La guerra del streaming tiene un vencedor evidente en Morelos. Las ventas de películas pirata en el estado han crecido 30 por ciento en los últimos años al grado que distribuidores de la ilegal mercancía logran transacciones de hasta 4 mil copias diarias. Incluso se dan el lujo de distribuirlas al mayoreo.
La facilidad de “clonar” películas desde los servicios de streaming y acceder a material por servidores internacionales, junto al hecho de que hace más de una década no ha habido operativos contra mercancía pirata en el estado, les permitió “independizarse” de las mafias.
Miguel es distribuidor de películas y discos piratas en Plaza Lido en Cuernavaca desde hace 8 años. Cuenta que de diciembre del año pasado a la fecha el negocio ha despuntado, comparado con 2019 y 2020 cuando bajaron hasta 40 por ciento.
Considera que las ventas cayeron a raíz del surgimiento de plataformas de streaming como Netflix, aunque la diversificación de éstas les dio un respiro porque algunos clientes han comentado que es más económico comprar piratería en lugar de pagar más de tres aplicaciones.
Y es que, dijo, gracias a lo anterior la venta volvió a cobrar fuerza y demanda en el mercado. Los costos mensuales de algunas plataformas de streaming, por ejemplo Disney, valen 159 pesos; Prime Video, 99; HBO, 149; Paramount, 79 y Netflix 139 pesos mensuales.
Es decir, por todas se desembolsarían por lo menos 625 pesos mensuales, lo que significa que al año se habría gastado 7 mil 500 pesos, eso sin contemplar que para hacer uso de ellas es necesario el internet.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Hábitos de Consumo de Piratería 2020, cuya muestra fue de 2 mil 800 personas, sólo 27.5% señaló haber cancelado alguna suscripción durante el periodo de contingencia por Covid.
Aproximadamente una de cada cinco personas dijo que aceptaría un decodificador para tener acceso gratuito a plataformas como Netflix, Blim, Amazon Prime y HBO; y estarían dispuestos a pagar por ese artículo entre 101 a 250 pesos.
El costo al menudeo por película pirata es de 10 pesos desde hace más de 6 años, pero los comerciantes pueden llegar a venderlas al mayoreo hasta en 5 pesos. Miguel recordó que hace ocho años eran más caras (unos 50 pesos) porque había pocas personas con DVD, pero en 2015 bajaron a 15 pesos y desde finales de ese año el precio no ha cambiado.
Dice no tener idea de cuántos títulos tiene en su negocio ubicado en Plaza Lido; sin embargo, calcula tener más de 3 mil, pues por cada película existente tiene alrededor de 14 copias.
Sus clientes son mayormente adultos y uno que otro joven: “Es más práctico para quienes no le saben a la tecnología, por eso vienen”.
Sin operativos desde 2012
En Morelos no se ha realizado un operativo contra la piratería desde el año 2016. Y en la capital del estado el último fue en 2012, específicamente en Plaza Lido, Santos Degollado, el Mercado de Artesanías y la zona conocida como Fayuca.
En ese entonces se inspeccionaron 186 locales y ubicaron cuatro laboratorios en los que se hallaron 2 millones 170 mil 308 materiales de audio y video, además de 2 millones 389 mil 421 portadillas.
El artículo 424 del Código Penal establece que quienes cometan Delitos en Materia de Derechos de Autor serán acreedores a prisión de tres a 10 años y recibirán de 2 mil a 20 mil días de multa.
Lo anterior, en caso de que produzca, reproduzca, introduzca al país, almacene, transporte, distribuya, venda o arriende copias de obras, fonogramas, videogramas o libros, protegidos por la Ley Federal del Derecho de Autor, en forma dolosa con fin de especulación comercial y sin la autorización de los derechos de autor.
También a quienes, a sabiendas, aporten o provean de cualquier forma, materias primas o insumos destinados a la producción o reproducción de obras, fonogramas, videogramas o libros. De igual manera se le castigará a quien fabrique con fin de lucro un dispositivo o sistema cuya finalidad sea desactivar los dispositivos electrónicos de protección de un programa de computación.
Durante 2006 fueron realizados en el país más de 8 mil 700 operativos con el objetivo de decomisar mercancía pirata.
Amenaza para la industria
“Producir cine en México es extremadamente caro y es poco redituable. La piratería nos afecta en el sentido de que esa pequeña ganancia que pudiera recibir el equipo después de realizar una película se pierde y la piratería nos roba esa ganancia”, dice Milton Guisa, director, guionista y productor de cine en Morelos.
De acuerdo con el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. se calcula que la piratería ocasiona una pérdida de poco más de seis mil millones de pesos. Pero va más allá de la quema de DVD, pues existe un mercado pirata de artículos como ropa, calzado, libros, lentes, mochilas y más.
“Todos los tenis de todas las marcas los doy en 290 pesos, no son clones, son piratas, porque un clon cuesta más de mil pesos, y compramos por medias, es decir de a 5 pares", dijo un vendedor de tenis que tiene su negocio en la Fayuca. Cada par lo vende hasta en 450 pesos.
Sin embargo, Eduardo Peimbert Ortiz, presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos Pro Centro Histórico de Cuernavaca, aseguró: “Me afecta muchísimo. En el caso de los tenis cuestan menos de la mitad con ellos, pero lo que la gente no ve es que no les dan garantía y que son de dudosa procedencia, a pesar de que puede ser una oferta atractiva”.
Por ejemplo, en la pasada feria patronal del Tlaltenango abundaron los puestos de maquillaje chino, bolsas y maletas piratas en tan solo 200 pesos, cuando en realidad en las tiendas autorizadas están en más de 2 mil pesos.
El gasto promedio al año por la compra de estos productos apócrifos es de 4 mil 546 pesos. Y la encuesta concluye que una de cada cuatro personas señaló que compra piratería porque no le alcanza para comprar productos originales.
Según el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, las "mercancías piratas son aquellas que lesionan el derecho de autor”. Las copias hechas sin el consentimiento del titular del derecho o de una persona debidamente autorizada por él en el país de producción y que se realicen directa o indirectamente a partir de un artículo cuando la realización de esa copia habría constituido infracción del derecho de autor.
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