/ jueves 5 de enero de 2023

Nuevas Reglas | Los 20 minutos del 911 en Morelos

Exagerar ayuda poco y confunde mucho. Para dimensionar los hechos, ni Cuernavaca ni Cuautla han planteado “salirse” del servicio de llamadas de emergencia 911. Lo que ha ocurrido es que ambos ayuntamientos han recomendado a sus habitantes usar los números directos de emergencia debido al enorme tiempo de respuesta del servicio centralizado 911 en Morelos. No se trata entonces de un pleito con el gobierno estatal, sino de un llamado de atención a la Comisión Estatal de Seguridad Pública para que mejore la capacidad de respuesta que hoy se ubica en 20 minutos, demasiado para responder efectivamente a los llamados de auxilio de la ciudadanía.

En México el promedio de tiempo de respuesta de los servicios de emergencia está entre seis y diez minutos, Morelos lo supera en más del doble. El usuario llama al 911, el servicio contesta y de ese momento a la llegada de auxilio pasan alrededor de 20 minutos, lo que hace imposible la labor oportuna de los primeros respondientes, ya sean policías, bomberos, paramédicos, o alguna combinación entre ellos.

La mecánica del servicio podría ser la clave del retraso. Cuando el usuario llama, el servicio toma atiende, hace un cuestionario breve que sirve para priorizar y tomar decisiones, y llama a su vez a los servicios de emergencia locales que responden al llamado de acuerdo con sus capacidades. Para los ayuntamientos, el segundo paso, lo que hace la central de emergencias, podría ahorrarse si el usuario llama directamente a los servicios de emergencia locales, policía, bomberos, cruz roja, etcétera.

Y podrá haber muchas opiniones sobre la idea, sobre todo considerando que en Morelos ninguno de los servicios de emergencia parece tener la efectividad que uno desearía, aún los diez a seis minutos que puede tardar la atención de auxilio en otras partes del país parecen excesivos frente a muchas de las emergencias.

Porque la autoridad sabe bien que gran parte del éxito de cualquier servicio de emergencias radica en el tiempo de respuesta del mismo. Los veinte minutos actuales, que los ayuntamientos han detectado y los usuarios han padecido, hacen que el llamado de auxilio en Morelos sea muy poco efectivo pues la atención resulta sumamente tardía. Frente a una emergencia médica, 20 minutos para un primer auxilio suele significar la pérdida de la vida. En actos delictivos que regularmente llevan apenas unos segundos, 20 minutos dan tiempo hasta de huir a pie.

Lo que urge, antes del pleito e intercambio de más acusaciones entre políticos, es que se revise profundamente la operación del 911 en Morelos, para poder acelerar los tiempos de respuesta, porque actualmente es más veloz el gobernador en responder cualquier señalamiento de fallas en su administración que la respuesta de los cuerpos de emergencia. Si los ayuntamientos donde más llamadas de auxilio se producen recomiendan a la población hacer llamadas directas, probablemente algo esté fallando en el servicio.

Porque cierto que en el caso de Cuernavaca, el gobernador podría acusar cierto sesgo político e ideológico. Finalmente, el alcalde José Luis Urióstegui es parte de quien el mandatario ubica como sus adversarios políticos y es una de las cartas de la oposición para buscar suceder a Cuauhtémoc Blanco en el 2024. Aún con ello, nada debería controvertir los datos reales, esos 20 minutos que resultan el riesgo evidente de fracaso en el servicio de emergencias.

Pero que Cuautla sugiera lo mismo debería ponerlo a pensar, porque se trata de uno de sus aliados políticos. Así que más allá del pleito, el gobernador y el comisionado deberían revisar lo que está ocurriendo en la Comisión Estatal de Seguridad Pública, las fallas que llevan a que los tiempos de respuesta se amplíen y enfrentarlo, probablemente hasta con un nuevo modelo de organización.

No son ocurrencias, sino realidades.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Exagerar ayuda poco y confunde mucho. Para dimensionar los hechos, ni Cuernavaca ni Cuautla han planteado “salirse” del servicio de llamadas de emergencia 911. Lo que ha ocurrido es que ambos ayuntamientos han recomendado a sus habitantes usar los números directos de emergencia debido al enorme tiempo de respuesta del servicio centralizado 911 en Morelos. No se trata entonces de un pleito con el gobierno estatal, sino de un llamado de atención a la Comisión Estatal de Seguridad Pública para que mejore la capacidad de respuesta que hoy se ubica en 20 minutos, demasiado para responder efectivamente a los llamados de auxilio de la ciudadanía.

En México el promedio de tiempo de respuesta de los servicios de emergencia está entre seis y diez minutos, Morelos lo supera en más del doble. El usuario llama al 911, el servicio contesta y de ese momento a la llegada de auxilio pasan alrededor de 20 minutos, lo que hace imposible la labor oportuna de los primeros respondientes, ya sean policías, bomberos, paramédicos, o alguna combinación entre ellos.

La mecánica del servicio podría ser la clave del retraso. Cuando el usuario llama, el servicio toma atiende, hace un cuestionario breve que sirve para priorizar y tomar decisiones, y llama a su vez a los servicios de emergencia locales que responden al llamado de acuerdo con sus capacidades. Para los ayuntamientos, el segundo paso, lo que hace la central de emergencias, podría ahorrarse si el usuario llama directamente a los servicios de emergencia locales, policía, bomberos, cruz roja, etcétera.

Y podrá haber muchas opiniones sobre la idea, sobre todo considerando que en Morelos ninguno de los servicios de emergencia parece tener la efectividad que uno desearía, aún los diez a seis minutos que puede tardar la atención de auxilio en otras partes del país parecen excesivos frente a muchas de las emergencias.

Porque la autoridad sabe bien que gran parte del éxito de cualquier servicio de emergencias radica en el tiempo de respuesta del mismo. Los veinte minutos actuales, que los ayuntamientos han detectado y los usuarios han padecido, hacen que el llamado de auxilio en Morelos sea muy poco efectivo pues la atención resulta sumamente tardía. Frente a una emergencia médica, 20 minutos para un primer auxilio suele significar la pérdida de la vida. En actos delictivos que regularmente llevan apenas unos segundos, 20 minutos dan tiempo hasta de huir a pie.

Lo que urge, antes del pleito e intercambio de más acusaciones entre políticos, es que se revise profundamente la operación del 911 en Morelos, para poder acelerar los tiempos de respuesta, porque actualmente es más veloz el gobernador en responder cualquier señalamiento de fallas en su administración que la respuesta de los cuerpos de emergencia. Si los ayuntamientos donde más llamadas de auxilio se producen recomiendan a la población hacer llamadas directas, probablemente algo esté fallando en el servicio.

Porque cierto que en el caso de Cuernavaca, el gobernador podría acusar cierto sesgo político e ideológico. Finalmente, el alcalde José Luis Urióstegui es parte de quien el mandatario ubica como sus adversarios políticos y es una de las cartas de la oposición para buscar suceder a Cuauhtémoc Blanco en el 2024. Aún con ello, nada debería controvertir los datos reales, esos 20 minutos que resultan el riesgo evidente de fracaso en el servicio de emergencias.

Pero que Cuautla sugiera lo mismo debería ponerlo a pensar, porque se trata de uno de sus aliados políticos. Así que más allá del pleito, el gobernador y el comisionado deberían revisar lo que está ocurriendo en la Comisión Estatal de Seguridad Pública, las fallas que llevan a que los tiempos de respuesta se amplíen y enfrentarlo, probablemente hasta con un nuevo modelo de organización.

No son ocurrencias, sino realidades.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx