo. Recordemos que estaba el contexto de la Guerra Fría entre el bloque capitalista y el socialista, de tal manera que había conflictos bélicos, políticos, sociales, y ante un ambiente hostil en muchos aspectos surgen manifestaciones de inconformidad a través de expresiones culturales y artísticas siendo la música y específicamente el rock un ejemplo de ello. En este sentido el movimiento hippy bajo el lema de “amor y paz” permeo en los contenidos musicales de bandas como The Turtles, The Beach Boys, The Mamas And The Papas, The Byrds, The Lovin´Spoonful y por supuesto The Beatles con su tema “All you need is love”, por mencionar algunos; sin embargo, The Doors irrumpe en la escena musical con canciones con otro tipo de temáticas que expresaban un lado más oscuro que también forma parte del lado humano y su sociedad.

En este sentido, The Doors muestra una versatilidad más allá que otros grupos de la época, su música explora distintas aristas que no se encasillan en algún aspecto determinado dentro de su contexto, es decir, manejan temas atemporales como viajes, caos, desorden, muerte, amor, libertad, bajo la lógica de que sus canciones puedan escucharse en cualquier tiempo. Hay que tomar en consideración que el sonido de la música de The Doors radica en diferentes vertientes, un sonido cuya base cae en los teclados de Ray Manzarek quien también creaba el sonido del bajo en los conciertos a través de su Fender Rhodes Piano Bass, y de igual manera Robby Krieger con un estilo propio de tocar la guitarra sin plumilla generó y contribuyó con un sonido singular de guitarra que es identificable en la música de The Doors (no se trata de simples guitarrazos), mientras que Jim Morrison a través de su poesía lírica y el acompañamiento que acentuaba la batería de John Densmore generaban una amalgama musical diferente a lo escuchado bajo la lógica musical de flores, cielos de mermelada, incienso y pimienta, arcoíris, y veranos en la ciudad.

The Doors al publicar su primer álbum en enero de 1967 muestra que no es un grupo más del montón, tan es así que su música se escucha tan fresca a pesar de tener más de 50 años, tan solo escuchen el álbum Strange Days que es un referente de la experimentación musical y de la psicodelia. The Doors llega a la cima en 1968 con su álbum Waiting For The Sun lo que les hace ser la banda de rock más importante de Estados Unidos, sin embargo, la actitud caótica de Jim Morrison les genere una persecución por la sociedad conservadora de la Unión Americana, y para 1969 y parte de 1970 se les veta de las estaciones de radio como de presentaciones en vivo, y a pesar de haber publicado la joya musical de The Soft Parade (julio de 1969) y el gran álbum de Morrison Hotel (febrero de 1970), The Doors no tenía muchas presentaciones por lo que publican un álbum en concierto: Absolutely Live, una excelente obra conformada por conciertos en distintas ciudades del país vecino del norte entre agosto de 1969 y junio de 1970; dichas grabaciones de los conciertos de The Doors estaban archivadas bajo el proyecto denominado Noches Americanas, que posteriormente servirían para sacar más álbumes en vivo. Es importante agregar que Absolutely Live es una excelsa obra musical que permite captar bajo la gran genialidad de producción de Paul A. Rothchild la esencia de Los Doors en concierto donde tenemos la gran pieza músico teatral de Celebration Of The Lizard, de tal manera que dicho trabajo discográfico implicaría hablar de ello en un artículo aparte.

Ahora bien, bajo este contexto, para finales de 1970, específicamente el 30 de noviembre Elektra Record publica el primer disco recopilatorio de The Doors titulado simplemente “13”. Dicho título deriva en virtud de que el disco contiene 13 temas, y eso lo hacía diferente a los demás álbumes recopilatorios de las bandas de rock de esa época, que generalmente oscilaban entre los 10 y 12 temas musicales teniendo como ejemplos el Big Hits (High Tide And Green Grass) de The Rolling Stones o el Hey Jude de The Beatles. Y en este sentido The Doors otorgaba un tema más a sus seguidores, por lo que nuevamente ofrecían algo más que el resto de los demás grupos. Entonces tenemos dos aspectos a considerar, la forma y el fondo, y con 13 tenemos que en cuanto a la forma son trece canciones, una más que los demás discos recopilatorios de las bandas de esa época, y en cuanto al fondo es esa versatilidad musical que al menos no podemos apreciar en grupos como Los Rolling Stones que aunque para muchos son una de las más grandes bandas de rock (muchos dirán que la número uno) lo cierto es que su música es lineal, no así la de The Doors y que podemos apreciar en este disco en comento. Lo anterior lo sostenemos con el siguiente análisis.

