/ miércoles 20 de enero de 2021

Voto en línea 1

La pandemia que en México y Morelos está viendo los que esperamos sean sus peores días, ha acelerado muchas tendencias que apuntaban al mayor distanciamiento social, a la digitalización de procesos como la educación, el trabajo, la atención al público, el espectáculo y, por supuesto, las campañas y elecciones.

La insistencia de muchos por mantener las actividades de precampañas y campañas como actos públicos con asistencia moderada de personas representa un riesgo que estàn dispuestos a tomar en aras de posicionarse mejor en la mente de los electores. En términos más generales, parece que el distanciamiento social obligado harán que la comunicación a distancia tenga aún más importancia que la reportada en las etapas prosetilitistas de procesos electorales anteriores.

La inevitable discusión sobre el voto electrónico que repetirá el Instituto Nacional Electoral y se reproducirá en los organismos públicos locales electorales, como el Impepac en Morelos, es mucho más producto de la contingencia sanitaria que del proyecto existente desde hace varios años, aplazado por múltiples razones políticas y presupuestales. En términos generales, de acuerdo con el INE, el sistema de voto electrónico “cumple con los requerimientos técnicos establecidos en la normatividad electoral vigente, en materia de seguridad y funcionalidad”. La modalidad electrónica fue aprobada para el voto de los mexicanos en el extranjero en el 2021, que podrán sufragar por las gubernaturas de Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas, una diputación migrante en la Ciudad de México y una de representación proporcional en Jalisco.

Se trataría de ampliar ese sistema de voto electrónico para incluir a elecciones locales como la de ayuntamientos, diputaciones locales y diputaciones federales en Morelos. La discusión es importante porque deberá pasar varias aduanas, principalmente la de la desconfianza que muchas organizaciones y personas mantienen sobre los resultados del proceso electoral, y que, debe decirse, ha sido bastante abonada desde el poder público. El fortalecimiento de la comunicación de todas las fases del proceso, la transparencia que ofrece la participación ciudadana, y los ejemplos de elecciones anteriores cuyos resultados fueron incuestionables, son pruebas evidentes de la certidumbre que deberían difundirse, junto con los candados de seguridad del sistema de votación electrónica. Aún con ello, en Morelos sólo el 8.9% de la población está dispuesta a hacer operaciones bancarias en línea y menos del 15% a hacer compras en línea, operaciones equiparables al sufragio en los niveles de confianza requeridos.

Otro problema en que no influye tanto la percepción ciudadana es el de el acceso ciudadano a internet, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la probabilidad de uso de la web entre la población de Morelos llega sólo al 68.4% de los habitantes del estado, que si bien es mayor a la media nacional, sigue marginando a unos 600 mil morelenses de todas las edades, particularmente en las zonas rurales.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

La pandemia que en México y Morelos está viendo los que esperamos sean sus peores días, ha acelerado muchas tendencias que apuntaban al mayor distanciamiento social, a la digitalización de procesos como la educación, el trabajo, la atención al público, el espectáculo y, por supuesto, las campañas y elecciones.

La insistencia de muchos por mantener las actividades de precampañas y campañas como actos públicos con asistencia moderada de personas representa un riesgo que estàn dispuestos a tomar en aras de posicionarse mejor en la mente de los electores. En términos más generales, parece que el distanciamiento social obligado harán que la comunicación a distancia tenga aún más importancia que la reportada en las etapas prosetilitistas de procesos electorales anteriores.

La inevitable discusión sobre el voto electrónico que repetirá el Instituto Nacional Electoral y se reproducirá en los organismos públicos locales electorales, como el Impepac en Morelos, es mucho más producto de la contingencia sanitaria que del proyecto existente desde hace varios años, aplazado por múltiples razones políticas y presupuestales. En términos generales, de acuerdo con el INE, el sistema de voto electrónico “cumple con los requerimientos técnicos establecidos en la normatividad electoral vigente, en materia de seguridad y funcionalidad”. La modalidad electrónica fue aprobada para el voto de los mexicanos en el extranjero en el 2021, que podrán sufragar por las gubernaturas de Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas, una diputación migrante en la Ciudad de México y una de representación proporcional en Jalisco.

Se trataría de ampliar ese sistema de voto electrónico para incluir a elecciones locales como la de ayuntamientos, diputaciones locales y diputaciones federales en Morelos. La discusión es importante porque deberá pasar varias aduanas, principalmente la de la desconfianza que muchas organizaciones y personas mantienen sobre los resultados del proceso electoral, y que, debe decirse, ha sido bastante abonada desde el poder público. El fortalecimiento de la comunicación de todas las fases del proceso, la transparencia que ofrece la participación ciudadana, y los ejemplos de elecciones anteriores cuyos resultados fueron incuestionables, son pruebas evidentes de la certidumbre que deberían difundirse, junto con los candados de seguridad del sistema de votación electrónica. Aún con ello, en Morelos sólo el 8.9% de la población está dispuesta a hacer operaciones bancarias en línea y menos del 15% a hacer compras en línea, operaciones equiparables al sufragio en los niveles de confianza requeridos.

Otro problema en que no influye tanto la percepción ciudadana es el de el acceso ciudadano a internet, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la probabilidad de uso de la web entre la población de Morelos llega sólo al 68.4% de los habitantes del estado, que si bien es mayor a la media nacional, sigue marginando a unos 600 mil morelenses de todas las edades, particularmente en las zonas rurales.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx