/ viernes 6 de octubre de 2023

El golpe

El aviso toma por sorpresa al automovilista: en un crucero un desconocido hace señas para indicar algún daño en la llanta del vehículo; no lo duda y baja a revisar.

La distracción, conocida como “la llanta ponchada” funcionó y ese momento es aprovechado por delincuentes para asaltar a la víctima.

En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México hemos recibido reportes sobre diversas formas de fabricar condiciones para robos o estafas relacionadas con automovilistas.

Conocerlas y divulgarlas ofrece una oportunidad para fortalecer la prevención, pues los fraudes pueden evitarse hasta en un 90 por ciento de las ocasiones, y en el caso de los asaltos es factible anticiparse y desactivar las acciones delincuenciales.

Otra de las estrategias, de la cual el Consejo Ciudadano ha recibido más de 10 reportes este año, es el “fraude del mecánico”. Consiste en hacer creer al conductor que su auto presenta una descompostura.

Al detenerse para revisarlo “casualmente” pasa por el lugar un mecánico y se ofrece a realizar la compostura, la cual deriva en un costo exorbitante.

Los delincuentes aprovechan el desconcierto provocado, las buenas intenciones de las o los conductores para solucionar el problema y escenifican daños personales, a sus vehículos o fingen ser la mejor opción para arreglar una descompostura.

En redes sociales se ha viralizado un video con una de estas formas de asaltar: un motociclista simula un choque con una camioneta estacionada, a la cual le rompe una calavera con el codo.

Cuando la conductora desciende a revisar los daños, un cómplice se acerca por el costado del copiloto, sustrae las pertenencias de la mujer y escapa; ante la confusión de la víctima, el motorista “accidentado” también huye.

Esquema similar al empleado por los montachoques. Tras provocar una colisión de las llamadas “lamineras” entre varios exigen el pago por medios violentos.

Ante estas situaciones, la recomendación principal es no bajar del vehículo y buscar lugares concurridos, como una gasolinería o un paradero de autobuses, para hacer la revisión.

Si se trata de golpes “lamineros”, mantenerse dentro del auto, llamar a la aseguradora si se cuenta con una póliza, a la policía de tránsito o a una persona de confianza. En caso de bajar para cerciorarse de los daños, subir los vidrios del auto y poner los seguros de las puertas.

En la Línea de Seguridad o Chat de Confianza del Consejo Ciudadano, 55 5533 5533, ofrecemos orientación preventiva, apoyo jurídico o emocional, 24/7, gratuito, a cualquier parte del país.

@guerrerochipres

El aviso toma por sorpresa al automovilista: en un crucero un desconocido hace señas para indicar algún daño en la llanta del vehículo; no lo duda y baja a revisar.

La distracción, conocida como “la llanta ponchada” funcionó y ese momento es aprovechado por delincuentes para asaltar a la víctima.

En el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México hemos recibido reportes sobre diversas formas de fabricar condiciones para robos o estafas relacionadas con automovilistas.

Conocerlas y divulgarlas ofrece una oportunidad para fortalecer la prevención, pues los fraudes pueden evitarse hasta en un 90 por ciento de las ocasiones, y en el caso de los asaltos es factible anticiparse y desactivar las acciones delincuenciales.

Otra de las estrategias, de la cual el Consejo Ciudadano ha recibido más de 10 reportes este año, es el “fraude del mecánico”. Consiste en hacer creer al conductor que su auto presenta una descompostura.

Al detenerse para revisarlo “casualmente” pasa por el lugar un mecánico y se ofrece a realizar la compostura, la cual deriva en un costo exorbitante.

Los delincuentes aprovechan el desconcierto provocado, las buenas intenciones de las o los conductores para solucionar el problema y escenifican daños personales, a sus vehículos o fingen ser la mejor opción para arreglar una descompostura.

En redes sociales se ha viralizado un video con una de estas formas de asaltar: un motociclista simula un choque con una camioneta estacionada, a la cual le rompe una calavera con el codo.

Cuando la conductora desciende a revisar los daños, un cómplice se acerca por el costado del copiloto, sustrae las pertenencias de la mujer y escapa; ante la confusión de la víctima, el motorista “accidentado” también huye.

Esquema similar al empleado por los montachoques. Tras provocar una colisión de las llamadas “lamineras” entre varios exigen el pago por medios violentos.

Ante estas situaciones, la recomendación principal es no bajar del vehículo y buscar lugares concurridos, como una gasolinería o un paradero de autobuses, para hacer la revisión.

Si se trata de golpes “lamineros”, mantenerse dentro del auto, llamar a la aseguradora si se cuenta con una póliza, a la policía de tránsito o a una persona de confianza. En caso de bajar para cerciorarse de los daños, subir los vidrios del auto y poner los seguros de las puertas.

En la Línea de Seguridad o Chat de Confianza del Consejo Ciudadano, 55 5533 5533, ofrecemos orientación preventiva, apoyo jurídico o emocional, 24/7, gratuito, a cualquier parte del país.

@guerrerochipres