El primer track que contiene es “Light My Fire” en su versión completa y no la corta como en el single lanzado 3 años antes, donde podemos apreciar la majestuosidad musical de dicho tema al deleitarnos con su soberbia e inigualable introducción de teclado obra del genio Ray Manzarek, así como la parte instrumental donde no solo destaca el sonido excitante del teclado sino también el de la guitarra de Robby Krieger que ha manifestado que tiene una influencia en el tema de The Beatles titulado “Eleanor Rigby”, y no podemos dejar de mencionar la voz sensual de Jim Morrison con su “yeah!”. Todo ello configura una canción que es un referente de los años sesenta, de tal forma que en este primer track se experimenta euforia psicodélica netamente con los solos de guitarra y teclado así como el acompañamiento estilo latino de la batería de John Densmore.

Como segundo track está también la exitosa “People Are Strange”, con un estilo vals europeo cuya temática aborda la indiferencia de la sociedad hacia lo desconocido. Se trata del primer single lanzado del álbum Strange Days y que junto con Light My Fire fueron éxitos en la radio estadounidense y que se tocaron en vivo en el programa de televisión de Ed Sullivan, programa que catapultó a The Beatles y The Rolling Stones en la Unión Americana. Hay que mencionar que The Doors fueron vetados de ese programa al no acatar Jim Morrison el cambiar la letra de “Enciende Mi Fuego” respecto a la línea “girl we couldn´t get much higher”, sin embargo, dicho veto no determinó la trayectoria de The Doors, que buscaban trascender en la música y no en lo comercial.

El tercer tema es “Back Door Man”, también del primer álbum de 1967 (The Doors) donde se muestra una canción que si bien es cierto es de la autoría de Willie Dixon/Chester Burnett, Los Doors la estructuran en forma de blues psicodélico pero con un toque de misterio y salvajismo musical a través de esa introducción y solo de guitarra por parte de Krieger así como esa fuerza vocal de Jim Morrison.

Tenemos así en cuarto lugar a la mítica “Moonlight Drive”, un tema con base en el blues que es la raíz del rock pero con arreglos en forma de balada donde sobresale el slide de guitarra de Robby Krieger y que sería característico en muchos temas de The Doors. Hay que resaltar la introducción del teclado y el bajo que personalizan dicho tema así como el acompañamiento de la batería de John Densmore, y que en pocas palabras es un deleite escuchar dicha canción, sin dejar de pasar por alto la letra autoría del joven Jim Morrison, un tema extraordinariamente poético que al leerle la letra a Ray Manzarek, éste queda fascinado y decide junto con Morrison conformar una banda de rock bajo la lógica de que a través de su música se vería lo desconocido aludiendo a la frase de William Blake: “If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is: infinite”.

En quinto lugar está “The Crystal Ship”, otro gran tema del álbum The Doors (enero de 1967), donde se muestra esa versatilidad de The Doors no solo para componer música psicodélica sino también tranquila y romántica, donde destaca la ejecución vocal de Jim así como el solo de teclado a mitad del tema, que fue el lado B del single “Light My Fire”.

Y para cerrar el lado A del Lp 13 tenemos “Roadhouse Blues”, el gran tema del disco Morrison Hotel de 1970, álbum con el que The Doors regresa al éxito comercial y que fue alabado por la crítica como el mejor disco de su género (obviamente el blues). Este tema es ya todo un referente del rock mundial, tanto por su estructura musical que es fluida y con un gran riff de guitarra y por supuesto su respectivo solo, aunado al acompañamiento de teclado y armónica (ejecutada por John Sebastian vocalista de The Lovin´Spoonful bajo el seudónimo de G. Puglese), como por la interpretación de Jim Morrison cantando las líneas “When I woke up this mornin´I got myself a beer…Let it roll, baby, roll, Let it roll, baby, roll, Let it roll, baby, roll, Let it roll, All night long”.

