El Frente Amplio por Morelos está frente a una disyuntiva que podría costarle incluso la posibilidad de candidaturas competitivas en 2024. Paradójicamente el primer pleito fuerte entre las organizaciones que integran a la alianza opositora es causado por cuadros que, decepcionados de Morena, buscan continuar sus carreras políticas, algunas incipientes y otras ya de sí muy exitosas, en fuerzas diferentes a las que las ofrecieron sus más recientes postulaciones. Tres nombres, Lucy Meza, Juan Ángel Flores y Marisol Becerra, son muy relevantes en lo que inicia como un pequeño diferendo que resulta poco conciliable en tanto la respuesta es una reducción lógica: sí o no dejar que ex morenistas tengan acceso a las postulaciones del Frente, particularmente la que se daría para la gubernatura del estado.
Las organizaciones situadas más a la derecha en el Frente Amplio advierten que nadie que hubiera defendido a la llamada cuarta transformación tendría cabida en la nominación para la gubernatura del estado. Las situadas más al centro ven con simpatía a Lucy, Juan Ángel y Marisol, en tanto se considera que resultan perfiles muy competitivos y sus posiciones de defensa a las políticas del gobierno federal no existió respecto del estatal y pueden cambiar profundamente de forma muy breve.
Probablemente esa evolución ideológica sea posible. El morenismo se comporta a veces más como una secta que repite una serie de slogans como identificadores de un dogma, y probablemente salir de Morena signifique un estado mental como el de quienes militaron en esas sectas religiosas que han sido motivo para documentales en HBO, Netflix y Amazon. Pero eso queda en las mentes de Lucy, Juan Ángel y Marisol, cuyos liderazgos locales parecen haber marchado en líneas paralelas con Morena sólo durante un tiempo. Es decir, los tres tienen trabajo político de bases más allá de su militancia partidista como demuestra el hecho de que, sin posibilidades ninguno en Morena, los tres pudieron mantener su activismo político.
Y habrá quienes digan que los casos son distintos, Marisol Becerra fue postulada por Morena a la sindicatura de Cuernavaca en el 2018 y a partir de entonces su acercamiento con el partido fue prácticamente nulo, incluso pasó ya por Movimiento Ciudadano y al no querer los naranjas adherirse al Frente Amplio por México, decidió dejarlos. Pero quitando los nombres, el caso es prácticamente el mismo, Lucy y Juan Ángel también dejaron Morena y seguramente han tenido algún acercamiento con Movimiento Ciudadano en Morelos, pero probablemente estarían más cómodos en una coalición que les de mayor ventaja para ganar elecciones, así que ahí están, esperando que el Frente Amplio se decida si postularlos o no.
El asunto adquiere mayor relevancia porque ya Marko Cortés, el dirigente nacional del PAN, adelantó que su partido cedería Morelos a candidatos propuestos por sus aliados o la sociedad civil, para lograr el apoyo del Frente en los estados tradicionalmente panistas. Tampoco es tan extraño, lo cierto es que el PAN no tiene cuadros para garantizar el triunfo sobre Morena en Morelos, así que decide evitar conflictos internos y dejar que otros se hagan bolas. El PRI tiene a Jorge Morales Barud como su carta más fuerte, pero el alejamiento temporal del ex gobernador sustituto de la cancha política podría operar en su contra. Ángel García Yáñez, pese a su larguïsima precampaña no ha logrado permear especialmente en los núcleos urbanos de Morelos, que serían definitivos para la elección. Igual pasa con el resto de los priistas. Y en el PRD las cosas están bastante peor.
Así que resulta muy probable que la nominación del Frente caiga en alguien de la sociedad civil, o por lo menos externo a los partidos, y es entonces que figuras de todo tipo saltan a la vista, pero destacan, por supuesto Lucy y Juan Ángel, que ya tenían avanzadas sus campañas desde hace muchos meses. Otras opción serían Mayela Alemán, Marisol Becerra y Brenda Valderrama.
Llama la atención que las organizaciones que se oponen a los ex morenistas lo hagan solo para la gubernatura, cuando en términos de ideología, como ellos acusan, resultaría mucho más peligrosa su postulación al Congreso de la Unión. Es mera observación.
@martinellito
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