/ jueves 15 de junio de 2023

La difícil decisión al verte morir

La vida se va en cuestión de segundos. Y yo jamás imaginé estar de nuevo frente a la muerte. Hace tantos años que no regresaba esta sensación de vacío y de un dolor desquiciante.

Hoy, estoy encarando con suplicio a ésa, a la que rendimos culto cada año con una fiesta multicolor, la misma que a cada instante nos acecha y la que hoy se lleva a un ser que se roba una parte de mi corazón.

En la mayoría de las ocasiones somos tan engreídos que creemos que ese momento está lejano. Que todavía no nos toca. Que somos intocables. Prácticamente inmortales.

Y luego todo ocurre. La vida se nos va. Se nos escurre de las manos.

Hace unas semanas, un miembro de mi familia fue diagnosticado con un tumor en el ventrículo izquierdo del corazón. Una afección complicada y sin opción de revertir los impactos de tal enfermedad.

A través de un ultrasonido, el médico veterinario Juan Carlos Costa explicó que Boris, un canino de raza pug de solo 5 años estaba desahuciado. Que en definitiva no había esperanzas de salvarlo.

Escuchar la valoración médica fue como un disparo directo a mi alma. Al mismo tiempo, se vinieron a la mente tantos recuerdos de cuando el pequeño Boris llegaba a casa siendo un cachorro de mes y medio.

Tal vez para algunas personas, una mascota no debería cobrar tanto sentido en la vida de los hombres. Y seguramente, muchos piensan que son un objeto más en este planeta.

Sin embargo, opino todo lo contrario. El amor de los animales es el más puro, el más leal y el que siempre está ahí contigo, en la lluvia, en el sol, en la luz, en la oscuridad, en la alegría, en la tristeza, en la salud y en la enfermedad.

// La eutanasia, la respuesta a evitar sufrimiento prolongado //

Al paso de los días, la eutanasia se convirtió en la opción más latente. Convirtiéndose a su vez en la decisión más difícil de tomar.

A menudo, hablar de la muerte en medicina veterinaria se considera un tabú, sin embargo, es un hecho tan propio de los animales que se hace necesario entenderlo. En una cruda definición, la muerte es el final de la vida; solo donde ha habido vida existirá la muerte.

En tanto, el pasado 12 de diciembre de 2022, el presidente de la Comisión de Bienestar Animal del congreso capitalino y diputado local, Jesús Sesma señaló que en la Ley de Protección y Bienestar Animal de la Ciudad de México, se estipula en su artículo 13 una reserva, que equipara que se podrá aplicar la eutanasia a animales en los siguientes casos:

  • Por lesiones que no puedan ser atendidas y le provoque dolor o sufrimiento que no puedan ser aliviados.
  • Por enfermedades graves incurables que no puedan ser atendidas.
  • Por problemas conductuales que pongan en peligro su vida o la de otros.

Es importante mencionar que aún no se ha aprobado. Pues el dictamen provocó tremor en los sectores sociales al marcar la eutanasia a los animales que no sean reclamados de los Centros de Atención Canina y Felina por sus propietarios o por una organización protectora de animales en los Centros de Atención Canina y Felina.

La Asociación Americana de Medicina Veterinaria, en su panel de eutanasia del año 2013 (Leary. 2013. P.8), advirtió que hay dos puntos clave para la realización del procedimiento: las consideraciones que se tienen en cuenta como insumo en la toma de decisiones y el protocolo que se utilizará.

Para el filósofo estadounidense Tom Regan (1986. P.6), referente importante en lo relacionado con los derechos de las especies diferentes a la humana, la eutanasia o sacrificio en animales es uno de los grandes dilemas contemporáneos; aspecto que debe marcar una ruta en los escenarios de discusión científica.

Empero, las culturas han “ritualizado” el fenómeno de la muerte con la intención de humanizar el proceso, evitando sufrimientos. A diferencia de la eutanasia, en la distanasia se busca prolongar al máximo la vida de un individuo, combatiendo la muerte como el último gran enemigo.

La finalidad de la muerte es, en parte, lo que hace que sea un problema ético importante, considerando que acelerar su proceso puede traer beneficios u oportunidades, al igual que perjuicios para un individuo. La muerte es un proceso que ocurre en seres vivos al final de su ciclo biológico, caracterizado por la pérdida en la complejidad de su organización y por la disminución en el contenido de energía.

Los perros y gatos comparten el mismo entorno de los seres humanos y juegan un papel importante en su equilibrio ecológico. En dicha convivencia surgen frecuentemente dilemas éticos en la práctica clínica y de salud pública, por ejemplo, cuando a los animales sanos se les aplica la eutanasia como método de control poblacional, acción que se realiza generalmente en albergues públicos.

Aunque en otros escenarios, la eutanasia canina es un procedimiento necesario. En especial, en animales enfermos o sin posibilidad de recibir tratamiento médico en la comunidad, así como controlar la sobrepoblación de perros callejeros que no tienen posibilidades de hallar un nuevo hogar.

En términos generales, en la medicina veterinaria, la eutanasia es una solución legal y ampliamente aceptada para proteger a los pacientes de morir con dolor y sufrimiento inútil.

La vida se va en cuestión de segundos. Y yo jamás imaginé estar de nuevo frente a la muerte. Hace tantos años que no regresaba esta sensación de vacío y de un dolor desquiciante.

Hoy, estoy encarando con suplicio a ésa, a la que rendimos culto cada año con una fiesta multicolor, la misma que a cada instante nos acecha y la que hoy se lleva a un ser que se roba una parte de mi corazón.

En la mayoría de las ocasiones somos tan engreídos que creemos que ese momento está lejano. Que todavía no nos toca. Que somos intocables. Prácticamente inmortales.

Y luego todo ocurre. La vida se nos va. Se nos escurre de las manos.

Hace unas semanas, un miembro de mi familia fue diagnosticado con un tumor en el ventrículo izquierdo del corazón. Una afección complicada y sin opción de revertir los impactos de tal enfermedad.

A través de un ultrasonido, el médico veterinario Juan Carlos Costa explicó que Boris, un canino de raza pug de solo 5 años estaba desahuciado. Que en definitiva no había esperanzas de salvarlo.

Escuchar la valoración médica fue como un disparo directo a mi alma. Al mismo tiempo, se vinieron a la mente tantos recuerdos de cuando el pequeño Boris llegaba a casa siendo un cachorro de mes y medio.

Tal vez para algunas personas, una mascota no debería cobrar tanto sentido en la vida de los hombres. Y seguramente, muchos piensan que son un objeto más en este planeta.

Sin embargo, opino todo lo contrario. El amor de los animales es el más puro, el más leal y el que siempre está ahí contigo, en la lluvia, en el sol, en la luz, en la oscuridad, en la alegría, en la tristeza, en la salud y en la enfermedad.

// La eutanasia, la respuesta a evitar sufrimiento prolongado //

Al paso de los días, la eutanasia se convirtió en la opción más latente. Convirtiéndose a su vez en la decisión más difícil de tomar.

A menudo, hablar de la muerte en medicina veterinaria se considera un tabú, sin embargo, es un hecho tan propio de los animales que se hace necesario entenderlo. En una cruda definición, la muerte es el final de la vida; solo donde ha habido vida existirá la muerte.

En tanto, el pasado 12 de diciembre de 2022, el presidente de la Comisión de Bienestar Animal del congreso capitalino y diputado local, Jesús Sesma señaló que en la Ley de Protección y Bienestar Animal de la Ciudad de México, se estipula en su artículo 13 una reserva, que equipara que se podrá aplicar la eutanasia a animales en los siguientes casos:

  • Por lesiones que no puedan ser atendidas y le provoque dolor o sufrimiento que no puedan ser aliviados.
  • Por enfermedades graves incurables que no puedan ser atendidas.
  • Por problemas conductuales que pongan en peligro su vida o la de otros.

Es importante mencionar que aún no se ha aprobado. Pues el dictamen provocó tremor en los sectores sociales al marcar la eutanasia a los animales que no sean reclamados de los Centros de Atención Canina y Felina por sus propietarios o por una organización protectora de animales en los Centros de Atención Canina y Felina.

La Asociación Americana de Medicina Veterinaria, en su panel de eutanasia del año 2013 (Leary. 2013. P.8), advirtió que hay dos puntos clave para la realización del procedimiento: las consideraciones que se tienen en cuenta como insumo en la toma de decisiones y el protocolo que se utilizará.

Para el filósofo estadounidense Tom Regan (1986. P.6), referente importante en lo relacionado con los derechos de las especies diferentes a la humana, la eutanasia o sacrificio en animales es uno de los grandes dilemas contemporáneos; aspecto que debe marcar una ruta en los escenarios de discusión científica.

Empero, las culturas han “ritualizado” el fenómeno de la muerte con la intención de humanizar el proceso, evitando sufrimientos. A diferencia de la eutanasia, en la distanasia se busca prolongar al máximo la vida de un individuo, combatiendo la muerte como el último gran enemigo.

La finalidad de la muerte es, en parte, lo que hace que sea un problema ético importante, considerando que acelerar su proceso puede traer beneficios u oportunidades, al igual que perjuicios para un individuo. La muerte es un proceso que ocurre en seres vivos al final de su ciclo biológico, caracterizado por la pérdida en la complejidad de su organización y por la disminución en el contenido de energía.

Los perros y gatos comparten el mismo entorno de los seres humanos y juegan un papel importante en su equilibrio ecológico. En dicha convivencia surgen frecuentemente dilemas éticos en la práctica clínica y de salud pública, por ejemplo, cuando a los animales sanos se les aplica la eutanasia como método de control poblacional, acción que se realiza generalmente en albergues públicos.

Aunque en otros escenarios, la eutanasia canina es un procedimiento necesario. En especial, en animales enfermos o sin posibilidad de recibir tratamiento médico en la comunidad, así como controlar la sobrepoblación de perros callejeros que no tienen posibilidades de hallar un nuevo hogar.

En términos generales, en la medicina veterinaria, la eutanasia es una solución legal y ampliamente aceptada para proteger a los pacientes de morir con dolor y sufrimiento inútil.