El lado B del vinil se abre con otro gran éxito de The Doors: “Touch Me”, cuya letra es de Robby Krieger, donde la introducción de teclado es una genialidad así como el “C´mon, c´mon, c´mon, c´mon, now Touch me, babe” de Jim Morrison. Touch Me tiene una letra romántica pero sensual, muy metafórica, que atrapó los oídos de los fans, siendo el gran éxito de la radio a finales de 1968 y principios de 1969. Es un tema que tiene arreglos musicales con cuerdas y metales así como un solo de saxofón al final del tema que lo configura como una de las mejores canciones del álbum The Soft Parade (julio de 1969).

Continúa el disco con dos grandes temas del álbum Strange Days, “Love Me Two Times” y “You´re Lost Little Girl”, ambos escritos por el guitarrista Robby Krieger. Respecto al primer tema, también fue lanzado como single posicionándose en el gusto musical de la radio norteamericana, y que en palabras de su autor la letra se inspira en la historia de un joven que se despide de su novia porque se irá a la guerra (Vietnam); dicho tema es de los favoritos tanto del propio Jim Morrison como de los seguidores y no seguidores de The Doors ya que es una canción con una estructura musical que se escucha muy moderna para sus tiempos y por ende con un sonido tan fresco que hoy si se escucha no se pensaría que tiene 56 años de distancia. Tratándose de “You´re Lost Little Girl” es un tema que encierra un misterio tanto en la letra como en la música, tan solo basta escuchar su introducción, aunado al gran solo de guitarra en la parte media de la canción, todo ello muestra que tanto este tema como los demás de dicho álbum tienen un sonido muy cohesionado que los singulariza de los demás álbumes, quizás Strange Days podría haber sido el mejor álbum de The Doors por el sonido tan sofisticado que le imprimieron.

Ahora sigue otro #1 de The Doors: “Hello, I Love You”, canción que se convirtió en todo un éxito en Reino Unido, y que viene en el tercer Lp de la banda: Waiting For The Sun (julio de 1968). Nuevamente en este tema Robby Krieger le imprime ese peculiar slide de guitarra que tanto encantaba a Jim Morrison, así como un acompañamiento de batería que junto con el teclado generan un sonido muy acorde a los paradigmas de la radio comercial como para convertirse en un éxito.

“Land Ho!” es otro tema del quinto álbum de The Doors (Morrison Hotel), que narra la historia de un marinero que no podía vivir en tierra, por lo que percibimos la gran capacidad narrativa en las letras compuestas por Jim Morrison, que buscaba un reconocimiento como escritor y poeta más que como cantante, sin embargo, a través de la música que imprimían sus compañeros de grupo sus poemas se musicalizaban y podían ser escuchados por miles de personas. En este tema podemos sentir esa versatilidad y capacidad de The Doors de escuchar no solo canciones oscuras sino también de poder imaginar temas con otra narrativa como en este caso la aventura, el amor y los viajes.

Es preciso mencionar que The Doors tenía una flexibilidad musical que podía crear canciones de amor pero también muy ásperas como “Wild Child”, que fue el lado B del single Touch Me, de tal manera que en este sencillo vemos esa diferencia entre un tema compuesto por Krieger y uno compuesto por Morrison, ambos geniales, pero en el estilo propio de Morrison se expresa esa fuerza que debe caracterizar al rock, siendo Wild Child un ejemplo de ello, tan solo escuchen la muy característica introducción de guitarra de dicho tema así como las rasposa voz que le imprime El Rey Lagarto.

Y tenemos por treceavo tema a “The Unknown Soldier”, canción que tiene un corte teatral y que es plasmado en un videoclip (de los primeros en la historia) donde se muestra a un Jim Morrison siendo fusilado, escena que llevarían también a los conciertos cuando tocaban dicha obra. Con esta canción se cierra este álbum recopilatorio pero nos muestra las distintas facetas y temáticas de The Doors, desde la psicodelia, el blues, el rock, la experimentación musical, las baladas, música con cuerdas y metales, el jazz, el pop, hasta la teatralidad, hacen todo ello que The Doors lleve al escucha a lugares desconocidos, que sean la puerta que está entre lo conocido y lo desconocido.

Facebook: Carlos Morrison

Correo electrónico: jcjaimes_unam@hotmail.com