/ miércoles 28 de febrero de 2024

Dignidad de la mujer I

Concluye febrero e iniciamos el mes de la mujer. En esta ocasión me permito comentar (y también en las 3 próximas columnas) un tema fundamental: las mujeres. En el último año ha sido uno de los asuntos públicos que ha ocupado millones de bites en medios electrónicos y redes sociales, amén de la prensa escrita.

Afortunadamente el tema se ha visibilizado con mayor intensidad, pero desgraciadamente la prevalencia negativa y de maldad sufrida por las mujeres es más ocurrente y los medios de información se encargan de difundirlo sin compensarlo con otras acciones más positivas que se desarrollan en favor de las mujeres tanto públicas como privadas. Aquí abordaremos también ese aspecto positivo.

Comienzo con el contexto de violencia que sufren las mujeres hoy día, para lo cual traigo a colación Hechos y Cifras del portal de ONU Mujeres, y es que dada la gran incidencia de acciones en contra de las mujeres ha permitido generar todo un menú de estadísticas sobre la violencia que se viene desatando en años recientes pero que, dicen algunos especialistas, se potencializó durante la pandemia. Llamar la atención sobre este fenómeno es básico como presupuesto de formación de políticas públicas y acciones privadas que dejen a salvo la integridad y vida del sector más vulnerable de la sociedad.

De acuerdo al portal las mujeres sufren o han sufrido más recientemente:

Violencia digital que se ha incrementado de manera preocupante sobre todo por la falta de normatividad que castigue tales conductas dentro las que destaca el ciberacoso, hostigamiento e incitación al odio.

Violencia causada por el cambio climático (degradación del medio ambiente, mayor frecuencia de fenómenos naturales- terremotos, huracanes, etc.-) que provoca la migración o desplazamiento porque el entorno natural de las personas ya no provee los medios de subsistencia: escasez de recursos e inseguridad alimentaria llevan a salir del lugar de origen.

Legislación insuficiente y deficitaria que no permite la justicia para las mujeres dejando impunes las conductas violentas y feminicidas que sufren cotidianamente.

Por supuesto, la violencia por razones de salud que se visibilizó con mayor claridad durante la pandemia y que lamentablemente se amplió y diversificó.

En el fondo de esta problemática se puede identificar un gran desprecio hacia la dignidad de la mujer, su misión y aporte a la vida personal, familiar y comunitaria en una sociedad. Desconocer y ser inconsciente de esta dignidad lleva a considerarlas como objetos prescindibles sin valor trascendental. Cuando esto sucede la sociedad se desmorona y decae. Tan solo baste echar una mirada alrededor nuestro para darnos cuenta de la descomposición social, política y económica que vivimos. Sigo comentando. Les deseo un buen comienzo de marzo.

Concluye febrero e iniciamos el mes de la mujer. En esta ocasión me permito comentar (y también en las 3 próximas columnas) un tema fundamental: las mujeres. En el último año ha sido uno de los asuntos públicos que ha ocupado millones de bites en medios electrónicos y redes sociales, amén de la prensa escrita.

Afortunadamente el tema se ha visibilizado con mayor intensidad, pero desgraciadamente la prevalencia negativa y de maldad sufrida por las mujeres es más ocurrente y los medios de información se encargan de difundirlo sin compensarlo con otras acciones más positivas que se desarrollan en favor de las mujeres tanto públicas como privadas. Aquí abordaremos también ese aspecto positivo.

Comienzo con el contexto de violencia que sufren las mujeres hoy día, para lo cual traigo a colación Hechos y Cifras del portal de ONU Mujeres, y es que dada la gran incidencia de acciones en contra de las mujeres ha permitido generar todo un menú de estadísticas sobre la violencia que se viene desatando en años recientes pero que, dicen algunos especialistas, se potencializó durante la pandemia. Llamar la atención sobre este fenómeno es básico como presupuesto de formación de políticas públicas y acciones privadas que dejen a salvo la integridad y vida del sector más vulnerable de la sociedad.

De acuerdo al portal las mujeres sufren o han sufrido más recientemente:

Violencia digital que se ha incrementado de manera preocupante sobre todo por la falta de normatividad que castigue tales conductas dentro las que destaca el ciberacoso, hostigamiento e incitación al odio.

Violencia causada por el cambio climático (degradación del medio ambiente, mayor frecuencia de fenómenos naturales- terremotos, huracanes, etc.-) que provoca la migración o desplazamiento porque el entorno natural de las personas ya no provee los medios de subsistencia: escasez de recursos e inseguridad alimentaria llevan a salir del lugar de origen.

Legislación insuficiente y deficitaria que no permite la justicia para las mujeres dejando impunes las conductas violentas y feminicidas que sufren cotidianamente.

Por supuesto, la violencia por razones de salud que se visibilizó con mayor claridad durante la pandemia y que lamentablemente se amplió y diversificó.

En el fondo de esta problemática se puede identificar un gran desprecio hacia la dignidad de la mujer, su misión y aporte a la vida personal, familiar y comunitaria en una sociedad. Desconocer y ser inconsciente de esta dignidad lleva a considerarlas como objetos prescindibles sin valor trascendental. Cuando esto sucede la sociedad se desmorona y decae. Tan solo baste echar una mirada alrededor nuestro para darnos cuenta de la descomposición social, política y económica que vivimos. Sigo comentando. Les deseo un buen comienzo de marzo.