/ lunes 14 de junio de 2021

¿Resurrección panista?

El problema con los fenómenos sociales complejos, como las elecciones, es que permiten múltiples lecturas y los intérpretes de las mismas aprovechan eso para vender espejitos a la opinión pública. Y para muestra, un botón.

A simple vista, la dirigencia estatal de Acción Nacional podría decir que siempre tuvo la razón al deshacerse de quienes calculaba como malos candidatos, apostar a la afiliación de independientes, convertir el partido en un vehículo efectista para obtener posiciones, faltar a la esencia de las normas de inclusión y acciones afirmativas. Al final, Acción Nacional logró cinco alcaldías en solitario y una más con el PSD, contra sólo tres que había obtenido en alianza con Movimiento Ciudadano hace tres años; y en el Congreso local, aumentó por lo menos cuatro veces su presencia al pasar de uno a cuatro diputados (podrían ser cinco si Ángel Adame, a quien el Impepac reconoce como del PSD, se incorpora a la bancada panista).

Los seis municipios con cabildos abanderados por el PAN están habitados por alrededor de 676 mil morelenses, más del 34% de la población del estado. En el Congreso, su fracción parlamentaria, será la segunda más amplia con apenas un diputado menos que Morena. Aumentó su presencia en los cabildos y con ello su influencia en la toma de decisiones incluso en municipios que no administrará.

Todo esto, sin embargo, son apariencias. Muchos en Cuernavaca, municipio en donde Acción Nacional tuvo 41 mil 390 votos válidos, ya empiezan a deslindarse asegurando que votaron por Urióstegui y no por Acción Nacional. En el 2018, como candidato independiente, el abogado que será alcalde de Cuernavaca desde el 1 de enero próximo tuvo el 13.49% de los votos; mientras que Acción Nacional junto con Movimiento Ciudadano lograron 24.48%. En esta elección Acción Nacional 26.58% aún con Urióstegui como candidato, logró apenas 2.1% más que en la elección anterior, pese a que el factor Urióstegui, aún con su desgaste, podría haber representado por lo menos el 7% de los votos totales en la elección. Si a ello sumamos la estrategia de voto útil contra Morena y sus aliados impulsada en el plano federal y que en Cuernavaca encontró un campo de cultivo ideal por el rechazo de amplios sectores del electorado al gobernador Cuauhtémoc Blanco y sus aliados, probablemente el PAN tenga que pensarlo dos veces antes de cacarear grandes victorias.

Acción Nacional obtuvo triunfos más por el rechazo a Morena, el respaldo a las gestiones de sus candidatos a alcaldes (Isaac Pimentel, Rafael Sánchez Zavala, Juan Jesús Anzures García se reeligieron en Ayala, Yecapixtla y Ocuituco),.y una serie de factores locales y regionales que permitieron que el partido lograra un crecimiento relativo.

Sin embargo, en términos reales Acción Nacional tuvo el 14% de votos para diputados, comparado con el 11.9% que habría obtenido en la elección del 2018 (la mayor parte contabilizados en su alianza con MC). En los ayuntamientos, en el 2018, el PAN junto con sus aliados logró el 14.27% de la votación; mientras que en el 2021, con sus aliados, logró poco más de 13%. El PAN no mejora, pero a los demás partidos parece haberles ido mucho peor. ¿Alcanza eso para la gubernatura?

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

El problema con los fenómenos sociales complejos, como las elecciones, es que permiten múltiples lecturas y los intérpretes de las mismas aprovechan eso para vender espejitos a la opinión pública. Y para muestra, un botón.

A simple vista, la dirigencia estatal de Acción Nacional podría decir que siempre tuvo la razón al deshacerse de quienes calculaba como malos candidatos, apostar a la afiliación de independientes, convertir el partido en un vehículo efectista para obtener posiciones, faltar a la esencia de las normas de inclusión y acciones afirmativas. Al final, Acción Nacional logró cinco alcaldías en solitario y una más con el PSD, contra sólo tres que había obtenido en alianza con Movimiento Ciudadano hace tres años; y en el Congreso local, aumentó por lo menos cuatro veces su presencia al pasar de uno a cuatro diputados (podrían ser cinco si Ángel Adame, a quien el Impepac reconoce como del PSD, se incorpora a la bancada panista).

Los seis municipios con cabildos abanderados por el PAN están habitados por alrededor de 676 mil morelenses, más del 34% de la población del estado. En el Congreso, su fracción parlamentaria, será la segunda más amplia con apenas un diputado menos que Morena. Aumentó su presencia en los cabildos y con ello su influencia en la toma de decisiones incluso en municipios que no administrará.

Todo esto, sin embargo, son apariencias. Muchos en Cuernavaca, municipio en donde Acción Nacional tuvo 41 mil 390 votos válidos, ya empiezan a deslindarse asegurando que votaron por Urióstegui y no por Acción Nacional. En el 2018, como candidato independiente, el abogado que será alcalde de Cuernavaca desde el 1 de enero próximo tuvo el 13.49% de los votos; mientras que Acción Nacional junto con Movimiento Ciudadano lograron 24.48%. En esta elección Acción Nacional 26.58% aún con Urióstegui como candidato, logró apenas 2.1% más que en la elección anterior, pese a que el factor Urióstegui, aún con su desgaste, podría haber representado por lo menos el 7% de los votos totales en la elección. Si a ello sumamos la estrategia de voto útil contra Morena y sus aliados impulsada en el plano federal y que en Cuernavaca encontró un campo de cultivo ideal por el rechazo de amplios sectores del electorado al gobernador Cuauhtémoc Blanco y sus aliados, probablemente el PAN tenga que pensarlo dos veces antes de cacarear grandes victorias.

Acción Nacional obtuvo triunfos más por el rechazo a Morena, el respaldo a las gestiones de sus candidatos a alcaldes (Isaac Pimentel, Rafael Sánchez Zavala, Juan Jesús Anzures García se reeligieron en Ayala, Yecapixtla y Ocuituco),.y una serie de factores locales y regionales que permitieron que el partido lograra un crecimiento relativo.

Sin embargo, en términos reales Acción Nacional tuvo el 14% de votos para diputados, comparado con el 11.9% que habría obtenido en la elección del 2018 (la mayor parte contabilizados en su alianza con MC). En los ayuntamientos, en el 2018, el PAN junto con sus aliados logró el 14.27% de la votación; mientras que en el 2021, con sus aliados, logró poco más de 13%. El PAN no mejora, pero a los demás partidos parece haberles ido mucho peor. ¿Alcanza eso para la gubernatura?

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx